Desde espacios frente al mar adornados con lujos yates hasta comercios, condominios y residencias de lujo, las marinas de Costa Rica se han convertido en un pilar del desarrollo económico y turístico del país, impactando directamente a las comunidades donde operan.
Actualmente en el país hay seis marinas en operación:
Los Sueños (en playa Herradura, Puntarenas)
Pez Vela (en Quepos, Puntarenas)
Papagayo (en bahía Culebra, golfo de Papagayo, en Guanacaste)
Flamingo (en playa Flamingo, Guanacaste)
Bahía Golfito (en Golfito, Puntarenas)
Banana Bay (en Golfito, Puntarenas)
De acuerdo con Grethel Fernández, directora ejecutiva de la Asociación de Concesionarios de Marinas Turísticas, por el momento no hay nuevos proyectos en construcción.
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“Sí hay varias en trámite de aprobación: algunas avanzadas en trámites como Marina Playas del Coco, Marina Tambor, Marina Limón y otros proyectos interesantes de atracaderos turísticos en lago Arenal, Golfito y otras zonas costeras donde se requiere impulsar el turismo náutico”, dijo Fernández.
Las marinas a detalle
La historia de las marinas empezó a escribirse en el país en 1997 con la promulgación de la ley 7744, con la cual se establecieron las reglas del juego para el desarrollo de este tipo de proyectos, que se realizan mediante el modelo de concesión.
Aquellos interesados en desarrollar un proyecto de este tipo tienen que cumplir con varios requisitos técnicos presentes en la ley para posteriormente presentar la solicitud formal a la municipalidad del cantón donde se quiere llevar adelante el proyecto. El gobierno local tiene la potestad de aprobar o denegar el permiso de concesión.
Por otro lado, hay una entidad que tiene un rol importante en este segmento y es el La Comisión Interinstitucional de Marinas y Atracaderos Turísticos (CIMAT), el cual, entre otras cosas, controla, fiscaliza y vigila la concesión, construcción y operación de este tipo de proyectos en el país.
El impacto de las marinas no solo es en el agua, pues alrededor de estos proyectos se construyen hoteles, comercios, restaurantes y otros locales que generan empleos en las comunidades.
Precisamente en 1997 inició la construcción de Los Sueños Resort and Marina, en Herradura con las obras en tierra. El proyecto se completó a inicios de este milenio.
En el 2010 se inauguró la primera etapa de la Marina Pez Vela, en Quepos, aprovechando la cercanía con el Parque Nacional Manuel Antonio. “La perspectiva del mercado es muy dinámica. Ha empujado un nicho muy importante para Costa Rica en turismo náutico y las economías costeras”, dijo Jeff Duchesneau, gerente general de la Marina.
Desde diciembre de 2008 está en operación la Marina Papagayo, ubicada en ese golfo guanacasteco que también es reconocido por sus desarrollos hoteleros de lujo.
En Golfito se ubican dos marinas: Banana Bay y Bahía Golfito. La primera de ellas abrió sus puertas al público en el 2001, mientras que la segunda tuvo una transformación y fue adquirida por Enjoy Group en el 2020. Para octubre de este año está previsto el inicio de la construcción de la primera fase de los condominios y de un hotel Autograph Collection, parte del portafolio de Marriott International.
Finalmente, la última en abrir fue Marina Flamingo, en playa Flamingo. La primera etapa de operaciones empezó en 2022 con una inversión de $32 millones. “A día de hoy Marina Flamingo emplea aproximadamente entre 50 y 55 personas de manera directa pero el impacto que tiene de manera indirecta es tremendo”, dijo Max Arata, gerente general de la marina.
Esta marina, junto a Bahía Golfito, está capacitada para la atención de megayates (con más de 60 metros de eslora).
Un punto importante es que el uso de las instalaciones en tierra de las marinas es abierto al público sin restricciones.
Luis Lemus, director ejecutivo del CIMAT indicó a EF que Los Sueños es la marina con mayor ocupación, con alrededor del 95% de su espacio utilizado, mientras que el promedio del resto ronda entre el 40% y 60%. “Las marinas generan alrededor de 1.578 empleos directos y casi 5.100 indirectos. Solo hay marinas de primer orden en Costa Rica y un par en Panamá, cuando se analiza la costa Pacífica desde Baja California, eso significa que tenemos un producto muy bien posicionado”, dijo Lemus.
Para este año, el país participará por primera vez en una feria especializada en Fort Lauderdale para posicionar el país como destino para turistas náuticos.
¿Qué necesitan las marinas para operar?
De acuerdo con la ley 7744, las empresas de este tipo tienen que cumplir con los siguientes requisitos:
- Señalamiento marítimo y facilidades para la navegación, de acuerdo con las normas técnicas internacionales.
- Instalaciones y servicios en agua, que le permitan atender el atraque, el amarre, el varado y la botadura de las embarcaciones.
- Suministro de agua potable y energía eléctrica.
- Suministro de combustible y lubricantes.
- Iluminación adecuada y vigilancia permanente.
- Oficina de radiocomunicaciones para informar sobre las condiciones climáticas y rutas de navegación.
- Equipo contra incendios, acorde con la normativa establecida.
- Servicios sanitarios.
- Recolección y disposición de residuos sólidos y aceite; planta de tratamiento de aguas residuales, negras y servidas, según los términos previstos en las normas jurídicas aplicables y la evaluación del impacto ambiental.
