Como típico niño adicto a los productos azucarados, me atrevería a decir que gran parte de mí niñez tuvo sabor a colita, ese refresco gasificado que dejaba un bigote rojo después de tomarlo.
No tenía una marca preferida: con que fuera roja y gasificada me bastaba. Y si no, un sirope en leche también hacía el truco.
Conforme fui creciendo —y mi tolerancia al dulce fue bajando en igual proporción— me distancié de los refrescos carbonatados.
Aún así, recuerdo la colita de forma favorable. También creía que muchos en el mundo lo hacían de la misma forma. Tremenda sorpresa fue darme cuenta que ese no era el caso, que los niños con bigotes rojos eran parte de un fenómeno autóctono y no uno internacional, y que incluso una marca multinacional como la Fanta producía esta bebida exclusivamente para Costa Rica.
Hecho en Costa Rica
De esto me di cuenta de una forma de la que no estoy particularmente orgulloso: en TikTok.
Reconozco que llegué tarde a la fiesta, al conversar con gente cuya infancia fue en los años 80 o 90 me percaté que algunos sí sabían que la Kolita hecha por Coca-Cola era algo así como el McPinto de McDonald’s: un producto para complacer a la audicencia local.
Tiempo de ocio y los azares del algoritmo me llevaron hasta el perfil de una joven estadounidense que visitó The World of Coca-Cola (El mundo de la Coca-Cola), en Georgia. Este museo contiene más de 100 sabores diferentes producidos por el gigante de las bebidas y ahí está, como representante costarricense, la Fanta Kolita.
“La Fanta Kolita es una bebida gaseosa con una suave mezcla de exótica frutosidad floral. Su carácter dulce y ligeramente ácido puede recordarle a la granadina. ¿Sabía que está disponible exclusivamente en Costa Rica?”, se lee en un letrero dentro del museo estadounidense y en su sitio web.
Este sabor de Fanta lo empezó a fabricar la Coca-Cola en el país aproximadamente en 1980, según mencionó William Segura, gerente de asuntos públicos, comunicación y sostenibilidad de Coca-Cola para Centroamérica. Segura también confirmó que esta bebida se promociona como originaria de Costa Rica y que solo se vende aquí y en Nicaragua; consecuentemente, solo estos dos países conocen la receta.
De hecho, si uno ingresa a la página web de Fanta en Estados Unidos, se encontrará con una decena de sabores diferentes, más no la Kolita.
Sin embargo, los orígenes del refresco de colita roja (se le pone el diminutivo para diferenciarlo de la cola, de tonalidad más oscura) en el país son más antiguos que el producto creado para Fanta en los ochenta. ¿Desde hace cuánto? Es difícil decirlo a ciencia cierta, pero a Óscar Brenes, dueño de la fábrica Siropes y Refrescos La Flor, no le sorprendería que fueran más de 100 años.
Una tradición centenaria
Brenes es parte de la tercera generación de dueños que ha tenido La Flor, heredando el negocio de sus padres, quienes lo tomaron después de sus abuelos. Esta fábrica herediana de bebidas cuenta con 104 años de historia y es una de las más tradicionales del país.
Muchos de los que crecieron en Heredia durante el siglo pasado asocian más el refresco de colita con La Flor que con la Fanta.
Brenes, si bien no se atreve a precisar exactamente desde cuándo producen este gasificado, ve probable que el refresco de colita se vendiera desde los inicios centenarios de la fábrica, justo antes de los años veinte.
“Mi abuela hacía el sirope (de colita) y mi abuelo era el que venía con un par de alforjas al hombro por todo Heredia para venderlo”, dice Brenes.
LEA MÁS: Zapatos Bilsa: sobrevivientes analógicos en la era del comercio digital
Freddy Quesada, gerente de la Embotelladora La Mundial, asegura que desde que su padre abrió la fábrica —58 años atrás— han vendido refresco de colita.
La colita, considera Quesada, es una bebida curiosa en cuanto es difícil comparar su sabor. Una gaseosa de naranja, sabe a naranja, una de uva, a uva, de limón a limón, pero, ¿a qué sabe una de colita?
“Es un sabor artificial, no lo distinguís, no hay una fruta con qué compararla”, dice el gerente de La Mundial.
Sobre dónde proviene este sabor también hay dudas. El sirope de cola siempre ha sido popular en Costa Rica y podría decirse que, por lo menos en el país, como mínimo, es tan viejo como el granizado tradicional. Sin embargo, su procedencia se difumina incluso en las memorias de quienes han dedicado su vida a vender este producto como Brenes y Quesada.
Quesada desconoce a ciencia cierta de dónde se origina esta variación de la cola más oscura, pero recuerda que su padre le decía que el sabor de la colita venía de Cuba.
Independientemente de su origen, esta bebida de alguna forma caló en la cultura costarricense a tal grado que un gigante como Coca-Cola tuvo que sacar su propia versión para vender exclusivamente en la región.
“No sabría decirte por qué al costarricense le gusta tanto la colita, te diría que es por tradición, es algo que el tico adoptó con los años”, dice Brenes.
Quesada piensa en línea similar: “es cultural, me acuerdo que antes la tradición era que cuando se compraba pastel se tomaba colita. En las fiestas de cumpleaños era siempre pastel y colita”.
En la actualidad, fábricas como La Flor y La Mundial tienen las de perder en un tú a tú contra un gigante transnacional como la Coca-Cola y su Fanta, por eso le han cedido el segmento de los supermercados y le han apostado, más bien, al nicho de las pulperías más tradicionales.
Aún así, han logrado mantenerse dentro de un mercado costarricense que ha demostrado un particular gusto por este tipo de bebidas desde antes de que llegara la ahora exclusiva Fanta Kolita.