La empresaria estadounidense Elizabeth Holmes fue sentenciada el viernes a poco más de 11 años de prisión por defraudar a los inversionistas con Theranos, su empresa de biotecnología que prometía una revolución en diagnósticos médicos.
Holmes, que está embarazada, no tendrá que entregarse hasta el 27 de abril del próximo año, de acuerdo con el fallo del juez federal de distrito, Edward Davila, pronunciado en un tribunal de San José, California.
La fundadora de Theranos fue condenada en enero por persuadir a los inversionistas durante 15 años de que había desarrollado un dispositivo médico revolucionario antes de que la empresa colapsara.
"Asumo frente a ustedes mis responsabilidades por Theranos. Amé Theranos. Era el trabajo de mi vida", declaró Holmes en la audiencia, entre sollozos, justo antes de ser pronunciada la sentencia.
"Estoy devastada por mis fracasos", agregó la exestrella de Silicon Valley. "No pasó un día de los últimos años sin que yo haya estado profundamente afectada por lo que las personas tuvieron que pasar a causa de mis errores", dijo.
Sin embargo, la fiscal federal Stephanie Hinds argumentó en los documentos judiciales que Holmes estaba "cegada por la ambición".
Con aparente nerviosismo a su llegada al tribunal, la exdirectiva de Theranos, de 38 años, estaba acompañada por sus padres y por su compañero, Billy Evans.
La fiscalía había solicitado 15 años de prisión y la restitución de $800 millones a las víctimas de Holmes, mientras que la defensa había pedido una condena máxima de un año y medio de prisión.
Su abogado anunció el viernes que procedería con una apelación.
"La tragedia en ese asunto es que la señora Holmes es brillante" y llegó a hacerse un lugar en un mundo "dominado por los egos masculinos", señaló el juez.
Pero también hubo "suficientes pruebas de manipulación y de mentiras utilizadas para hacer negocios", agregó.
El magistrado explicó no haber tenido en cuenta el aparente remordimiento de Holmes con respecto a los riesgos potenciales para los pacientes dado que que ella fue absuelta de los cargos de fraude contra ellos.
Holmes fundó Theranos en 2003, a los 19 años de edad, con la idea de fabricar una herramienta de diagnóstico rápido con unas pocas gotas de sangre, indoloro y menos caro que los realizados por laboratorios tradicionales.
La empresaria convenció a los inversionistas de que su invento podría cambiar la práctica médica, reemplazando costosas pruebas de laboratorio. Sus argumentos le ayudaron a recaudar cerca de mil millones de dólares sin haber logrado nunca ingresos significativos.
El meteórico ascenso y rápida caída de Holmes ha sido el tema de libros, películas y series de televisión que enfocaron su historia como una advertencia sobre los excesos de la industria de la tecnología que sigue de forma ciega a líderes carismáticos.
En cierto punto, la empresa contó en su junta directiva con el exsecretario de Defensa de Estados Unidos James Mattis y con los exsecretarios de Estado Henry Kissinger y el fallecido George Shultz.