- Oficina administrativa del concesionario, en la que se lleve un registro de los usuarios presentes de la marina.
- Póliza de seguros que cubra la responsabilidad civil del concesionario.
- Parqueo con capacidad de operación.
Instalaciones y servicios en tierra, que le permita atender las operaciones terrestres con la debida seguridad.
- Un área física sin costo alguno, que deberá ponerse a disposición de las instituciones del Estado, para el ejercicio de las competencias públicas, según corresponda.
- Edificios comerciales.
- Cumplir las disposiciones de la Ley No. 7600, Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad.
“El país sí tiene espacios para seguir desarrollando proyectos de marina, sin embargo, se requiere la consolidación del país como destino de turismo náutico para que aumente la visitación de este mercado”, dijo Pedro Abdalla, director de Marina Bahía Golfito.
Las marinas atraen a turistas de lujo
Una de las preguntas clave en este segmento es qué hacen los turistas que llegan a las marinas. El motivo principal es la pesca deportiva. Según el ICT, el 54,6% del total de extranjeros que arribaron el año pasado vino por esa razón, mientras que el segundo lugar en importancia fue para las actividades de ocio.
Haciendo zoom en el segmento de la pesca deportiva, una investigación del ICT publicada en 2021 (última disponible) reveló que quienes practican esta actividad son principalmente hombres, provenientes de Estados Unidos, con un rango de edad de entre 45 y 64 años y con al menos 25 años de experiencia en pesca.
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Es, además, un turista que ha visitado Costa Rica nueve veces en promedio, de las cuales cuatro han sido viajes en los que practicó pesca.
Cuando se habla de gasto, se cuantificó que la persona que viene de pesca y su grupo de acompañantes desembolsan un promedio de $13.447, de acuerdo con el estudio. Eso sí, un poco más de la mitad se realiza antes de venir a Costa Rica, por ejemplo en tiquetes de viaje, paquetes turísticos, entre otros.
Ya en territorio costarricense, los turistas gastan unos $2.223 en actividades de transporte, que incluye combustible, alquiler de barcos, guías de pesca, propinas, permisos, alquiler de automóvil, etcétera. Otros $1.648 van para y $1.208 en alimentación (restaurantes, abarrotes, comida y licores comprados en tiendas).
El estudio señala que se requieren $338 en gastos relacionados con la actividad de pesca (hielo, cebo, equipo de pesca, capitán y compañeros, tarifas de atracadero de marina), $287 en otros gastos (regalos y recuerdos, entretenimiento y diversión, artículos personales y otros gastos no incluidos en los anteriores).
Otro punto destacado es que Costa Rica es el lugar favorito para pescar, ya que el 99% de los turistas náuticos consultados prefirió nuestras aguas para la pesca, seguido de Estados Unidos, México, Panamá y en quinto lugar, Canadá.
Ahora bien, los viajes no es lo único en lo que gastan este tipo de turistas: un 8% de los encuestados por el ICT aseguró que cuenta con una embarcación en aguas nacionales, lo cual hace deban invertir más.
El precio promedio de manutención de una embarcación rondaba los $90.650 al año, según el estudio de 2021. El rubro principal corresponde a combustible con un 31,7% del total, seguido de los desembolsos anuales del puerto, es decir, solo tarifas de atraque y mantenimiento, este segundo indicador en importancia llegó al 24% del total.
El futuro del turismo náutico en Costa Rica
Los representantes de las marinas consultados por El Financiero son optimistas con respecto al futuro del turismo náutico en el país, pero son conscientes de que se debe continuar con la promoción internacional del destino para este tipo de viajeros.
Además, coinciden en que la oferta que hay en el Pacifico es buena y permite atender la demanda del mercado, pero que hay necesidad de construir una o varias marinas en la zona del Caribe, particularmente en Limón. Para este tema hay interés en construir tanto la marina como una terminal de cruceros, aunque por el momento no hay mucha claridad sobre el tema.
Las islas caribeñas como Bahamas o República Dominicana y otras más pequeñas son algunos de los principales competidores que tiene Costa Rica para atraer a este segmento turístico. Además, Panamá está haciendo lo propio con miras a captar más divisas de esta actividad.
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Una de las acciones más recientes del país para fortalecer la actividad turística acuática fue la aprobación de la ley 9977 en 2021, llamada Impulso a las marinas turísticas y desarrollo costero, con miras a atraer a más embarcaciones, de mayor tamaño, y que puedan permanecer en el país por más tiempo, pues permitirá a embarcaciones cuya eslora sea de 24 metros o más desarrollar en aguas y territorio costarricense actividades de transporte acuático, buceo y de recreo, bajo la modalidad de arrendamiento o charteo.
La ley estipula que las embarcaciones deberán contar con una autorización emitida por el ICT, así como formalizar un contrato con una marina turística y cumplir con los requisitos establecidos vía reglamentaria.
Anteriormente, las embarcaciones podían permanecer en el país máximo 90 días y debían salir por el mismo tiempo antes de volver para renovar el permiso. Ahora, podrán mantenerse hasta por seis meses, prorrogables por períodos iguales de manera continua hasta por un máximo de dos años.
Una vez pase este tiempo, deben salir al menos 90 días para nuevamente optar por este régimen de importación temporal.
Según los representantes de las marinas, esta medida ha favorecido el posicionamiento de Costa Rica como un mercado atractivo para actividades acuáticas.