Existen diversos exámenes médicos y pruebas de laboratorio que cualquier persona debería realizarse periódicamente para determinar que no existen problemas de salud que muchas veces son fáciles de detectar, pero que pueden ser de muy complejo o nulo tratamiento cuando se diagnostican de forma tardía.
Este tipo de prácticas médicas siempre son recomendables, pero más aún en el caso de aquellas personas que necesitan controlar un padecimiento que ya tienen identificado o cuyo historial familiar cuenta con antecedentes de padecimientos graves, como algún tipo de cáncer.
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“Por ejemplo, si una persona sufre cáncer de colon, es muy importante realizar colonoscopia a sus familiares de primer grado al menos, o si se tiene una persona diabética, la medición periódica de los niveles de glucosa en sangre en ayunas o la hemoglobina glicosilada permite ver la evolución, las pautas de tratamiento y planes a seguir en el control de la diabetes”, explicó Francisco Javier Ortiz, doctor especialista en medicina familiar.
El sitio especializado del Gobierno de los Estados Unidos, Medline Plus, explica la importancia de hacerse este tipo de exámenes, aún cuando no se experimentan síntomas sensibles de una enfermedad. “Incluso si usted se siente bien, debe visitar a su proveedor para que le realice chequeos regulares. Estas consultas pueden ayudarle a evitar problemas en el futuro. Por ejemplo, la única manera de averiguar si usted tiene presión arterial alta es hacerse chequeos regulares. El azúcar alta en sangre y los niveles de colesterol alto pueden no tener síntomas en las etapas tempranas y un simple examen de sangre puede detectar estas afecciones”, se lee en su página web.
¿Cuáles son los exámenes recomendados para cada persona, por edad y por factores de riesgo? y ¿cuánto tengo que pagar para practicármelos periódicamente en Costa Rica? EF revisó la información disponible y le explica.
Los exámenes
No existe una guía específica o definitiva de exámenes o pruebas para todas las personas. Sin embargo, sí es posible establecer recomendaciones mínimas por grupo de edad, según explicó el doctor Ortiz.
“Es fundamental identificar que el envío o no de exámenes de laboratorio y otros depende del ciclo de vida de cada persona, del riesgo familiar, epidemiológico o genético que la persona tenga y del o los padecimientos que se quieran identificar”, explicó.
Son pocos los exámenes que se recomiendan para la gran mayoría de personas, como los hemogramas completos (exámenes de sangre regulares), los cuales permiten identificar irregularidades en la composición sanguínea que puedan atribuirse a infecciones o a enfermedades que ya están generando efectos en el organismo aunque todavía no se manifiesten más claramente en el organismo.
Otros exámenes son recomendables cuando la persona tiene riesgos particulares por su género o por su edad. Tal es el caso de las pruebas para la detección temprana de problemas en el aparato reproductivo de hombres y mujeres, o para controlar el estado de los huesos en el caso de las personas adultas mayores.
“Existen exámenes como la prueba del talón, para detección de múltiples padecimientos desde el nacimiento, así como otros para uso en la edad adulta o adulta mayor, como por ejemplo, la densitometría ósea para mujeres en edad pre o postmenopáusica con factores de riesgo de osteoporosis”, explicó el médico familiar.
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Otro tipo de exámenes son los que se recomiendan por cuestiones epidemiológicas, como los referentes a infecciones de transmisión sexual (ETS). En estos casos, además de cualquier riesgo genético, también están los riesgos de contagio a los cuales se expone cualquier persona con una vida sexual activa.
En cuanto a la regularidad con la cual cada persona tiene que practicarse sus chequeos, esto depende de cada caso, según explicó Ortiz. “La regularidad del estudio también depende de lo que se quiere diagnosticar así como el seguimiento; por ejemplo, el envío del antígeno prostático específico no sólo para diagnosticar (junto con el tacto rectal), aquellos hombres con riesgo de hipertrofia o de cáncer de próstata, sino también como seguimiento durante y postratamiento de estas enfermedades prostáticas”
Los precios
Los costos de las pruebas periódica varían según cada oferente. EF revisó los catálogos de precios de distintos oferentes, con el fin de acceder a algunas referencias básicas.
Los montos encontrados fueron los siguientes en Hospital Metropolitano y Laboratorios Páez:
- Hemograma completo: ¢16.249
- Examen coproparasitológico: ¢37.505
- Perfil de lípidos: ¢28.751
- VDRL: ¢12.938
- Detección de Papiloma Humano: ¢56.253
- VIH: ¢23.755
- Antígeno prostático específico: ¢27.608
- Función renal: ¢19.996
- Glucosa en ayunas: ¢10.628
- Colonoscopía: ¢243.394
- Gastrocopía: ¢106.261
- Densitometría ósea: ¢48.759
Por otra parte, Laboratorios Labin también ofrece paquetes completos con varias pruebas como el Control Labin Platinum, el cual tiene un costo de ¢321.813 para hombres y de ¢319.071 para mujeres. Ellos incluyen pruebas de sangre y para la salud renal, incluidas aquellas para prevenir la diabetes y para controlar los niveles de colesterol; así como las pruebas específicas para hombres y mujeres.
La empresa también ofrece planes con costos menores para cuestiones de salud sexual, control hepático y gastrointestinal, para niños y para mujeres embarazadas.
La periodicidad en la que deben realizarse los exámenes depende de cada persona y los riesgos a los que está expuesta. Por eso, es importante buscar orientación en consulta médica, la cual también es importante para el análisis de los resultados de cada procedimiento.
Según el médico Ortiz, entre más factores de riesgo tenga una persona, también aumentan proporcionalmente las ventajas de realizarse chequeos periódicos específicos.
Es recomendable hacer un seguimiento más intenso principalmente cuando existen riesgos por “enfermedades con alta carga hereditaria, o las relacionadas con hábitos personales o familiares nocivos”. Estos pueden ser los casos de aquellas personas en cuyas familias existen historiales de cáncer o cuando la personas es fumadora o está expuesta a alguien que lo hace.
“Por ejemplo, una persona adolescente con obesidad tiene más riesgo de desarrollar diabetes, por lo cual la medición de glucemia y perfil de lípidos está más indicada, o el tamizaje por enfermedades de transmisión sexual con énfasis en VIH están más indicadas en personas con alto riesgo de estas debido a sus hábitos sexuales”, aseguró.