Uno de los cambios más significativos que dejó la pandemia fue la manera en que se realizaban las compras de productos de consumo masivo. Debido a las restricciones, las tiendas de conveniencia y el comercio electrónico ganaron terreno contra los supermercados tradicionales.
Superada la crisis, muchos consumidores se sentían conformes con esas nuevas alternativas, mientras que otros regresaron a los canales tradicionales. Un estudio reciente de la firma Kantar reveló cómo están comprando las personas en Costa Rica —y en otros países de la región— bienes de consumo masivo, como alimentos, bebidas, productos de cuidado personal, limpieza, etc.
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En términos generales, el consumidor centroamericano está apostando por una desaceleración en el consumo a corto plazo, a cambio de un mayor volumen en cada compra.
“En cuanto al gasto que están realización es mayor debido al aumento de precios, lo que propicia menos visitas al punto de venta, sin embargo, con mayor volumen a la hora de compra, esto es impulsado en los países de Costa Rica, Panamá y Guatemala”, explicó Sofía Molnar, directora de Advanced Analytics de Kantar.
Cuando se analizan los datos del primer semestre de 2024 contra el mismo periodo del año pasado, Costa Rica tiene la recuperación de consumo más alta entre las naciones de Centroamérica y República Dominicana, con un 9,3%, seguido de Panamá. De hecho, este año se observa una recuperación en todos los países de Centroamérica a excepción de Nicaragua.
¿Cuáles tamaños de producto son los preferidos?
El estudio señala también que hoy el consumidor tiene predilección por los productos en presentación grandes o incluso a granel. Esto es consecuente con la tendencia de más volumen y menor frecuencia de compra.
Otro dato interesante para el mercado costarricense es que han aumentado la frecuencia de compras para bienes en presentaciones extragrandes, en detrimento de los tamaños pequeños.
¿Qué pasa con las marcas?
Kantar encontró en su análisis que las marcas premium pierden importancia, mientras que las económicas ganan terreno. Esta categoría son aquellos productos cuyo precio es un 20% menor que el valor promedio en el mercado.
Por otra parte, Costa Rica fue el único país de los analizados donde creció el volumen de compras en la categoría Premium.
“Las marcas que están creciendo son las Económicas y Privadas (propias de las cadenas de supermercados) y se consolidan como una opción accesible para las familias centroamericanas. Donde crecen con más fuerza es en Guatemala, Honduras, Costa Rica y Panamá”, agregó Molnar.
Esta realidad de compra indica que los usuarios están valorando otros factores más que la marca, por ejemplo la presentación y tamaño del artículo, independientemente del nivel socioeconómico, puesto que las compras están siendo menos impulsivas. Las marcas pueden aprovechar la situación para ajustarse al presupuesto del consumidor centroamericano.
Impulsados por los niveles socioeconómicos bajos
En Costa Rica, el consumo estuvo fuertemente influenciado por los niveles socioeconómicos bajos. Este grupo tuvo un incremento del 17% en el volumen de compras.
Por otra parte, en cuanto a los niveles altos y medio altos, tuvieron un crecimiento idéntico del 10%.
¿Dónde prefieren comprar?
El estudio separó la preferencia de compra en dos canales: el tradicional, que son las tiendas pequeñas o pulperías y el moderno, es decir supermercados y tiendas de conveniencia. En el caso de Costa Rica, ambos formatos mostraron crecimiento interanual.
¿En cuáles productos destinan más dinero?
Productos para el hogar, bebidas, lácteos y alimentos son los sectores que más se desarrollan mientras que los artículos de cuidado personal es el canasto más rezagado. En el caso del primer grupo, tuvo un aumento de volumen de ventas del 7,4%, mientras que la de menor incremento alcanzó el 1,6%.
Actualmente, los productos alimenticios alcanzan el 42,1% del total de las compras reportadas.
Cambio de tendencia
En años anteriores, tanto por la pandemia como por el crecimiento de la inflación en el 2022, las marcas apostaban por un formato de presentación más pequeño con el objetivo de mantenerse en la canasta de compras, especialmente cuando se trataba de bienes no esenciales. Incluso, no era extraño que en esos momentos, las marcas empezaran a lanzar presentaciones pequeñas ligadas con otras más grandes.
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Pareciera que hoy esta tendencia se ha modificado, pues los datos muestran que hay una predilección por empaques más grandes, aunque el consumidor siempre tiende a buscar la alternativa que le parezca más atractiva acorde a su presupuesto.