“¡Cómo cuesta ese concepto!”, aceptó Silvia Chaves, fundadora y presidenta de Grupo Florex, en relación a ser una empresa que produce artículos para limpieza con químicos, pero amigable con el ambiente.
Para algunas personas los productos con químicos no son ecológicos, pero Florex demuestra que la limpieza del hogar o industrias puede efectuarse con una producción en la que el ciclo de vida controlado puede generar un producto amigable con el ambiente.
Las materias primas y el análisis del impacto ambiental que refleje el grado de biodegradabilidad contribuye a que la empresa conozca en cuánto tiempo va a biodegradarse sin afectar de manera negativa el agua, el suelo y el aire.
La empresa trabaja orientada en los Objetivos de Desarrollo Sostenida (ODS) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. El objetivo ligado a la producción y consumo responsable lo ejecutan con procesos de innovación en productos químicos de limpieza sostenibles y de bajo impacto ambiental.
La experiencia los ha llevado a eliminar de su planta algunas materias primas que se descubrió que provocaban a largo plazo problemas de salud. Parte de la filosofía de Florex es que toda la cadena logística debe alinearse al ADN del grupo que consiste en cuidar el ambiente.
En el 2021 recibieron la certificación Programa País Carbono Neutralidad de Costa Rica, en la categoría organizacional plus.
“Nosotros lo que hemos hecho es hablar con nuestros proveedores y ver certificado de Rainforest y más certificaciones de sostenibilidad para asegurarnos de que esa materia prima -además de todo lo bueno que ya tiene- en su origen de fabricación sea también amigable, que sea libre de trabajo infantil, que sea libre de esclavitud”, puntualizó Henry Chaves, coordinador de producción.
Esa misión de la empresa persiste aún cuando el 55% del capital accionario lo compró la compañía Nacascolo Holdings —representada por Whole Foods Markets S.A.—, a finales de setiembre del 2021.
En noviembre 2021 registraron la mayor producción en el año con 142.25 metros cúbicos (m3). Además, al sumar las operaciones en el país y las exportaciones a Centroamérica, cerraron el año con una venta total de ¢3.309.295.369, lo cual se traduce en un crecimiento de alrededor del 0,2% con respecto a lo generado en 2020.
Fórmula Florex
La empresa cuenta con un equipo de investigación y desarrollo que trabaja con los químicos realizando control de calidad, diseño y análisis microbiológico.
“Nosotros nos encargamos de definir las materias primas, realizar las pruebas de desempeño, hacer las mezclas, hacer los análisis para poder definir cuáles son las características que el producto debe cumplir, cuáles son los requisitos para producción y también los registros sanitarios”, explicó Maynor Arias, coordinador de Investigación y Desarrollo.
También hacen productos a base de microorganismos, por lo que una persona especializada se encarga de aislar microorganismos, ponerlos a crecer y después formularlos en un producto final.
Arias afirma que la investigación y formulación de químicos es más minuciosa cuando debe garantizarse que son amigables con el ambiente.
“Es más minucioso porque hay unos estándares que nosotros tenemos que seguir. Por ejemplo, nosotros en este momento estamos cumpliendo con las normas de etiquetado europeo, entonces estas normas dicen qué ingredientes están prohibidos, cuáles deben ser excluidos, cuáles son los requisitos de funcionalidad del producto, cuáles son los requisitos de empacado y de etiquetado”, precisó Arias.
A partir de todos esos detalles, seleccionan las materias primas para desarrollar los productos. Cada año revisan actualizaciones sobre hallazgos en las materias primas que utilizan para mantenerse informados respecto a algún tipo de riesgo al ambiente o a la salud.
Resinas plásticas
Florex reutiliza los envases de un galón por medio de la recolección. Cuando el envase regresa a la empresa, les quitan las etiquetas, la tapa y lo depositan en una máquina que los tritura: lo generado se acumula en diferentes estañones.
El material que genera la trituradora para molienda de envases lo lavan con agua y químicos básicos para quitar residuos de grasas y polvo. Luego lo mantienen en camas de secado y un proveedor lo convierte en perlas (pellets) que se utiliza para crear nuevos envases, pero ahora con resina 100% reciclada.
“Actualmente estamos procesando unos 370 kilos semanales de resina; al mes son como unos 1.500 o 1.600 kilogramos y es lo que enviamos al proveedor. Todavía no hemos logrado que eso sea el volumen de todo el plástico que consumimos por el tema del retorno y la velocidad de procesamiento, pero la idea es llegar a eso”, señaló Henry Chaves, coordinador de producción.
La empresa también brinda la opción de rellenar los envases; sin embargo, su fundadora comenta que no es una tarea sencilla desde la perspectiva biotecnológica porque tienen que definir qué producto sí y qué producto no puede ser parte de la posibilidad de ‘relleno’ porque algunos pueden ser muy susceptibles a contaminación en el proceso.
“Decidimos que no íbamos a aceptar envases que no fueran de Florex, porque nosotros conocemos cuáles son las dimensiones”, expresó Silvia Chaves, fundadora y presidente de Grupo Florex.
En dicha empresa también fabrican productos para marcas privadas.