Vannia Chaves fue una de las muchas personas que acudieron a una feria de empleo en búsqueda de una oportunidad laboral. Luego de esperar en una larga fila por aproximadamente dos horas, su momento de ingresar al recinto llegó para conocer las ofertas que tenían las distintas empresas que conformaban el evento.
Chaves es bibliotecóloga de profesión y durante dos ocasiones asistió a una de estas populares ferias mientras era estudiante en 2018 y 2019. Al final su experiencia no fue positiva porque no hubo ningún tipo de desenlace en dichas asistencias.
“Apliqué a puestos, pero nunca me llamaron. Ni siquiera el correo programado para agradecer la participación”, comentó la vecina de Acosta añadiendo que “piden experiencia en el manejo de idiomas y yo no la tenía (...) esa era una deficiencia de la mayoría que hicimos la fila”, mencionó Chaves.
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El caso de Vannia Chaves se desliga un poco, aunque no mucho, de la experiencia de Jocelyn Barahona en estas ferias. Barahona ya contaba con cierto nivel de inglés; eso hizo que al acercarse a dos empresas de la industria tecnológica la tomaran en cuenta en sus procesos de reclutamiento, sin embargo, tampoco obtuvo la vacante.
“Necesitaban que yo hiciera una prueba porque era obligatorio tener un segundo idioma y de esa manera confirmaban el nivel que tenía el postulante; me hicieron dos entrevistas para verificar mi capacidad con el inglés (...). En una de las empresas no pasé los filtros y hasta ahí quedó el proceso”, recordó Barahona sobre su experiencia en Cinde Job Fair a inicios del 2020, evento que en los últimos cinco años ha recibido a un total de 8.727 personas.
Aunque Barahona no consiguió empleo por medio de la feria, sí pudo mejorar su nivel de inglés al aprovechar una beca, para un curso con duración de tres meses, que le ofrecieron en uno de los puestos. Ella piensa que asistir al evento sí fue una experiencia buena por la oportunidad que aprovechó para crecer con su segundo idioma.
Según la estimación más reciente de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) 330.000 personas no tienen trabajo, lo que significa una tasa de desempleo 13,6% en el primer trimestre de 2022.
EF hizo consultas en sus redes sociales a sus seguidores y lectores: ¿Vale la pena ir a una feria de empleo? ¿Cómo ha sido su experiencia en ellas? ¿Han participado en ferias de empleo presenciales o virtuales?
Algunos lectores aseguraron que dichos eventos son para que las empresas alimenten sus bases de datos, mientras que otros recomendaron acudir a páginas web relacionadas a empresas reclutadoras, compañías de interés para el postulante e incluso recurrir a LinkedIn (red social de uso empresarial, negocios y empleos).
El usuario Frank Sánchez Solano escribió que “es más efectivo buscar puestos en las páginas de empleos y aplicar a los más compatibles a nuestra experiencia y nivel académico, en vez de ir a perder un día entero y pases a una feria de esas (...)”.
Mientras tanto la usuaria Wen Barrera mencionó en la publicación que a ella la han llamado de “dos ferias de empleo muy grandes”; en ambas fue contratada, pero no dio más detalles. Por otra parte, Jorge A. Carmona aseguró que estas actividades solo sirven para recoger datos personales.
Ante dichas afirmaciones negativas, EF consultó a firmas reclutadoras de personal e incluso organizadores de ferias de empleo. Todos se desligaron de prácticas que busquen robustecer sus bases de datos y, contrario a las críticas, sostienen que las vacantes que anuncian son reales, pero los postulantes no suelen cumplir con los requisitos.
Relacionado a este tema el Colegio de Ciencia Económicas realiza una feria este jueves 9 de junio, por lo que su presidente Ennio Rodríguez enfatizó en que ese gran evento cuenta con ofertas laborales reales.
“Los 2.785 puestos están disponibles para toda la población tanto para nuestros agremiados como para público en general; importante mencionar que no son base de datos, son puestos vacantes de todas las instituciones. Contamos con la presencia de 46 empresas de diferentes sectores, que brindan todos los puestos antes mencionados”, subrayó Rodríguez.
