Ante las dificultades que plantea la pandemia para reunirse con familiares y amigos, la empresa The Cookie Jar Factory tiene el objetivo de convertirse en una vía para comunicar sentimientos, mediante el envío de galletas.
En sus primeros meses, la marca ha comercializado galletas de la fortuna, y espera ampliar su oferta para atraer a diferentes públicos.
Marisol Salazar, emprendedora de The Cookier Jar Factory, explicó que los primeros pasos del proyecto se dieron con la venta de productos en una cadena de supermercados nacional. La respuesta positiva del público le dio el impulso para ampliar el negocio, innovar y crear una marca con un propuesta de valor ligada a la actualidad.
Los resultados positivos en esta nueva etapa han aumentado su confianza en el proyecto: comenzaron el 9 de abril y ya están fabricando 2.500 galletas por semana.
“Ha sido una respuesta súper positiva, si bien esperábamos tenerla nos ha sorprendido que más que el sabor de las galletas, que es delicioso, nuestros consumidores de verdad encuentran una experiencia diferente en algo tan sencillo como lo es comerse una galleta, dependiendo del mensaje transmitís emociones que llegan a los consumidores y eso nos parece súper valioso”, relató Salazar.
Este es un proyecto que forma parte del catálogo en línea OlibaPay, donde los compradores pueden escoger el producto, la cantidad, indicar los detalles para la entrega y pagar. A esto también atribuyen parte de su éxito.
Pietro Sudassasi, co-fundador de Oliba y gerente de Oliba Marketing, explicó que su marca brinda una plataforma para que las pymes puedan vender en línea en forma rápida, fácil y sin tener que invertir tanto tiempo, dinero y recursos para lograrlo.
“Muchas tiendas en línea te piden completar varios pasos antes de poder comprar: formularios muy largos, demasiada información y llega el punto adonde el cliente ya ni sabe cuál botón seleccionar para poder comprar. Esto hace que se pierdan muchísimas ventas, los famosos carritos abandonados. Recordemos que actualmente, y ni si quiera por el COVID-19, los compradores queremos todo rápido y al menor contratiempo nos vamos y pasamos a la siguiente oferta”, explicó Sudassasi.
Significado
Las galletas tienen diferentes temáticas: hay musicales (con frases de canciones de géneros o artistas específicos), de amistad, de amor y de fortuna, entre otras. Las que motivaron el proyecto fueron las galletas #yomequedoencasa.
También fabrican galletas personalizadas, que permiten a los clientes escoger los mensajes para ocasiones especiales y en actividades laborales o sociales.
Para los envíos se debe considerar el tiempo de entrega, pues las galletas que va de 72 horas a cuatro días, en horario hábil de lunes a viernes.
“Pensamos que es un negocio que no sólo nos divierte a nosotros crearlo pero que le puede cambiar el día a alguien con un detalle tan sencillo, nuestros productos se prestan para contagiar felicidad y con la respuesta de la gente estamos viendo que es algo que se está buscando mucho ahorita con la pandemia y no estará de más en el futuro”, afirmó Salazar.
Lecciones
-¿Cuál es la principal lección que aprendió como empresario al emprender en medio de una crisis?
En esta crisis hemos aprendido a confiar en el proceso y buscar las oportunidades, de verdad es cierto que hay que tirarse al agua y hacerlo lo mejor que se pueda.
-Lo principal para atraer clientes ha sido:
Buscar conexión: familiarizarnos con aquellas necesidades que pueden tener nuestros clientes y darles soluciones para que puedan trabajar con nosotros.
-¿Planean mantener el negocio a largo plazo, después de la pandemia? ¿Por qué?
Definitivamente, nuestra visión es a largo plazo tener un caso de éxito formando parte de los negocios que durante la pandemia decidieron hacer las cosas diferentes y encontrar las oportunidades.