La empresa costarricense Helados Malavasi, propietaria desde julio pasado de la marca Los Paleteros, apostó por instalar máquinas dispensadoras de productos en cuatro centros comerciales del país para ampliar sus puntos de distribución.
Además, la compañía regresará a las cámaras frías de los supermercados con La Churchilleta y otros cinco productos entre finales de este año y los primeros meses del 2021. La primera cadena donde se podrán comprar los populares helados será el Grupo Empresarial de Supermercados S.A. (Gessa).
Juan Malavasi, gerente general de Helados Malavasi, confirmó a EF que ya tienen todo listo para retomar la distribución en supermercados.
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“Iniciaremos con Vindi a principios del 2021 y estamos a la espera de que Walmart y Auto Mercado abran las ventanas comerciales el próximo año para poder reincorporar nuestros productos a la oferta de estas cadenas con las que ya arrancamos conversaciones”, añadió el vocero.
Las negociaciones con Gessa permitirán llevar los helados este mismo año a las cámaras de refrigeración de los locales de Peri, Super Compro y Saretto.
De acuerdo con Malavasi, la estrategia de ampliación de puntos de venta los llevó a instalar cuatro vending machines (máquinas dispensadoras) en Paseo Metrópoli (Cartago), City Mall (Alajuela), Paseo de las Flores y Oxígeno (ambos en Heredia).
La primera máquina entró en operación la tarde del martes 1.° de diciembre en City Mall, de momento los clientes podrán pagar con efectivo y en los próximos días se habilitará la opción del datáfono.
Las otras tres dispensadoras serán colocadas en los centros comerciales en los próximos días.
Desde que Helados Malavasi adquirió la marca Los Paleteros, la empresa empezó la venta de productos por medio de servicio exprés propio que se puede solicitar en las páginas de Facebook e Instagram. También las distribuyen en las dos tiendas de la compañía ubicadas en Moravia y Coronado.
“Las ventas exprés han sido muy buenas, reportamos excelente aceptación por parte de los consumidores. El producto número uno en ventas sigue siendo La Churchilleta”, indicó el propietario de la marca.
Aunque inicialmente la heladería familiar anunció que valoraría la apertura de un par de quioscos de Los Paleteros antes del cierre del 2020, uno en Escazú y el otro en San José; el proceso de reposicionamiento y la dinámica del mercado los llevaron a priorizar nuevas alternativas.
Mientras tanto, la compañía enfocará una buena parte de sus esfuerzos y de sus inversiones al reposicionamiento de la marca en redes sociales.
“Vamos a tomar nuevas estrategias en el mercadeo digital para impulsar a Los Paleteros, que se mantienen en la preferencia de muchos consumidores. Estamos con un proyecto para relanzar el producto Tarroleta (helados empacados en caja plástica)”, agregó Malavasi.
Historia de vida y muerte
El éxito los sorprendió en marzo del 2016, cuando empezaron a vender su icónico helado La Churchilleta que se convirtió en un boom en las redes sociales. Sin saber lo que vendría, Los Paleteros empezaron a levantar un pequeño imperio que no superó los cinco años de vida en el mercado nacional.
El emprendimiento germinó como muchos otros, tres jóvenes socios −y entonces amigos de toda la vida− Enrique Artiñano, administrador de empresas; Daniel Phillips, diseñador gráfico y Édgar Berrocal, comerciante, pusieron parte de sus ahorros y todo el empeño para crear un producto único, diferente y llamativo que les permitiera iniciar con un negocio propio.
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Las cosas se dieron mejor de lo que esperaban. El caso de Los Paleteros, en sus inicios, parecía una de esas historias que se relatan en los libros de negocios, de esas que suceden en una relación de una entre mil, o quizás en un millón. Su repentino éxito los catapultó a convertirse en tendencia en redes sociales, en una moda del mercado heladero y en una compañía con proyección.
En cuestión de un año pasaron de ser tres personas a levantar una operación con una planta de 400 metros cuadrados (m²), 30 tiendas en todo el país mediante el modelo de franquicias, 23 empleados y una producción de 100.000 helados mensuales.
Su cartera de productos creció de las seis paletas iniciales a más de 20 helados diferentes; también apostaron por innovar con donas, bombones y otros alimentos. Fue así como el sueño de los tres socios fundadores se plasmó en Industrias Heladeras DEEL S.A.
Tras el crecimiento exponencial, una serie de decisiones erróneas y la separación de los fundadores llevaron al imperio de La Churchilleta a cerrar sus puertas en octubre del 2019, lo que dejó a su paso una estela de deudas y compromisos con acreedores, proveedores, exfranquiciados y exempleados, quienes tienen juicios en curso.
Helados Malavasi, nueva propietaria de Los Paleteros, es una empresa nacional con más de 30 años de experiencia en el mercado local. Tiene una planta de producción en ubicada en El Alto de la Trinidad de Moravia, dos heladerías en Coronado y Moravia, y distribuye al por mayor y al detalle en todo el país.
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Esta compañía familia ofrece más de 35 productos diferentes y ahora incorporó los helados tradicionales que caracterizaron a Los Paleteros, entre ellos, la icónica Churchilleta.
Fue justamente a finales del 2019 cuando Juan Malavasi tuvo un primer contacto con Berrocal y Phillips para sondear la situación de la empresa y las expectativas de la marca. Ese acercamiento no culminó en nada.
A inicios del 2020 Helados Malavasi buscaba comprar máquinas de producción para ampliar su capacidad operativa y fue entonces, cuando por medio de un tercero, se retomó el contacto con los expropietarios de Los Paleteros para negociar una parte de los equipos.
Para julio de este año las conversaciones avanzaron y finalmente Helados Malavasi pudo comprar el resto de las máquinas de fabricación y las recetas de todos los productos de la compañía.
Eso sí, las deudas y compromisos que tiene Industrias Heladeras DEEL, sociedad anónima de Berrocal y Phillips, se mantienen en manos de esa personería jurídica y sus representantes.