El grupo estadounidense Sanford Health adquirió el 12,5% de la participación accionaria de la unidad de salud de Grupo Montecristo, aun cuando su intención era obtener un porcentaje mayor que ese.
¿Por qué no darle más control del Hospital Metropolitano, Medismart, Labinclin, Drs. Dent y Laboratorios Páez? Para Francis Durman, director ejecutivo de Grupo Montecristo, no era necesario.
La compra de acciones, más allá de inyectar el capital suficiente para poner en marcha un agresivo plan de expansión, dotará al negocio de salud de herramientas de primer mundo para conservar y captar nuevos clientes de clase media y media-alta.
Así lo explicó Durman a EF en una entrevista en la que habló sobre sus aspiraciones para el negocio de salud de la mano de Sanford, el estado de las otras empresas del Grupo Montecristo y la situación económica que atraviesa el país.
—Sanford y Montecristo firmaron un acuerdo de cooperación en enero pasado, ¿por qué no efectuar la compra desde un inicio?
—Nosotros empezamos a conversar en 2016. Duramos año y medio en hacer el acuerdo de colaboración porque estábamos conociéndolos a ellos, y ellos a nosotros; teníamos que valorar si compartíamos la misma forma de ver la medicina.
Cuando vimos que ya estábamos listos para ser “novios”, hicimos el primer contrato de colaboración en el que les pedíamos que nos ayudaran en algunos aspectos, y empezamos a hacer realidad diferentes tareas que estaban en papel. Cuando ya vimos que también caminaba, dimos el paso natural (venta de acciones).
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—¿Ellos querían la totalidad del negocio?
—No querían la totalidad; querían un poco más que el 12,5%.
—¿Esos fondos ayudarán con la expansión de los negocios de salud?
—La inversión inicial en este negocio empezó a dar frutos desde hace un par de años, en donde la misma generación de cash (efectivo) que el proyecto genera puede pagar el crecimiento que estamos queriendo tener.
Ahora, a mí me gusta crecer un poco más agresivo que eso, y la forma de hacerlo es invitando a alguien a que ponga el cash para seguir creciendo de forma segura, sin tomar excesos de riesgos vía créditos.
Entonces, estas inyecciones de capital nos permitirán hacer crecer con nuevos proyectos o para acelerar lo que ya estamos haciendo. Ya los mismos clientes de Medismart, por ejemplo, nos exigen que pongamos clínicas en Liberia, San Carlos, Pérez Zeledón y otras zonas.
Otro objetivo es que ellos nos den herramientas para poder tener un hospital de primer mundo. Eso para mí es importantísimo, porque no solo es tecnología, sino también prácticas de primer mundo que en nuestro país van a hacer una gran diferencia.
—Sanford también destaca por su atención a adultos mayores. ¿Aprovecharán eso en el país?
—Sí, es uno de los mercados que estamos analizando. La pirámide en nuestro país está invertida: cada vez nos estamos envejeciendo (más), y, entonces, cada vez ese grupo va siendo más grande.
Queremos cobijarlos (a los adultos mayores) no solo en medicina, que ya lo tenemos, sino ir más allá y ver dónde podemos llevarlos para que estén bien cuidados o que haya un servicio de atención en las casas. Ya existen modelos de negocio en otros lados del mundo que vamos a empezar a implementar aquí.
—¿Cuáles son los planes de expansión?
—Hay mucho potencial en todas la zonas; aún hay campo en la meseta central y hay oportunidades de posibles adquisiciones que se pueden empezar a materializar.
Este año vamos a estar abriendo en Lincoln Plaza (Moravia); duplicará, en tamaño, la operación que tenemos en Tibás; y también vamos con Liberia, que estamos en este momento en remodelación del local. Creo que antes de que se acabe el año ya estará operando.
La inversión en esas dos operaciones supera $1 millón.
Para próximos años vienen inversiones más grandes en equipos nuevos y una serie de servicios adicionales a los que hoy estamos ofreciendo. Estamos apostando muchísimo al tema de telemedicina.
—¿Cuál es el tope máximo de puntos para Hospital Metropolitano?
—No lo sé. Lo que sí sé es que todavía falta mucho para estar viendo ese problema. Definitivamente, todavía estamos viendo una fracción de lo que podríamos.
—Medismart es uno de los productos del grupo con mayor aceptación. ¿Cuántos médicos y usuarios tienen?
—La red de Medismart son casi 800 médicos, incluyendo los cerca de 400 que trabajan para el Hospital Metropolitano. Sobre la cantidad de usuarios, solo puedo decir que son muchos.
Una manera de garantizar la sostenibilidad de este producto en el tiempo es que después de que el paciente fue atendido, se somete a una encuesta (puede ser vía correo electrónico, presencial o por teléfono) en la que califica al médico que lo atendió. Asimismo, el médico califica al paciente.
Ese es un proceso de doble vía; yo le llamo “casa de cristal” porque tiene piso, paredes y techo, todo de vidrio. Es decir, todo el mundo tiene derecho a ver y todo el mundo tiene derecho a decir.
—Si consideramos todos los negocios de Grupo Montecristo, ¿salud es el que muestra un mejor comportamiento?
—Creo que todas las empresas de nosotros están con bastante crecimiento, por lo menos dos dígitos. Las que tienen un mejor comportamiento tienen que ver con el sector exportador o dependen de divisas externas, por ejemplo, las zonas francas.
Tenemos dos zonas francas: una en la parte logística, que es Zona Franca Bes, que viene creciendo muy bien y prácticamente todas las bodegas que hemos hecho están colocadas y seguimos creciendo más. En el lado de Zona Franca del Este, que es servicios, también tenemos todos los activos colocados y estamos arrancando un proyecto nuevo para una torre de 10 a 12 pisos que estamos terminando de presupuestar para arrancar el próximo año.
Yo divido a Costa Rica en dos: la Costa Rica en dólares y la que no los tiene. En la que no está en dólares, se ubica el hospital que viene creciendo de forma importante, básicamente porque estamos en un nicho de clase media o media-alta que nadie lo estaba atacando hasta que entramos.
—¿Cuáles son otras de las últimas inversiones en los demás negocios?
—En todas se hace algo todos los años: todas tienen su propia vida y su propio crecimiento. En almacenes fiscales estamos ampliando la red de frío que teníamos en Limón; ahora la estamos poniendo en Caldera, que arranca a mediados de agosto. Lo que es Landon Marine, abrimos una tienda en Golfito, y apenas esté la Marina de Flamingo estaremos abriendo ahí.
—¿Se siente cómodo con las inversiones actuales o buscarán participar en otros sectores?
—Creo que hay momentos propicios para hacer inversiones nuevas y ahora puede ser que se presenten oportunidades interesantes. Uno tiene que ir analizando, sector por sector, y ver quiénes son los jugadores. Y, si hay una posibilidad de crecer ahí, entonces decidir si vale la pena hacer la inversión.
—¿Cuál es su visión sobre el momento que atraviesa la economía?
—Creo que estamos pasando por un momento coyuntural complicado en nuestro país (...); es la incertidumbre, el no saber qué va a pasar mañana. Tener incertidumbre es el mayor enemigo no solo del empresario, sino del Gobierno y de la ciudadanía. Creo que hoy todos estamos con muchas nubes en esa bolita de cristal; no vemos realmente qué puede pasar.