Costa Rica aprobó el 1.° de marzo del 2022 la Ley del Cannabis para Uso Medicinal y Terapéutico y del Cáñamo para Uso Alimentario e Industrial (10.113) y en setiembre de ese mismo año se firmaron los reglamentos de cáñamo industrial y de cannabis para uso medicinal y terapéutico. Ese fue el inicio de una nueva industria que empieza a dar sus primeros pasos en el país.
Consultado por este medio, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) aseguró que se han otorgado tres autorizaciones para cáñamo: dos para empresas y una a nombre de una persona; otras cuatro solicitudes están en proceso. En el caso de cannabis medicinal, aún no hay licencias dadas pero hay dos solicitudes en revisión.
EF habló con los tres licenciatarios de cáñamo que son los pioneros en este campo en el país para conocer cuáles son sus planes de negocio.
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Fibra y aceites
La empresa Ingenio Taboga S.A., ubicada en Bebedero de Cañas, Guanacaste, recibió en noviembre del 2022 la primera autorización de cáñamo de Costa Rica para la importación de material reproductivo, el cultivo y actividades conexas.
Desde entonces, la empresa ha estado enfocada en establecer los primeros contactos con proveedores extranjeros y en trámites ante el MAG.
“Para que nos den la autorización de importar semillas necesitamos cumplir con requisitos según el país de origen y la variedad que se desee traer. No ha sido sencillo”, explicó Andrés Araya, gerente de Sostenibilidad de Taboga.
La empresa está en busca de unas 10 variedades de cáñamo con proveedores de Estados Unidos y Uruguay, con el objetivo de explorar dos líneas de negocio: fibra y aceites.
Estas variedades estarán en evaluación durante el primer año. Las destinadas a aceites entrarán en invernadero, mientras que las que se usarán para fibra se sembrarán en campo. Taboga escogió 150 hectáreas de terrenos propios para desarrollar este proyecto.
La intención es compartir los resultados de esas pruebas con los productores locales de la zona circundante.
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Inicialmente, el objetivo es abarcar el mercado nacional con los aceites, explotando el cannabidiol (CBD) y experimentando con otros cultivos que la empresa produce, como el azúcar. En el caso de la fibra, esta materia prima podría acabar en contenedores para la exportación. No obstante, aún no hay un plan concreto hasta que se determinen las variedades con los mejores rendimientos en las condiciones de terreno y clima de Guanacaste.
Araya comentó que la empresa quiso entrar en este nuevo negocio para diversificar su cartera de productos con un nuevo cultivo más allá del arroz y caña de azúcar.
La compañía espera tener este mismo mes los primeros certificados de semillas por parte de los proveedores, con los que confían cumplir los requisitos que establece la Oficina Nacional de Semillas del MAG.
Inversión estadounidense
La empresa Vida Afortunada, de capital estadounidense, fue la segunda entidad en recibir la autorización para cáñamo.
Nació en 2020 con el objetivo de posicionarse como líder en la comercialización de productos derivados de cannabis, tanto cáñamo como medicinal, en Costa Rica y para exportación, pensando en el nearshoring.
“Vida Afortunada pretende encontrar la fórmula para estabilizar, primero que todo, una industria que todavía no hay en Costa Rica y, una vez estabilizada, innovar”, afirmó Alonso Castro, administrador y asistente de Gerencia.
La empresa quiere aprovechar los fitocannabinoides y los granos para elaborar productos medicinales, terapéuticos, alimenticios para humanos y animales, y cosméticos.
Actualmente, Vida Afortunada se encuentra en etapa preoperativa, en la que buscan investigar el ambiente comercial de Costa Rica y el perfil del consumidor de productos de cáñamo y cannabis. Luego procederán a realizar las primeras solicitudes y en setiembre esperan estar produciendo.
Castro reconoció que en este momento se desconoce cuál es y cómo es la demanda del mercado nacional de este tipo de productos.
La intención de la empresa es realizar la importación de materia prima de productores internacionales que garanticen experiencia, hacer esa primera inversión y, posteriormente, reemplazar esas importaciones con producción local.
A futuro, la empresa se propone competir en mercados internacionales con la bandera de la calidad, y no del precio, bajo la suposición de que los costos en Costa Rica son menores, como los de electricidad o agua, acotó Castro.
Durante el primer año se abrirán hasta 20 puestos de trabajo en la sede de la empresa, en Carillo, Guanacaste. Los perfiles que buscarán están relacionados a la agricultura y la ciencia, como químicos y farmacéuticos.
El representante manifestó que la empresa tiene puertas abiertas y están anuentes a recibir visitantes interesados en conocer su trabajo.
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Banco de semillas
La tercera autorización de cáñamo en Costa Rica es la única que está a nombre de una persona física.
Pablo Villavicencio es graduado de Dirección de Empresas y trabaja en una compañía multinacional. Proviene de una familia que ha estado involucrada con la agricultura.
La idea del cáñamo empezó como un proyecto personal de emprendimiento, una apuesta en un negocio futuro.
“El proyecto que pretendo emprender es un banco de semillas que busca atraer a otros agricultores para que ellos puedan adquirir las semillas a través de mí”, contó Villavicencio.
Aunque en el MAG tuvo puertas abiertas, el emprendedor reconoció que el proyecto que persigue no es sencillo pues requiere un estricto control legal de la procedencia de las semillas.
Villavicencio ya realizó su primera compra de semillas al dispensario Catacoa, en Colombia. Se trata de un encargo de la variedad mar azul cuyo arribo al país se espera para este mismo mes.
El capital actual es insuficiente para establecer un emprendimiento formal, por lo que Villavicencio aseguró que está abierto a inversionistas.
El desarrollo del proyecto se hará en la propia casa de habitación, en el distrito Catedral, en San José.
A futuro, el emprendedor pretende también ofrecer capacitaciones a empresas sobre el proceso administrativo y la planta de cáñamo.
Puede conocer más sobre este proyecto a través de la cuenta de Instagram llamada Plantnurserycr.