Las tarjetas de regalo son un instrumento usualmente ofrecido por tiendas de ropa, tecnología y similares, que pueden ser una herramienta de gran utilidad para aquellas personas que desean entregar un obsequio, pero que no saben específicamente cuál artículo buscar para su destinatario.
Sin embargo, estos instrumentos tienen sus propias reglas y es importante que todas las partes las conozcan para evitar problemas.
Desconocer las reglas de este tipo de instrumentos puede implicar una pérdida de dinero o hasta gastos adicionales para quien los recibe, en algunos casos.
¿Recibió una tarjeta de regalo en los últimos días? Tome nota sobre estos detalles sobre su regulación que debería tener en cuenta para evitar una sorpresa.
¿Cómo funcionan las tarjetas de regalo?
Usualmente, las tarjetas de regalo funcionan de la siguiente manera:
- El cliente adquiere la tarjeta de regalo en el comercio, por un monto que generalmente establece el segundo.
- El comercio emite un recibo de dinero; no una factura.
- El cliente obsequia la tarjeta de regalo a un tercero.
- El tercero acude al negocio para hacer uso de la tarjeta.
- La tarjeta de regalo se usa como medio de pago por parte del tercero.
- El comercio emite la factura final al comprador.
¿Qué puede y qué no puede ofrecer un negocio?
La tarjeta de regalo es un instrumento de compra que tiene pocas o nulas limitaciones, según el socio de Grant Thornton, Mario Hidalgo. Por el contrario, su regulación se ha gobernado por “la costumbre”, según explicó el especialista.
Alejandra Peña, de Aselecom Abogados, añadió que a este tipo de productos les son aplicables las reglas de la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor y su reglamento, por lo que deben cumplir con obligaciones como contar con términos y condiciones claros e información adecuada para el consumidor sobre los requisitos y las restricciones para redimir el valor.
¿Es posible que tengan fecha de “vencimiento”?
Los comercios, efectivamente, pueden establecer una fecha de “vencimiento” de la tarjeta siempre y cuando se lo hayan comunicado formalmente a su cliente de alguna manera.
“Lo importante es advertir esta circunstancia al comprador”, explicó Hidalgo.
El hecho de que la fecha se comunique oportunamente al consumidor es importante, para que no se vean vulnerados sus derechos.
Si la persona considera que ese fue el caso, entonces puede denunciar al establecimiento encargado.
¿Qué opciones tiene el cliente si la tarjeta vence?
Al tratarse de un acuerdo entre partes (quien adquiere la tarjeta y el negocio), el establecimiento no está obligado a devolver el dinero al cliente o extender el plazo para su uso.
“Si la tarjeta no es hecha efectiva en el lapso convenido, esta no puede ser utilizada y el comercio registra el monto recibido cuando se “vendió” la tarjeta, como otros ingresos”, explicó el socio de Grant Thornton.
“En otros países se ha establecido regulación sobre un plazo mínimo específico; sin embargo, en nuestra legislación, al no ser claro, se recomienda que en caso de establecerse un límite de tiempo se informe adecuadamente por todos los medios posibles esta condición”, añadió Peña.
Si la persona nunca fue alertada por ningún medio de este plazo de vencimiento, puede presentar un reclamo formal como consumidor.
¿La empresa puede pedirme una compra mínima?
El monto mínimo de compra con la tarjeta de regalo es otro factor que debe ser comunicado oportunamente a quien compra el instrumento.
En este sentido, las “tarjetas de regalo” pueden funcionar en dos vías: como un medio de pago por cualquier monto, aunque se trate de un pago inferior; o únicamente como un medio de descuento, es decir, como un monto mínimo a gastar en la tienda.
Según Hidalgo, “si se permite usar un monto mayor, se trataría de un descuento adicional que afecta la venta y así debe hacerse constar en la factura”.
¿Qué otros detalles debería saber antes de regalar o usar estos instrumentos?
Antes de comprar o usar una tarjeta de regalo, es importante revisar la información completa sobre la misma para evitar una sorpresa.
Al tratarse de un acuerdo de compra, estos productos suelen contar con instructivos detallados en sitios web o en el mismo documento que recibe la persona a la que se le entrega como un obsequio.
Entre otras cuestiones que cualquier persona debería preguntar sobre estas herramientas no deberían faltar:
- El detalle específico del comercio o los comercios en los que puede usar la tarjeta.
- El tiempo de vigencia de la tarjeta.
- Las limitaciones, en su caso, para la compra de algún tipo de artículos.
- La interacción de promociones adicionales con el uso de la tarjeta (si son excluyentes o no).
Según explicó la abogada Peña, los comercios deben informar sobre “el vencimiento de la tarjeta, cualquier cargo relacionado o sanciones por inactividad, establecer algún medio para consultar el saldo, si es o no es recargable y en caso de ser parte de una promoción o rifa contar con el reglamento respectivo el cual debe ser publicado y de fácil acceso”.
También deben “cumplir con la garantía respectiva en el plazo que empieza a correr a partir de la entrega del bien o de la prestación del servicio”.
En caso contrario, se exponen a denuncias por parte de los clientes si estos sienten vulnerados sus derechos.
¿Qué implicaciones fiscales tienen?
Según Mario Hidalgo, el único inconveniente fiscal que puede representar este tipo de instrumentos es para aquellas personas o empresas que requieren acreditar estos gastos con facturas para sus declaraciones de renta. Esto ocurre porque quien compra la tarjeta de regalo no es quien recibe la factura final de la misma, sino quien finalmente la recibe y efectúa la compra.
“Esta situación afecta a las empresas que adquieren este tipo de tarjetas para eventos promocionales que si requieren de un comprobante para respaldar su gasto como deducible para efectos fiscales”, explicó el socio de Grant Thornton.
“Las personas consumidoras finales no tienen este problema pues no acostumbran hacer estos gastos deducibles”, agregó.
Peña agregó que los comercios deberían indicar claramente “si el monto total de la carga de la tarjeta será aplicable a la factura total, tomando en cuenta el impuesto al valor agregado (IVA)”, por lo que este no debería ser un problema de igual manera.