Empresas importadoras de tampones como Kimberly-Clark y Essity confirmaron a EF el desabastecimiento de tampones que existe actualmente en el país, con sus marcas Kotex Sport y Saba Compactos respectivamente.
“Recientemente, se presentó el desabastecimiento momentáneo de los tampones Kotex Sport debido a la actual crisis de contenedores que vive la industria a nivel global. La compañía espera normalizar el abastecimiento de los tampones Kotex Sport en las próximas semanas”, señaló Priscyla Zúñiga, gerente de logística para Centroamérica Sur y el Caribe, Kimberly-Clark.
Este producto de uso íntimo femenino, que absorbe el flujo menstrual, es importado desde Europa (República Checa, Praga) por parte de Kimberly-Clark, mientras que Essity lo importa desde Israel.
“El desabastecimiento se debe a la crisis de contenedores. Para seguir trabajando en la comodidad y seguridad de las mujeres estamos promoviendo que las usuarias de estos productos utilicen alternativas como toallas sanitarias y ropa interior reutilizable para el periodo”, recomendó Eduardo Monge, coordinador de la marca Saba, de Essity.
Esa escasez afecta a las cadenas de supermercados y farmacias. En Walmart la baja en el ingreso de este producto en sus anaqueles lleva meses.
“Desde hace cuatro meses se ha presentado una intermitencia en el abasto de tampones por parte de los proveedores y con algunas marcas en específico. La principal razón del desabastecimiento obedece a que los proveedores tienen un faltante de plástico (como materia prima), el cuál se utiliza para el aplicador del tampón”, explicó Mariela Pacheco, subgerente de asuntos corporativos de Walmart.
Pachecó también informó que en su portafolio cuentan con una marca nacional y se encuentran “realizando gestiones para incluir una nueva marca que brinde opciones para la clienta del segmento sport”.
En las farmacias Fischel y La Bomba el poco ingreso del producto en el inventario lo registran desde hace dos meses. También atribuyen el problema al desabastecimiento del plástico que se usa para el aplicador.
“Se espera que las entregas se normalicen en los próximos cuatro o seis meses”, indicó Mariela Rodríguez, directora de mercadeo de Cuestamoras Salud (Fischel y La Bomba).