Con la llegada de las primera ofertas oficiales para la compra del Manchester United, el viernes y el sábado, la pelota está ahora en el tejado de los propietarios, la familia Glazer, con gran comodidad financiera y que pueden decidir quedarse, pese a su gran impopularidad.
Tras semanas de especulaciones sobre la nacionalidad e identidad de posibles compradores, un poco de luz llegó al culebrón, que podría todavía durar semanas.
Mediante un comunicado de prensa, el presidente del Qatar Islamic Bank (QIB), el jeque Jassim bin Hamad Al Thani fue el primero en hacer saber, el viernes, que había depositado una oferta. El sábado, fue el grupo de petroquímica Ineos quien confirmó que su propietario, el millonario británico Jim Ratcliffe, también había hecho una oferta.
Conscientes del peso de los aficionados en un club donde la relación entre los fans y la dirección es invivible, los dos hombres han reivindicado con orgullo su apoyo al club desde la infancia (Ratcliffe ha nacido incluso en Mánchester).
En el centro de sus promesas está el acabar con las deudas del club, que se elevan a 580 millones de euros ($618 millones), heredada de la compra del club por endeudamiento por los Glazer en 2005, e inversiones masivas. ”La oferta busca hacer devolver al club a sus glorias pasadas, tanto dentro como fuera del terreno”, avanzaron los cataríes.
"Queremos profundizar la cultura del fútbol inglés haciendo de este club un modelo de gestión moderna, progresista y centrada en los aficionados", señaló Ineos.
Sobre las cifras, en cambio, los dos candidatos se mostraron mudos.
Una discreción que se explica sobre todo por el hecho de que habrá ciertamente otros pretendientes.
Otra ofertas no identificadas
The Telegraph afirma que “otras ofertas han sido hechas para la compra del United, pero todos los candidatos no han sido todavía identificados”.
“Entre estos otros compradores potenciales, hay consorcios de inversiones privados, procedentes de Estados Unidos”, precisa el diario, que había hablado también de una pista saudita muy seria, que tarda en concretarse.
Aunque el viernes había sido presentado como fecha límite, los Glazer y el banco Raine estarán obligados a estudiar incluso las ofertas presentadas con retraso, ya que el Manchester United es una empresa que cotiza en Bolsa en Nueva York.
Pero el proceso de venta ha llegado a un momento importante.
Los Glazer deben ahora decidir si, vistos los primeros elementos transmitidos, entran en una segunda fase de negociación o dan acceso a uno o varios compradores potenciales a informaciones financieras sobre el club para que afinen su oferta definitiva.
No hay un calendario predefinido para esta decisión y dependerá ante todo de la diferencia entre las primeras ofertas y lo que esperan los Glazer.
¿Ofertas suficientemente altas?
El banco de negocios estadounidense Raine, encargado de la venta, esperaba un precio de entre 6.000 y 7.000 millones de libras ($7.200 y $8.400 millones) en sus presentaciones a los inversores, según la prensa, pero esta valorización está considerada como excesiva.
Hay pocos clubes con el aura del Manchester United en el mundo, y Raine había obtenido 4.500 millones de euros ($4.800 millones) por la venta del Chelsea a unos estadounidenses el año pasado, una suma que ya le parecía excesiva a muchos, pero 6.000 millones parece un objetivo máximo más realista si la transacción termina por hacerse.
Según The Guardian, Al Thani sólo se ha comprometido a una oferta “superior a 4.000 millones de libras (4.500 millones de euros, 4.800 millones de dólares)” y Jim Ratcliffe, por muy fan que sea y a pesar del apoyo de Goldman Sachs y JP Morgan para financiar su oferta, es ante todo un hombre de negocios astuto.
Es posible que si se considera que las ofertas son insuficientes, el club no cambie de propietario.
”El consejo de administración autorizó una evaluación completa de todas las alternativas estratégicas. Estudiaremos todas las opciones”, indicaron Avram Glazer y Joel Glazer, copresidentes del club, en el comunicado que abría la puerta a una posible venta.
“No se puede asegurar que (...) esto dé lugar a una transacción que implique a la empresa”, insistía el comunicado.