Visita de patrocinadores, apertura de una academia, partidos con entradas agotadas y buenos dividendos en perspectiva: la gira de pretemporada del París Saint- Germain F.C. en Japón es una lucrativa operación financiera, pese a algunos problemas en la organización y un calor extremo, que complicó la preparación deportiva.
El entusiasmo del público local por Mbappé, Messi, Neymar y el resto de jugadores se ha podido ver en la afluencia récord en el primero de los tres amistosos disputados en el país del sol naciente, el miércoles frente al Kawasaki Frontale (victoria por 2-1).
Con casi 65.000 entradas vendidas, el National Stadium de Tokio, escenario de las ceremonias de apertura y de clausura, así como de las pruebas de atletismo, de los Juegos Olímpicos de 2020, no había conocido una afluencia parecida de espectadores, ni siquiera con la visita de Brasil en junio.
LEA MÁS: ¡Estamos en Qatar! La actividad económica siempre crece de forma extraordinaria en los mundiales
El precio astronómico de las entradas (de 5.000 a 1 millón de yenes, de 35 a 7.000 euros o dólares) no frenó aparentemente a los aficionados, que no dudaron tampoco en sacar su billetera (de 2.000 a 4.500 yenes, de 18 a 30 euros o dólares) para asistir el lunes 18 de julio a una sesión de entrenamiento a la que acudieron 13.000 personas.
Una pasión que respalda la decisión de la directiva parisina de ir a Japón, tras dos años de interrupción de las concentraciones estivales en el extranjero debido al coronavirus. Una buena operación para el promotor Circus y la cadena de televisión TBS, que desembolsaron $10 millones, según varias fuentes, para atraer a las estrellas parisinas.
Al PSG le atrae el mercado japonés particularmente desde 2019 con diversos contratos (Arax, fabricante de máscaras, o los juguetes de colección Bearbrick), la apertura de dos puntos de venta (Tokio, Nagoya), de un café en la capital, una presencia en la red social Line y la creación de un equipo de e-sport. Un local comercial efímero de 200 metros cuadrados (m2) también abrió sus puertas en el célebre barrio animado de Shinjuku, en Tokio, hasta el 25 de julio.
Con China cerrada a los visitantes debido al COVID-19, la ocasión era ideal para el PSG con el fin de reforzar sus lazos con un país en el que reivindica 6 millones de seguidores.
“China sigue siendo un mercado capital y fundamental para el club, pero hemos desarrollado bastantes cosas en Japón. Hemos abierto una oficina de representación y es muestro primer comercio por internet en Asia. La demanda es muy fuerte. Estamos convencidos de que saldremos reforzados con esta gira”, explicó a la AFP Sébastien Wasels, director para Asia del PSG, que tiene su base en Singapur.
El fichaje de estrellas como Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé constituye una baza considerable en un mercado que el responsable parisino juzga "volátil" pero muy "apegado a las estrellas", contrariamente a América del Norte, donde la identificación para los aficionados llega "a través de un club y una franquicia".
Tras dos veranos perturbados por las medidas sanitarias, se ha dado un regreso a las giras promocionales para el PSG y los grandes clubes europeos.
“Los clubes se marchan de gira para prepararse con vistas a la temporada a venir, pero también por los beneficios financieros que sacan de ellas. Incluyendo una prima de participación, una parte de los ingresos por las entradas, la mercadotecnia... Quieren también crear o mantener la adhesión de los aficionados, que puede darles beneficios a medio o largo plazo”, analizó para la AFP Simon Chadwick, director del Centro Deportivo Eurasiático de la EM Lyon Business School.
Solo queda poder combinar obligaciones comerciales e interés deportivo, algo que no es fácil de ensamblar con jugadores acaparados toda la jornada por actividades de mercadotecnia en un período que en principio debería estar dedicado a la preparación física y táctica.
Y en Japón, el PSG tuvo que plegarse a estas operaciones.
Entre problema técnico y traducciones con fallos, la presentación de la gira no fue un modelo, en presencia del trío Messi-Mbappé-Neymar, a veces desconcertados. Igual que el encuentro organizado con Yoichi Takahashi, creador del célebre dibujo animado Oliver y Benji, que solo duró cinco minutos el martes tras una sesión de fotos, para disgusto de Mbappé y Neymar, grandes seguidores de la serie.
El pesado clima de verano en Japón también empujó al equipo técnico a avanzar su regreso en dos días (el 26 de julio) para que no haga mella en los organismos antes de la primera verdadera cita de la temporada, el Trophée des Champions (la Supercopa de Francia) contra Nantes, el 31 de julio en Tel Aviv.