A la hora de que una empresa decide realizar un reporte de sostenibilidad debe tomar como punto de partida sus temas claves y prioritarios o agenda que le brinde mayor competitividad a la compañía dentro de su sector que se desempeña, pero también que le permita evitar una crisis organizacional en el futuro.
Asimismo, seguir un estándar o formato que guíe a la compañía en temas de gestión de riesgo ambiental, social y de gobernanza (ASG), permite un mejor desempeño financiero empresarial y mejor capacidad de resiliencia.
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Un reporte de sostenibilidad es una rendición de cuentas de la gestión responsable y de sostenibilidad del negocio, una herramienta de comunicación y de transparencia operativa.
Debe detallar de forma clara y apegada a la realidad de la empresa cuáles son los impactos a nivel social y ambiental de las operaciones de la compañía, a la vez que, expone las distintas iniciativas implementadas para medir, reducir y mitigar esos impactos.
“Se trata de que el informe recoja la información de gestión y la empaque de una forma útil para que la empresa rinda cuentas a los diferentes stakeholders o públicos de interés en temas de sostenibilidad”, explicó Olga Sauma, directora ejecutiva de la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED).
Por norma general, la periodicidad de un reporte de sostenibilidad es anual, y normalmente se debe presentar en los tres meses posteriores al cierre fiscal de la empresa.
Algunos estándares o formatos más conocidos actualmente para ejecutar reportes de sostenibilidad son: el Global Reporting Initiative (GRI), Consejo Internacional de Reportes Integrados (IIRC por sus siglas en inglés), Carbon Disclosure Project (CDP) y los Principios de la ONU para la Inversión Responsable (PRI), entre otros.
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Gisela Sánchez, directora de relaciones corporativas de Fifco, afirmó que basar el reporte de sostenibilidad en metodologías mundiales aporta credibilidad y respaldo.
Por ejemplo, el Reporte Integrado de Fifco se elabora con las metodologías del Consejo Internacional de Reportes Integrados (IIRC) y el Global Reporting Initiative (GRI), bajo la denominada opción exhaustiva. Además, mantienen una relación de intercambio profesional con los expertos locales de la Alianza Empresarial para el Desarrollo.
“En nuestro caso, al ser un reporte elaborado bajo metodología integrada, demostramos la generación de valor económico, social y ambiental de forma simultánea y como las distintas iniciativas están interconectadas, evidenciando como la sostenibilidad es un eje transversal en nuestra operación”, expresó Sánchez.
En la actualidad, hacer reportes en las empresas de mayor tamaño es prácticamente una regla.
“De las 250 empresas más grandes del mundo, el 96% de estas reportan con una periodicidad anual. Y tres de cada cuatro empresas, según un estudio que hizo KPMG a finales del año pasado, utilizan la metodología GRI”, expresó la directora ejecutiva de AED.
“También, midieron las empresas líderes de 52 países y tuvieron una muestra de más de 5.200 empresas. El 80% ya están reportando y el 67% lo hacen con metodología GRI”, agregó Sauma.
Por otra parte, los informes de sostenibilidad deben regirse por un principio de balance.
Es decir, no se trata solamente de presentar los logros o alcances positivos de la empresa, sino que se trata de cotejar lo “bueno” con los diversos desafíos que tenga la compañía por delante.
Además, Sauma enfatizó que, el concepto de “medir y medir y medir para ver cómo le va a la empresa”, desapareció. Ahora, se debe medir y analizar minuciosamente los temas prioritarios para poder asumir compromisos de mediano y largo plazo que sean alcanzables.
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¿Qué debe contener un reporte de sostenibilidad?
1. Perfil organizacional: qué hace la empresa, dónde está ubicada, mencionar si tiene subsidiarias, resaltar los productos y servicios que ofrecen, cómo se conforma el grupo corporativo. Se trata de establecer bien quién es la organización, cuál es el alcance y cómo se toman las decisiones dentro de esta.
2. Contexto de sostenibilidad y tendencias: este apartado debe responder a preguntas como ¿por qué la sostenibilidad es importante para mí empresa?; ¿por qué la organización debería estar gestionando estos temas?; ¿qué es lo que está pasando en el país y alrededor del mundo que impacta a la compañía?; ¿cuáles son las macrotendencias que se están viviendo?
3. Priorización de temas materiales que se hagan según el sector de actividad económica al que pertenece la compañía: las empresas deben hacer una introspección para entender cuáles son sus principales impactos dentro de la actividad a la que pertenecen. Con base a los temas se define una estrategia para abordarlos.
“Esto es un tema importantísimo, porque hace algunos años la gente lo que hacía era enumerar un montón de buenas acciones y programas muy bonitos que tenían, pero no necesariamente pasaba eso por entender de dónde realmente venían los impactos”, dijo Sauma.
Por su parte Sánchez afirmó que es relevante demostrar cómo el accionar de la compañía contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas.
4. Consultas a partes interesadas: tener una comunicación activa con las partes interesadas o stakeholders (consumidores, proveedores) para poder tener una perspectiva distinta de los impactos que está teniendo la empresa y que no necesariamente son vistos a lo interno.
Yanancy Noguera, directora y fundadora de la Asociación Punto y Aparte, explicó que las compañías se nutren de las opiniones que tienen o emiten las partes interesadas sobre determinado negocio, y el diálogo con ellos debe estar presente al inicio y al final del reporte de sostenibilidad. Esta entidad brinda apoyo en el campo de comunicación a las empresas.
Recalcó que los enlaces deben ser muy estructurados para que los stakeholders generen aportes significativos que vayan permeando la estrategia de la organización. Al mismo tiempo el reporte de la empresa debe ser un reflejo de la estrategia en el que las partes se sientan identificadas y valoradas.
“Los reportes de sostenibilidad son un compromiso ambicioso, pero al mismo tiempo necesario, ya que todos los consumidores, proveedores y colaboradores están esperando que las empresas sean organizaciones que impacten positivamente a la sociedad, no solo que generen empleo o utilidades a sus dueños, sino que también haga un uso responsable de lo que el mundo tiene”, añadió Noguera.
Sánchez, concuerda que en los últimos años también se nota un público más interesado en conocer, estudiar y comprobar los resultados e información que se presenta en un reporte integrado.
Los consumidores se interesan para saber qué hacen las marcas en sostenibilidad, los inversionistas o entes regulatorios para verificar estados financieros, pagos tributarios y certificaciones internacionales entre otras acciones.
5. Medición del desempeño de la organización: estrategia de abordaje de todos los temas materiales, cómo plantear metas, objetivos, métricas, cómo ser compatibles con el tiempo, y cómo se evidencia el movimiento de la empresa hacia una correcta dirección.