Después de 15 años de idas y vueltas legales acerca de la denominación de origen del queso Turrialba, Dos Pinos y otras marcas como Zarcero y Del Prado empiezan a hacer ajustes.
Estos fabricantes ya comenzaron con el cambio y retiro de los empaques de queso que usaban de manera relevante la palabra “Turrialba” para referirse al tipo de producto. El ajuste ya se puede apreciar en las góndolas de los supermercados.
Este proceso se lleva a cabo luego de que la Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos R. L. perdiera una demanda que interpuso contra el Estado, el Registro Nacional, la Asociación de Productores Agropecuarios de Santa Cruz de Turrialba (Asoproa) y la Asociación Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Turrialba.
Entre las objeciones de Dos Pinos estaban la propia denominación de origen y la utilización de la frase “queso Turrialba” para identificar este sello. Además pedía que se le reconociera el principio de “primero en tiempo, primero en derecho” al haber inscrito la marca “queso tipo Turrialba” años antes de que se iniciara el proceso de la denominación de origen.
Más recientemente Dos Pinos pretendía mantener la comercialización de su marca de queso “tipo Turrialba” bajo el argumento de la “coexistencia” con la Denominación de Origen (DO) otorgada a la Asociación de Productores Agropecuarios de Santa Cruz de Turrialba (Asoproa).
Sin embargo, el fallo indica que ningún producto que no sea con denominación de origen diga “Turrialba” en sus empaques. Por esta razón es que actualmente en las góndolas de los supermercados se nota esa transición que, en el caso de Dos Pinos, llevó a marcar las nuevas etiquetas con la indicación de “queso fresco”.
Si bien Turrialba no es un nombre comercial, los fabricantes suelen usar esta palabra en un lugar destacado de sus empaques, donde incluso llega a tener un tamaño hasta más grande que las propias marcas. Así el tipo de queso tiene más relevancia en el área de la etiqueta que el propio fabricante.
“Dos Pinos es respetuosa del fallo del Tribunal Contencioso Administrativo que reconoce la coexistencia de las marcas de queso fresco, así como de queso tipo Turrialba en el mercado. Nuestro principal interés ha sido siempre el respeto y la reglamentación para la coexistencia de nuestra marca queso tipo Turrialba y la denominación de origen”, afirmó Dos Pinos ante las consultas de El Financiero.
También se le preguntó a la compañía cómo marcha el proceso de retiro de empaques y si han experimentado pérdidas económicas por el cumplimiento del fallo legal. No obstante, no se refirieron a estas interrogantes.
“El consumidor final va a saber ahora que hay un queso original con características propias y únicas que se derivan de las condiciones climatológicas, geográficas, del proceso de producción, de su historia como tal inclusive, que generan y han dado a lo largo de los años un producto que el costarricense ha llevado a sus mesas propio de la región de Santa Cruz y Santa Teresita”, explicó Belisario Solano, abogado representante de Asoproa ante una consulta realizada por este medio en abril pasado cuando se dio a conocer este fallo.
Rescate de tradiciones
El proceso para obtener la denominación de origen en Santa Cruz de Turrialba ha sido una lucha de más de diez años que pretende rescatar las tradiciones culturales y decirle al consumidor de dónde proviene este queso tan popular. La ratificación de la denominación de origen ha permitido a las marcas retirar la palabra “Turrialba” de sus etiquetas, explicó Maritza Solano, fundadora de la empresa Del Guayabal que se dedica a la producción de queso fresco artesanal con denominación de origen.
“Dos Pinos por mucho tiempo se ha posicionado como la industria número uno produciendo un queso tipo Turrialba, pues reconoce que es una variedad de queso que nació en Santa Cruz y que al hacerla en otro lugar del país hay que ponerle “tipo Turrialba” (...) Y efectivamente la empresa ha llevado como industria un volumen al que el consumidor tiene mayor acceso en los supermercados”, explicó Solano.
La empresaria detalló que otros productores en Santa Cruz distribuyen a intermediarios y hasta sin etiquetas por lo que el consumidor es incapaz de ver la zona de origen.
La denominación de origen le da un impulso a los productores locales porque es un diferenciador ante el resto del mercado y porque en principio se espera que el consumidor sea más consciente de los productos que busca.
Según Solano este tipo de queso garantiza que los ingredientes que lleva el producto son frescos, con leche líquida. Por un tema de costos o disponibilidad de materia prima, en ocasiones la industrias producen queso a partir de leche en polvo.
“Es muy positivo la actitud responsable de Dos Pinos de ser el que está iniciando con esta eliminación de las etiquetas que dicen Turrialba. Ojalá el resto de las industrias sigan este ejemplo”, afirmó Solano en respuesta a otras empresas que no tienen la denominación de origen y por ende también deben seguir este proceso de cambio de empaques.
¿Por qué nace la disputa legal?
El inicio del Queso Turrialba se remonta a décadas atrás (algunos estudios indican que su fabricación comenzó a finales del siglo XIX), en los pueblos vecinos de las frías faldas del volcán Turrialba, los cuales fueron la cuna de la elaboración de un queso tierno blanco.
Este queso empezó a elaborarse a lo largo del territorio costarricense en repuesta a su alta demanda. Por ello, los productores de Santa Cruz y de Santa Teresita de Turrialba encontraron en la propiedad intelectual una herramienta de protección a su innovación culinaria: la denominación de origen.
La solicitud de este registro fue interpuesta en el 2008 y puso a prueba la aplicación de un concepto relativamente nuevo en el país y la región. El otorgamiento de las denominaciones de origen no era común, por lo que era fundamental en este caso cumplir con todos los requisitos de manera completa y fundamentada. Cuatro años después de presentada la solicitud, el Registro de la Propiedad Industrial le aprobó la denominación de origen a la Asociación de Productores Agropecuarios de Santa Cruz de Turrialba.
Esta decisión impide a las empresas del sector lácteo utilizar el nombre Turrialba en sus quesos, debido a que no son fabricados en ese territorio ni cumplen otros requisitos de la denominación de origen.
El queso Turrialba es el más consumido en Costa Rica. En los supermercados se venden anualmente más de 700.000 kilos de este producto lácteo por un valor superior a los $6 millones.
El único queso con denominación de origen en los supermercados es el de la marca Del Guayabal, que representa menos del 1% de las ventas.