¿Qué se hace con la producción para consumo de clientes, cuando no hay clientes? La respuesta del hotel Belmar, en Monteverde, fue seguir trabajando y vender en el mercado abierto.
Amparado en su ubicación en uno de los destinos insignia del ecoturismo, el negocio apostó por la sostenibilidad desde el principio y con los años fue desarrollando una plataforma de producción propia que le permitía satisfacer necesidades operativas y cuidar los procesos.
Pedro Belmar, gerente general, explicó que la pandemia les obligó a cerrar durante tres meses, en los que resultó inevitable aplicar reducciones de jornadas, suspensiones de contratos y algunos despidos.
“Para mantener a la mayor cantidad posible de personas laborando, comenzamos un proyecto de venta al detalle de productos de la huerta, finca, cervecería y algunas cosas que hacíamos para el restaurante, como granola, jaleas, panes frescos y otros. Este proyecto lo hemos mantenido aún luego de la reapertura del Hotel”, relató.
La empresa volvió a recibir huéspedes el 12 de junio, pero desde varias semanas antes se dedicaron a preparar el nuevo protocolo de bienvenida, con las medidas señaladas por el Ministerio de Salud, además de aplicar sesiones de entrenamiento, y comprar e instalar lavatorios, barreras acrílicas, rotulación de diferentes tipos, entre otros elementos.
En este momento el perfil de sus huéspedes es: parejas de todas las edades, familias y personas solas que vienen a despejarse unos días y hacer teletrabajo.
“También tenemos bastantes visitantes de la comunidad LGBTIQ, ya que somos un hotel muy inclusivo, con protocolos y entrenamientos para asegurar que se sientan bienvenidos y cómodos. Tenemos algunas reservaciones internacionales que se hicieron antes de cerrar y no han sido canceladas. Esperamos poder recibirlos sin problemas”, relató Belmar.
Apuesta por la naturaleza
La empresa está apostando por profundizar la visión del Hotel de ofrecer experiencias de contacto con la naturaleza y baja interacción con otras personas.
“Como somos un hotel pequeño estamos ofreciendo más experiencias privadas para poder disfrutar con distanciamiento social, picnics en el bosque, visitas a la finca, y nuestro restaurante tiene muchas posibilidades de comer afuera, igual que mucha ventilación natural”, explicó el gerente.
La apuesta es por el bienestar, y en este apartado se incluye el teletrabajo, como parte de la nueva realidad para un porcentaje importante de la población.
“Creemos que los paquetes que ofrecemos para venir a trabajar desde acá pueden resonar mucho con posibles visitantes. Belmar ofrece una experiencia muy completa de hospedaje, alimentación y actividades, todo en un marco de sostenibilidad, con lo que la gente siente mucha alineación, especialmente en un tiempo como este”, afirmó el ejecutivo.
Consejos
¿Cuál es la principal lección que les ha dejado la pandemia, desde el punto de vista empresarial?
1. Que es muy importante la planificación financiera.
2. Entendimos que operar con prácticas de sostenibilidad es parte de nuestro ADN y aún en tiempos difíciles es importante honrar nuestra visión.
3. En Monteverde hemos visto que la solidaridad humana es muy poderosa; los humanos son capaces de apoyarse mutuamente para subsistir aún en situaciones de adversidad extrema.
¿Cuál ha sido su principal recurso para atraer clientes en esta coyuntura?
Hemos resaltado los atractivos que ya teníamos, con descuentos que los vuelven accesible para turistas nacionales.
¿Volverá Belmar a ser el mismo negocio de antes? ¿En cuánto tiempo?
Recuperar los niveles de ocupación que teníamos antes de la pandemia probablemente tomará varios meses, pero todo resulta muy incierto. Confiamos en que los hoteles que hacen las cosas con conciencia y que trabajan en pequeña escala, que ya de por si no tenían aglomeraciones, serán especialmente atractivos. Una vez que haya una cura generalizada o una vacuna creemos que el turismo regresará más rápido de lo que imaginamos.