¿Cómo hubiera cambiado su visión de negocios si desde la escuela o colegio le hubieran fomentado la cultura emprendedora?
El Proyecto de Ley que se tramita bajo el expediente Nº 23.240 tiene como objetivo insertar la cultura de emprendimiento e innovación en los sistemas educativos del país. También pretende que por esta iniciativa se genere dinamismo económico y cambios culturales sobre las posibilidades que tienen las personas para generar ingresos.
Datos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), muestran que las Mipymes son un motor importante de la economía nacional al constituir en 2021 el 97% del parque empresarial del país, además de generar alrededor del 35% del empleo y el 37% del Producto Interno Bruto.
“Durante la pandemia todos conocimos a algún amigo o familiar que decidió crear una pequeña o mediana empresa, pero ¿qué pasaría si los cinco millones de costarricenses pensáramos igual? Es por eso que, esta iniciativa busca otorgar habilidades y conocimientos indispensables para poder hacer realidad ideas de negocio y materializarlas en proyectos factibles”, explicó Carlos Felipe García, uno de los diputados que respaldan el proyecto.
Ejes de acción
La iniciativa plantea una serie de ejes de acción para poder llevar la cultura emprendedora a los diferentes centros educativos.
- Compromiso del Estado. Se pretende que el Estado implemente, en todos los niveles del sistema educativo, acciones que favorezcan el fomento y la formación hacia una cultura basada en el emprendimiento y la innovación.
- Enseñanza del emprendimiento. Se establece que “será obligatorio para las instituciones educativas públicas y privadas, en los niveles de la educación preescolar, educación primaria, secundaria, técnica o vocacional, incorporar en los planes curriculares objetivos, competencias, contenidos y criterios de evaluación de la formación orientados al desarrollo y fomento al emprendimiento y el desarrollo empresarial.
- Emprendimiento en la educación superior. Las instituciones deberán promover iniciativas de emprendimiento universitario para acercar a los estudiantes al mundo empresarial, fomentando iniciativas de proyectos empresariales.
- Formación de formadores. El Ministerio de Educación Pública (MEP), en coordinación con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), y bajo la supervisión del MEIC, como ente rector en materia de emprendimiento, establecerán un programa de formación de formadores orientados al desarrollo de la cultura para el emprendimiento, el fomento de la innovación, la iniciativa empresarial y la creación y desarrollo de empresas.
- Actividades de promoción y difusión de la cultura para el emprendimiento. El Gobierno definirá una programación de actividades a escala regional y nacional que permitan promocionar y visibilizar los esfuerzos de emprendimiento impulsados en los distintos territorios del país.
“Estos procesos permitirán una adaptación y aprendizaje adecuados para que las personas tengan mayores opciones de encausar emprendimientos sostenibles en el tiempo y al país le permitirá generar mayores fuentes de empleo y dinamizar la economía”, afirmó el Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento (Celiem).
Datos de Celiem sobre formalidad y espíritu emprendedor en la región demostró que un 78% de los consultados aseguraron que en Costa Rica no existe suficiente promoción del emprendimiento en los sistemas educativos; además, un 66% comentó que los gobiernos locales tampoco realizan esta divulgación, y un 47% indicó que lo mismo sucede con las universidades.
“El proyecto constituye una oportunidad para fortalecer los procesos de transformación de un sistema educativo que requiere valorar cada vez más una formación en valores, actitudes, y competencias que fortalezca la orientación emprendedora de las personas, pensando no solo en el impulso de empresas, sino principalmente en formar personas emprendedoras que sean inquietas a innovar, a asumir riesgos, a perder el miedo a fracasar y volverlo a intentar,”, expresó Luis Álvarez, director ejecutivo de Celiem.
Los sistemas educativos que impulsan la innovación promueven personas más creativas y comprometidas, así como que sean capaces de desarrollar nuevos negocios, fomentar nuevas opciones de trabajo y aumentar la competitividad del país.
Experiencias internacionales
Uno de los países que más avanzados están en fomentar el emprendimiento desde corta edad es Finlandia, donde los niños reciben clases de creatividad, finanzas personales y creación de empresas.
En los centros educativos se les asignan proyectos para que desde niños comiencen a gestar ideas de negocios, las cuáles comienzan a madurar con el pasar de los años. El objetivo es que cuando los jóvenes lleguen a las universidades ya tengan una prototipo claro de negocio y que inclusive puede conseguir inversiones a través de alianzas privadas y así puedan salir de su ciclo educativo con una empresa.
“Todos nuestros estudiantes tienen un módulo de estudio obligatorio que aborda las habilidades empresariales básicas, y además tienen la opción de asistir a un curso empresarial de mayor duración. Nuestro programa de estudios para jóvenes que desean ser empresarios emergentes incluye un año de prueba en el que pueden desarrollar sus ideas empresariales con la ayuda de mentores. Si deciden crear una empresa, pueden utilizar los servicios que se ofrecen a través de nuestra Unidad Aceleradora de Negocios, que presta ayuda con las solicitudes de financiación, comercialización e internacionalización”, explicó Anne Määttä, profesora adjunta y coordinadora de proyectos de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Kajaani de Finlandia, en la página del gobierno europeo.
Finlandia ya tiene varios años de invertir en emprendimiento e innovación y los esfuerzos para desarrollar ecosistemas sólidos ya están comenzando a dar fruto. Según Määttä es más frecuente encontrarse con jóvenes empresarios que muestran un alto grado de madurez y ambición por desarrollar negocios.
Quienes están detrás de estos programas afirman que los niños nacen imaginativos, con energía y dispuestos a tomar riesgos, pero pierden el espíritu emprendedor a través del tiempo y bajo los sistemas educativos que forman a las personas para ser empleados y no empleadores.
La mayoría de las clases de emprendimiento para los niños se estructura de esta manera:
- Los estudiantes se enfretan con un problema.
- Se les da la tarea de encontrar una solución.
- Se forman grupos para desarrollar y, finalmente, ejecutar la idea.
Por ahora estas clases se concentran en campamentos o en algunos centros educativos privados del país. El objetivo con el proyecto es que todos los estudiantes del país tengan acceso a estas herramientas que les ayudará a ver el mundo de negocios de una forma mucho más amplia.