Perfiles no aptos
El manejo del idioma inglés tiende a ser una necesidad en las vacantes más que un plus, como lo era hace algunos años atrás. Incluso actualmente es más común que las compañías soliciten hasta un tercer idioma como portugués, francés, alemán, entre otros.
“En Costa Rica el requisito del idioma inglés es totalmente indispensable. Yo le puedo decir que entre el 95% y 98% de nuestras posiciones son con dominio del idioma inglés”, detalló Adriana Arce, socia de la firma Recluta Talenthunter.
Ese factor hace que muchos de los postulantes no pasen el primer filtro de reclutamiento de la empresa y es cuando manifiestan que no reciben un correo sobre el estado en el proceso de inclusión en la compañía. No obstante, Arce indicó que la firma en que labora notifica al interesado que su currículo (currículum vitae -CV) fue recibido.
“Esto es muy fácil de solucionar a través de las respuestas automáticas de los sistemas. Pero más allá de eso, si la persona recibió una llamada (en el proceso de reclutamiento para una vacante) merece una respuesta que le informe que fue considerado en el proceso, pero que ya escogieron a otra persona”, recomendó Arce a los reclutadores y empresas que no realizan este tipo de comunicación y que tanto resienten los candidatos.
Pero algunos postulantes se quejan de que ‘nunca’ les dan respuesta por correo luego de que fue recibido el CV, por lo que aseguran que las ferias presenciales son una “pérdida de tiempo”.
“Yo fui a tres (ferias), más o menos, en todo lo que llevo de mi vida laboral y sinceramente siempre fue una pérdida de tiempo y un desgaste emocional muy grande al ver que dejas tu CV y luego ni a entrevista te llaman. Ah, lo peor es que ves que lanzan puestos con tu perfil donde dejaste tu CV y ni siquiera te relacionaron o te tomaron en cuenta para la vacante o una entrevista. Yo mejor opté por seguirlo haciendo desde una computadora y eso me ha funcionado más”, compartió Adriana Montero, usuaria de LinkedIn la publicación de EF.
Luego de una feria, el periodo aproximado de contratación es de 22 días a un mes por lo que es muy poco probable que las personas interesadas salgan de la feria con trabajo o una entrevista pactada.
“Tenemos una notificación automática (de recibido). Pero nosotros no avisamos (que la persona no cumple con los requisitos), es imposible hacerlo porque necesitaríamos una persona haciendo 2.000 llamadas al día”, señaló Floriana Méndez, líder de consultoría en la firma Doris Peters & Asociados, aclaró que a los postulantes que se les avisa su estatus es a los que pasaron el primer filtro (etapa en la que la firma hizo una llamada para conocer más del candidato).
Según Adriana Arce (Recluta Talenthunter) y Floriana Méndez (Doris Peters & Asociados) la experiencia que han tenido hasta el momento indica que quienes aspiran a los puestos laborales suelen ignorar la descripción del mismo y no cumplen con las características solicitadas.
“La gente no lee. Cerca del 70% de las aplicaciones no sirven para el puesto”, aseveró Méndez.
Según información brindada por las firmas que aquí se mencionan, los perfiles más buscados por las empresas están ligados al área de tecnologías de la información, financiero, contable, mínimo tres años de experiencia, que se mantengan actualizados en sus áreas de conocimiento y sean bilingües o trilingües.
“Las personas que no tenemos la suficiente experiencia o no ‘llenamos’ el ojo de los reclutadores con nuestro currículo, nos hacen a un lado o utilizan la frase cliché “no nos llame, nosotros lo llamamos”. Yo considero de vital importancia que los reclutadores deberían como obligación hacernos saber el o los motivos por los cuales no somos tomados en cuenta para el puesto de trabajo y así uno poder fortalecer esas áreas para futuras ferias de empleo y también entrevistas”, compartió por medio de correo electrónico Eduardo García, locutor que suma cuatro meses desempleado.
Precisamente el tema de la falta de experiencia resalta en las ferias de empleo. Para Floriana Méndez la mayoría de las personas que acuden a estas actividades carecen de dicha característica.
“Yo no asistí más a este tipo de ferias. Lo que hago es aplicar en plataformas de empleo como LinkedIn; de hecho de esa manera fue que conseguí trabajo en mi profesión”, concluyó Vannia Chaves, lectora que compartió con EF su vivencia en dichas actividades.