Según la más reciente medición del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), publicada por la Escuela de Estadística de la UCR y con datos a mayo, la fe de los costarricenses hacia la economía se ubicó en 45,3 puntos —en una escala de 0 a 100—. Esto muestra una disminución de 4,8 puntos en comparación con febrero de este año y se convierte en la primera caída vista en nueve meses.
Entre las razones por las que se presentó esta caída destacan que las personas esperan mayoritariamente que su situación económica no mejore a lo largo de los próximos 12 meses. Una visión similar tienen los encuestados para las empresas nacionales, pues la mayoría opinó que están peor que hace un año.
De igual forma, la percepción de las políticas económicas del gobierno de Rodrigo Chaves alcanzaron su puntuación más baja desde que tomó el cargo. La opinión de quienes creen que se está haciendo un buen trabajo para enfrentar el desempleo, la inflación y la pobreza llegó a 17,4 puntos, es decir, 2,4 puntos menos que lo visto en febrero.
LEA MÁS: Estas son 3 razones por las que crece la desconfianza en los consumidores costarricenses
El ICC de mayo pasado es prácticamente el mismo que se vio en el mismo mes del 2023.
“El optimismo hacia la economía genera seguridad entre los consumidores y, como consecuencia, aumenta el deseo de realizar gastos y contraer deudas. Por el contrario, la desconfianza produce pesimismo, y por ello, el deseo de reducir los gastos y reorganizar las reservas financieras”, señala el estudio de la UCR.
En términos generales, en mayo se incrementó el porcentaje de consumidores pesimistas: pasó de 16,9% en febrero a 24,6%. Los datos revelados por el índice permiten crear un perfil de cómo es un consumidor pesimista en Costa Rica, le explicamos.
Mujeres con menos confianza
Las mujeres tienen menos seguridad en la economía nacional. En el último ICC, tuvieron 40,4 puntos, mientras que los hombres suelen ser un poco más optimistas: alcanzaron 50,8 puntos.
Por otra parte, las mujeres también mostraron la mayor caída en comparación con la medición de febrero: 5,6 puntos contra 3,9.
En mayo de 2022 fue la última vez que la fe de consumidores hombres y mujeres marcó prácticamente el mismo puntaje -40,8 vs 39,8-.
Más edad y mayor incertidumbre
El ICC agrupa a los encuestados en tres rangos de edades: de 34 años o menos, entre 35 y 49, y de 50 años o más. Precisamente los mayores son los que muestran un grado de desconfianza más grande con respecto a la economía nacional, pues su percepción de confianza llega a 36,9 puntos y disminuyó en 9,1 unidades cuando se compara con febrero.
LEA MÁS: Casa o carro: ¿qué prefieren comprar en este momento los costarricenses?
Por el contrario, los menores de 34 años tienen una opinión más positiva de la situación: 55,1 puntos. El otro grupo, el de entre 35 y 49 suelen tener un nivel de certidumbre que ha tenido más variaciones en las últimas mediciones del ICC.
A menor educación más preocupación
Cuando se analiza la opinión de los consumidores por su grado de preparación académica, también hay repercusión en la confianza. Por ejemplo, aquellos que solo completaron la primaria o menos representaron la mayor caída en el positivismo, pasando de 43,7 a 35,2.
Por otro lado, los que completaron la universidad tienen una perspectiva más favorable de la economía nacional, aunque están muy cerca de los que terminaron la educación secundaria. En otras palabras, las personas con una educación superior suelen estar un poco más confiadas con respecto a las variables económicas.
Más trabajadores en el hogar aumentan la tranquilidad
Otro de los elementos llamativos es que el ánimo también varía dependiendo del número de personas que laboren en un hogar. Aunque parezca obvio, cuantos más ingresos hay en una familia, más seguros se sienten pues consideran que pueden cubrir de mejor forma sus necesidades mes a mes.
El ICC considera tres grupos en esta variable: no hay trabajadores en el hogar, laboran entre 1 y 2 personas y si hay 3 o más personas que generan ingresos. Como es de imaginar, los menos confiados son las familias donde ningún miembro trabaja y consecuentemente el grupo donde hay un mayor optimismo es aquel donde más personas laboran.
LEA MÁS: Ocho datos sobre la confianza de consumidores y empresarios en el cierre del 2023
Al hacer precisar con más detalle, se nota que la caída en la tranquilidad económica en los primeros dos grupos tiene prácticamente la misma tendencia.
El dinero da seguridad
Cuanto mayor sea el ingreso de la familia, suele haber más certidumbre sobre el rumbo de la economía nacional. Aquellos hogares que tienen ingresos por ₡500.000 o menos tienen un deterioro mayor y más rápido que los que tienen un ingreso por encima de ese monto.
En el caso del primer grupo, su confianza llegó a 38,0 puntos y en febrero alcanzó 43,8. Por otro lado, los que tienen ingresos superiores a medio millón tienen un nivel de seguridad en la economía de 54,8 puntos en mayo, con una caída mínima si se compara con febrero.
En términos generales, la caída en la confianza se observó con más fuerza entre las mujeres, aquellos mayores de 50 años y con educación primaria o menos. Además, hay una diferencia importante entre quienes viven en hogares con menos recursos económicos.
Otro aspecto que destaca del ICC es que también creció la cantidad de personas que opinan que estos son malos tiempos para comprar bienes duraderos como casa y carro. Esta percepción creció de 59,5 a 65,1, mientras que la opinión de que son buenos tiempos se estancó en 21 puntos.
LEA MÁS: ¿Cómo está el ambiente para las ventas, los negocios y las empresas?
Para este análisis se entrevistaron a 703 personas mayores de 18 años, del 6 al 29 de mayo, en todo el territorio nacional, de manera aleatoria, usuarias de teléfono celular, lo que significa una cobertura proyectada que supera el 97 % de habitantes en el país. La medición se realiza cuatro veces al año.