Nunca había tenido la oportunidad de ver un avión en pleno proceso de mantenimiento y mucho menos de conversión. Fui la mañana del jueves 21 de julio a la Cooperativa Autogestionaria de Servicios Aeroindustriales (Coopesa) para conocer el trabajo que están haciendo para el gigante estadounidense Boeing, de transformar 40 aviones de pasajeros a aviones de carga.
Allí me recibió Kenneth Waugh, gerente de Coopesa y quien lidera este importante convenio.
En un recorrido por los hangares vi el talento costarricense que asume desde junio el trabajo de convertir estas aeronaves para responder a la urgente necesidad que tiene el mercado por tener más aviones de carga. Esta labor, es la primera de su tipo en Latinoamérica.
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La pregunta que se me vino a la mente fue ¿cuáles trabajos se necesitan hacer en un avión de pasajeros para que se pueda convertir en uno que transporte mercadería, más allá que retirar sus asientos? don Kenneth me lo aclaró.
“Lo primero que hay que saber es que toda aeronave está diseñada con una capacidad de peso y volumen. Para transformarlo a carga sus capacidades no cambian, pero sí hay que hacerle modificaciones importantes como cambiar las puertas pequeñas por unas grandes de carga, se quitan las sillas, se eliminan los baños, la cocina y se debe reforzar el piso para que aguante las tarimas de mercancía”, explicó.
Al quitar las puertas se debe reforzar, sellar y al mismo tiempo abrir el espacio para las puertas grandes. También se debe asegurar que las modificaciones y pesos sean aptos para las capacidades que tienen la aeronave.
Para hacer una transformación de este tipo se necesita invertir cerca de $1 millón para pagar la mano de obra, $2,3 millones para el cambio de puertas, más otros gastos asociados en el piso y demás modificaciones, hacen que el costo total sea de $4 millones por avión.
El tiempo de la conversión es de 90 días para los primeros aviones, pero en Coopesa confían que pueden reducirlos a 70 días cuando ya se desarrolle la agilidad para hacer estos trabajos.
El talento humano es básico para sacar adelante la tarea, y es por esto que se necesita la presencia de unos 38 técnicos en todo momento del proceso de conversión. Estos especialistas conocen sobre temas de estructura, mecánica y electrónica.
Más todo el apoyo del personal que se dedica a los trabajos de fuerza y mano de obra meramente.
En este momento están trabajando en la conversión de una aeronave, pero en agosto llegará la segunda, así que irán trabajando simultáneamente los vehículos para tener un ritmo activo de trabajo y así será hasta llegar a los 40 que ya están dentro del convenio con Boeing, pero en Coopesa esperan que sean más.
Urgencia de ampliar instalaciones
Durante el recorrido don Kenneth me dijo “mire, no tenemos ni un solo espacio libre, todo lo tenemos llenos de aviones, esto nos demuestra la urgente necesidad que tenemos por ampliar nuestro espacio para poder recibir más aeronaves”.
La industria aérea despegó luego de que la mayoría de las restricciones sanitarias fueran eliminadas y gracias a la altísima demanda de transporte de pasajeros y de mercancías, Coopesa atraviesa una época de abundancia; pero esa excelente demanda se ve opacada por el estrecho espacio que tienen.
La Cooperativa actualmente cuenta con un espacio de 60.000 metros cuadrados que se les hace pequeño para todas las ofertas que tienen de mantenimiento.
La compañía inauguró un hangar temporal que les ayudará a recibir entre 12 a 15 aeronaves más, pero esta cifra todavía se queda corta para la demanda real que tienen.
Por esta razón es que Coopesa ve con urgencia negociar con el Gobierno para que puedan trasladarse a unos terrenos que se ubican al oeste del aeropuerto con el objetivo de contar con un espacio de 140.000 metros cuadrados que les dé oxígeno para construir un hangar con seis posiciones para así poder responder a la necesidad de sus clientes.
Construir un espacio de este tipo requiere de una inversión de $42 millones.
“Hemos recibido solicitudes de mantenimientos que no podemos cubrir. El año pasado nosotros rechazamos cerca de 77 solicitudes, que son como $40 millones de ingresos que no pudimos atender, y en este año ya andamos por los 80 aviones rechazados”, afirmó Waugh.
Coopesa ya tiene vendido hasta mayo 2023 su espacio para darle mantenimiento a los aviones.
Esta no era una condición normal antes de la pandemia, esto es solo una muestra de lo voraz que está la industria aérea y la necesidad que tienen las aerolíneas por tener sus vehículos en condiciones óptimas para responder a las solicitudes de los clientes.
Personal capacitado
Dentro de esos aviones abiertos había técnicos costarricenses que están en un proyecto importante para el gigante estadounidense Boeing.
La transformación de los aviones es una respuesta a la creciente compra de artículos en línea. Marcas como Amazon por ejemplo, le ofrecen a sus clientes entregas en menos de 24 horas, pero al ver las cadenas de logística no hay rutas marítimas ni terrestres que lo permitan, por esto es necesario apostarle al transporte aéreo.
Además la crisis de contenedores y de logística en general obliga a diversificar la forma en la que se transportan los productos.
El personal tiene claro de la urgencia del proyecto y trabajan para hacer las entregas a tiempo.
Actualmente en Coopesa laboran 860 personas, de las cuales 95 están en entrenamiento para sumarse a las filas de la empresa y se proyecta que se necesitarán 400 más para hacerle frente a la alta demanda.
El proceso de formación de cada técnico tarda entre 24 a 36 meses, por lo que además del espacio físico la compañía también necesita colaboradores.
Su principal fuente de talento proviene del Tecnológico de Costa Rica (TEC), convenios con escuelas que imparten aeronáutica y cursos propios. La empresa además tiene un programa social en el que entrenan a personas provenientes de zonas marginales y que están interesados en convertirse técnicos para que apoyen en el proceso de mano de obra.
Las ganancias de la Cooperativa están en niveles récord, y en lo que va de estos cinco meses del año ya superaron todo lo que hicieron durante el 2021.
“En este momento faltan aviones, faltan vuelos, y a Coopesa le falta espacio para poder crecer”, me dijo don Kenneth mientras terminábamos el recorriamos por la pista del aeropuerto.