Como la mayoría de sectores empresariales del país, las compañías de alquiler de vehículos o rent a car sufrieron las consecuencias de la crisis económica provocada por la pandemia. Esto los obligó a reducir su flota de vehículos y buscar nuevas fuentes de ingresos para ajustarse a la demanda local e internacional.
Pese a esto, han hecho esfuerzos en tecnologías contact less o sin contacto para hacer el proceso de alquiler lo más seguro para el consumidor; desarrollaron apps para que sus clientes puedan reservar con anticipación el vehículo; y hasta han tercerizado sus servicios.
Por ejemplo, algunas ofrecen lavado de vehículos; asistencia en carretera y mecánica; servicio de logística a cadenas de supermercados y empresas de paquetería; con el fin de tener gastos variables y poder sobrevivir con menos gasto fijo por la incertidumbre de los ingresos.
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Paulo Vargas, presidente de la Asociación Costarricense de Auto Rentistas (Acar) y gerente general de Budget Rent a Car, explicó que las empresas de alquiler de vehículos solo han recibido entre un 30% y un 40% en ingresos por ventas entre diciembre 2020 y marzo 2021; en comparación con diciembre 2019 y marzo 2020 (antes de ser decretada emergencia nacional en el país).
Asimismo, Vargas destacó que la flota total del país se redujo casi al 50% por los efectos de la pandemia.
“Según los cálculos que tenemos en Acar antes de la pandemia habían alrededor de 13.000 unidades, ahora calculamos que hay entre 7.000 y 8.000 unidades”, expresó el presidente de la Asociación.
Con respecto a la demanda local, existió un leve incremento en los meses cuando había restricción vehicular sanitaria más estricta, ya que a los rent a car se les permitía circular.
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“Algunos bancos no están apoyando tanto a las empresas de alquiler, lo cual hace muy difícil la renovación de la flota y la renovación de líneas de crédito a corto plazo para la operatividad de las empresas. Esto ha causado que los rent a car vendan más flota, para así tener el efectivo necesario para seguir con las operaciones normales”, agregó Vargas.
Los ajustes y la recuperación
Según la mayoría de empresas consultadas, los meses críticos de la pandemia (de abril a agosto 2020), el mercado local permitió tener un mínimo de operaciones de aproximadamente 10%, comparado al 2019.
La apertura de fronteras en setiembre del año pasado, permitió iniciar una lenta recuperación; y para marzo de 2021, se han alcanzado volúmenes importantes, sin embargo, las cantidades siguen lejos de las logradas en años anteriores.
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Xiomara Brenes, gerente general de Grupo National, Alamo y Enterprise Car Rental (ANC) de Costa Rica; expresó que el principal impacto en sus tres marcas, fue tener una reducción del 90% de los ingresos de un mes a otro.
“Las empresas como la nuestra han tenido que reinventarse no solo buscando nuevas oportunidades de negocios sino que reajustando toda su estructura de costos. Nuestras marcas incursionaron fuertemente en el negocio de logística, brindando servicio a importantes cadenas de supermercados y empresas de paquetería”, expresó Brenes.
Asimismo, destacó que con respecto a las reservaciones de vehículos, los bookings internacionales rondan los siete días, lo que limita a la programación a mediano plazo de las operaciones.
Por su parte, Maximiliano Ruiz, sales and marketing director de AmiGO Rent a Car, comentó que tomaron la decisión de dejar la franquicia Thrifty —la cual tuvieron por más de 20 años— y lanzar su nueva marca AmiGO Rent a Car, esto con el fin de generar un cambio fresco para el público, manteniendo sus estándares de servicio y calidad en la flotilla.
“Uno de nuestros objetivos fue colaborar con pequeñas y medianas empresas locales como nuevos proveedores de algunos servicios que la franquicia nos forzaba a contratar fuera. Con el cambio decidimos que todo quedara en nuestro país, y así ayudar a la economía local en un momento clave”, contó Ruiz.
No obstante, como parte de los ajustes para abaratar costos en la compañía, se dio el cierre de su oficina ubicada en Jacó Walk en Garabito.
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La mayoría de rent a car expresaron que sí existe una recuperación relacionada directamente con la apertura de las fronteras aéreas y con las noticias sobre el avance de la vacunación en los países que generan mayor visitación y turismo en Costa Rica.
Sin embargo, se observa que para la temporada 2021, las compañías no invirtieron en la compra de vehículos, lo que significa que muy pocas empresas van a renovar la flota para el 2022.
“Esto puede provocar que los vehículos actuales se desgasten y no puedan cubrir las necesidades y expectativas del turista extranjero”, afirmó Vargas, presidente de Acar.