Para su carrera, tener un mal jefe puede significarle una piedra en el camino para poder crecer y desarrollarse profesionalmente.
La relación con el jefe representa una de las mayores preocupaciones de los trabajadores y es una de las principales causas de abandono laboral.
El primer paso es saber ¿cómo identificar a un mal jefe?
Lo primero que debe tomarse en cuenta es que las competencias de liderazgo cambiaron en los últimos años.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló cómo con la pandemia se hizo necesario que los líderes desarrollaran nuevas habilidades para dirigir sus organizaciones.
La empatía, la inteligencia para adaptarse al cambio, la capacidad de generar redes, la fluidez digital, la capacidad de colaboración, el sentido de tolerancia, la comunicación en un mundo híbrido y la capacidad de gestión de equipos remotos.
LEA MÁS: Aplique esta autoevaluación para saber si es un mal jefe
Un mal jefe, en general, es aquel que se mantiene anclado en comportamientos del pasado y no se esfuerza por mantenerse en continuo aprendizaje, no escucha y no busca ser un líder que apoye al crecimiento de cada uno de los miembros del equipo respetando la individualidad y fortalezas de cada uno.
Si estas características se le hacen familiares y lo que se le viene a la mente es su actual jefe, entonces sí está ante un mal lider.
Recomendaciones
La gerente de talento humano de EY, Rossani Ocando, ofreció cinco consejos para saber cómo actuar ante un mal jefe y que esto no represente un freno para su crecimiento.
1. Desarrolle la habilidad de hacer conciencia de la situación negativa y tomar acción para resolverla.
Dejar de ser “una victima de las circunstancias y de su jefe” le hará tener un mayor control de la situación y le permitirá generar opciones de crecimiento.
Ejecutar un plan de acción para tratar de resolver aquello que le impacta negativamente, de la forma de ser o de la relación con su jefe, le ayudará a crecer tanto en lo personal como en lo profesional, y además le permitirá adquirir habilidades de resiliencia que seguramente más adelante le servirán en muchas situaciones adversas.
2. Identifique si está teniendo un desempeño por encima de lo esperado y enfóquese en mantenerlo así o mejorarlo.
Esto puede ser difícil de medir si no hay límites de funciones, expectativas definidas sobre su rol e indicadores de resultados establecidos.
Intente generar un plan para ayudar a definirlo, lo cual puede incluir abrir un canal de comunicación con su jefe, compañeros e incluso con el área de gestión del talento.
“Cuando su red se conforma en esencia de gente cuyos antecedentes y habilidades son similares a los suyos, es poco probable que sirva para tener nuevas ideas o soluciones creativas. Diversifique su red relacionándose con gente cuyos puntos de vista, percepciones y experiencias difieran de los suyos”, recomienda Harvard Business School Publishing Corp, en su publicación de cómo saber lidiar con un mal jefe.
Es importante que, si identifica que no tiene un buen desempeño por falta de conocimientos, herramientas o motivación, debe comenzar a buscar capacitaciones que le ayuden a mejorar.
3. Mejore la comunicación con su jefe.
La comunicación es una de las principales habilidades para resolver cualquier situación conflictiva y en general para el mundo laboral.
Identifique la forma preferida de su jefe para comunicarse, si es en reuniones, correos, con datos, presentaciones o largas conversaciones telefónicas, y trate de usar más estas vías.
Luego amplíe y mejore la frecuencia de comunicación para abrir espacios en los que pueda definir expectativas, hacer preguntas, y poco a poco ir gestionando y mejorando la comunicación.
4. Trabaje con el jefe que tiene, no con el que quiere.
Si tiene un jefe que no se comporta como usted quisiera, trate de eliminar el filtro de sus expectativas.
Evite las suposiciones, por ejemplo: “no me ha respondido mi jefe, ni me llama, debe ser porque le caigo mal”. Concéntrese en mejorar la situación respetando la individualidad y diferencias que todos tenemos y tratando de promover los comportamientos positivos mediante sus propias acciones. Desarrollar esta habilidad le permitirá tener una gran herramienta para gestionar situaciones y personas conflictivas en general.
5. Identifique el tamaño del problema y defina lo que es mejor para usted.
Si está pasando mucho más tiempo resolviendo la relación con su jefe que en sus funciones, o si está experimentando síntomas físicos o emocionales por esta causa, tal vez es el momento de empezar a diseñar y ejecutar un plan de salida a otro departamento en la organización o a una nueva oportunidad laboral.
Todas las personas se cuentan a sí mismos historias sobre el trabajo, y estas dan forma a la manera en la que se toman decisiones.
Por ejemplo, si la historia que tiene en la cabeza durante el día es “todo es una batalla en la oficina”, lo más probable es que le esperen hostilidades y que se prepare para atacar. En general, las historias negativas como esta no sirven, así que considere dar un giro hacia una nueva narrativa.
Harvard Business School recomienda que comience por identificar un desafío que esté enfrentando y después pregúntese: ¿cuál es la historia de base que me estoy contando sobre este problema? Considere de qué manera la historia le está afectando.
Usted puede reescribir una historia y suele ser una cuestión de escoger una perspectiva desde dónde observar el problema y cómo puede resolverlo.