EscucharEl Hospital Metropolitano se alista para abrir dos nuevas sedes: una en Plaza del Sol en Curridabat y otra en San Carlos. Además, próximamente anunciará cuál será el plan para otra apertura en Marina Flamingo en Guanacaste.
Con una inversión de $10 millones, el centro médico desarrolló este proceso de expansión para el cierre del 2022 e inicio del 2023.
El objetivo de esta marca es hacer de la medicina privada un servicio asequible tanto dentro como fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) con la ayuda de productos como MediSmart, un plan de medicina prepagada con el que se puede acceder a los servicios médicos con descuentos.
“Queremos estar dentro y fuera de San José con todos nuestros servicios precisamente para que la gente tenga un mayor alcance a todos los servicios médicos que nosotros hacemos. Estamos con dos modalidades: una nuestros hospitales y otra con todos los servicios médicos”, explicó Mónica Nagel, directora de Relaciones Corporativas de Hospital Metropolitano.
Este Hospital desarrolló un plan de negocios distinto al de sus competidores; su expansión va de la mano de sedes más pequeñas que ofrecen variedad de servicios médicos, en lugar de invertir en grandes torres hospitalarias.
Aperturas
La próxima apertura del Metropolitano será en noviembre en Plaza del Sol, el cual contará con farmacia, laboratorio, endoscopia, urgencias, ultrasonidos, rayos X, TAC, resonancias y mamografías.
En lo que respecta a las especialidades médicas, los clientes podrán encontrar fisioterapia, cardiología, gastroenterología, cirugías, ortopedia, ginecología, medicina interna, pediatría, nutrición, urología, dermatología, oncología, así como geriatría y neurología.
En enero del 2023 será el turno de la nueva apertura en San Carlos, específicamente en Ciudad Quesada, en el Centro Comercial El Encuentro.
Los servicios que se podrán encontrar serán los mismos que se ofrecerán en Plaza del Sol.
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“Nuestro plan de desarrollo es tener la mayor cantidad de formatos de centros médicos descentralizados”, agregó Nagel.
Como parte de la estrategia de este Hospital está abrir laboratorios Páez en lugares de conveniencia como supermercados y centros comerciales para que las personas puedan hacer sus gestiones personales y de paso hacerse exámenes médicos.
En la lista de nuevas sedes también se encuentra una en Marina Flamingo en Guanacaste, sin embargo todavía no se define si será clínica o centro médico.
Fuertes inversiones
El Hospital Metropolitano compite en un negocio donde sus competidores directos realizan grandes inversiones.
El este de la capital se convirtió en una zona apetecida por la medicina privada, ya que además de la nueve sede del Metropolitano en Plaza del Sol, el Hospital Clínica Bíblica está con la construcción de una nueva torre hospitalaria en el proyecto inmobiliario Aleste, ubicado en Guayabos de Curridabat.
Esta nueva sucursal implicará una inversión de $15 millones y se espera que comience a operar a inicios del 2024.
La empresa detalló a través de un comunicado de prensa que el nuevo centro médico será de mediana complejidad que incluirá los servicios de urgencias 24 horas, cirugía ambulatoria, hospitalización básica y diagnóstico.
Hospital Clínica Bíblica también inaugurará un segundo edificio en Heredia, en el mediano plazo, y tendrá condiciones similares a la obra en Aleste.
Esta organización tiene su sede principal en el centro de San José y una torre médica en Santa Ana.
En esta línea de inyección de capital, el Hospital CIMA anunció el 5 de diciembre de 2020 una inversión superior a los $2,5 millones que estaba enfocada en incorporar tecnologías laparoscópicas en sus quirófanos.
Con estas adquisiciones, el perfil de las salas cambió a multi-especialidad, pues reúne funciones para laparoscopia, urología y ginecología, además de capacidad de cirugía bariatrica y ortopedia.
Cambios que impulsan la medicina privada
Desde el 2015 los complejos médicos privados reactivaron sus planes de inversión motivados por la apertura del mercado de seguros, la generación de una cultura preventiva, la densidad poblacional en algunas zonas del país y los avances tecnológicos.
La apertura del mercado de seguros en 2008 —que dio por finalizado el monopolio que por 84 años ostentó el Instituto Nacional de Seguros (INS)— abrió una puerta para que los complejos médicos privados aumentaran su clientela.
Datos de la Superintendencia General de Seguros de Costa Rica (Sugese) muestran cómo en este 2022 existen más opciones de seguros de salud que antes de la pandemia.
Para diciembre del 2019 existían 74 pólizas de salud distintas en el mercado, actualmente se contabilizan 100.
Estas pólizas incluyen gastos médicos, renta por hospitalización y enfermedades graves.
La medicina prepagada es otra alternativa para captar a la clase media y así impulsarlos para que acudan a los servicios médicos privados.
Por esta razón impulsan su seguro Medismart, con el cual los afiliados pagan $13,56 al mes y pueden recibir descuentos de hasta un 80% en las consultas de los diferentes servicios médicos.
Hospital Metropolitano compite con Asembis o Clínicas sin Fronteras, ya posicionadas en la atención médica con precios reducidos.
Con el fin de expandir la marca y los servicios que ofrece, durante el 2021 Asembis realizó una inversión de ¢400 millones que abarcaron la apertura de sedes, mejoras en las existentes y la apertura de un laboratorio óptico.
Asembis contaba con 13 clínicas en el 2017 y terminó el 2021 con 17. Para este 2022 la hoja de ruta es tener cuatro sucursales más.
Mientras que Clínicas sin Fronteras amplió la oferta de especialidades en los últimos tres años con los servicios de ginecología, gastroscopía, ortodoncia, endodoncia, especialidad en cirugías maxilofaciales y dermatología.
Grupo Montecristo comenzó sus inversiones en salud en 2010, con la compra de acciones de la operación que hoy es Hospital Metropolitano.
A partir de entonces, la operación se dedicó a diferenciarse de la oferta existente en medicina privada, con base en tres factores: la conquista del segmento de clase media con servicios a precio menor; priorizar modelos de relación laboral o de colaboración con el personal de salud (incluidos los médicos especialistas) antes del alquiler de consultorios, y el equilibrio entre el retorno de inversión y el impacto de cada proyecto.
