El estrés es una reacción fisiológica de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de peligro. Un poco de estrés puede ayudar a las personas a afrontar y superar algunas situaciones difíciles de forma eficaz.
El problema es cuando el estrés se convierte en una condición crónica. Es en esta fase cuando se convierte en la causa de múltiples problemas físicos y psicológicos.
Esta problemática llevada al ambiente laboral es conocida como burnout o el síndrome del trabajador quemado.
Desde enero del 2022, cuando fue incluida por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del síndrome de burnout en la 11ª edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), el cuadro pasó de ser descrito como un “estado de agotamiento vital”.
Sus principales síntomas son el agotamiento emocional, baja motivación, caída en la productividad, así como una actitud negativa hacia sí mismo y los demás.
Andrea Jiménez, psicóloga del Centro de Salud Mental Herrera Amiguetti, del Hospital Metropolitano, explicó que el burnout se caracteriza por tres dimensiones:
- Agotamiento emocional: Se refiere al sentimiento de falta de energía, sin importar cuantas horas se haya dormido o descansado.
- Cinismo: Cuando la persona se distancia de su trabajo y no encuentra motivación ante las labores que tiene que realizar. A nivel social se tiene una actitud distante por las personas receptoras del servicio y los compañeros de trabajo.
- Ineficacia profesional: Sensación de no hacer las tareas adecuadamente y ser incompetente en el trabajo.
“Las jefaturas están llamadas a detectar esas primeras señales que hablan acerca de que las cosas no están del todo bien con ese colaborador que siempre ha sido dispuesto, motivado, efectivo e interesado en la organización, en sus colegas y en su carrera. Actitudes taciturnas, más silencio del habitual, reportes de permisos, ausencias y un sutil deterioro de los resultados, son señales inequívocas que están ocurriendo cosas que deben atenderse”, dijo Marina Abal, socia de consultoría de EY Centroamérica.
Este fenómeno ocupacional no siempre es posible evitarlo, por lo que es importante que las jefaturas sean capacitadas adecuadamente para abordar a los trabajadores que presentan síntomas de estrés elevado y acudir al departamento de Recursos Humanos para explorar las soluciones posibles.
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¿Una persona puede incapacitarse por sufrir ‘burnout’?
Sí, en Costa Rica este fenómeno en la práctica es conocido como estrés laboral y podría derivar en incapacidades si los síntomas ocasionados por el mismo así lo ameritan, señalaron Laura Navarrete, gerente senior y Melany Pérez, abogada del área laboral de EY Law.
Algunos de los síntomas o padecimientos más comunes asociados con el estrés laboral son: cuadros de ansiedad, depresión, problemas gastrointestinales, musculares o articulares.
Si un trabajador experimenta estos síntomas y los mismos le impiden desempeñar sus funciones adecuadamente, podría recibir una incapacidad de las autoridades de salud.
Es una incapacidad emitida por el Instituto Nacional de Seguros (INS), en caso de que los síntomas se asocien a temas laborales.
“En caso de que se determine que hay afectación en la salud, la normativa laboral es la misma que aplica de manera regular para cualquier enfermedad o riesgo laboral en lo regulado el Código de Trabajo en lo referente a enfermedades laborales y al Reglamento para el Otorgamiento de Incapacidades y Licencias a los Beneficiarios del Seguro de Salud. Si una persona trabajadora considera que se encuentra bajo esa condición o síndrome y hay elementos que afectan su salud puede acudir a un médico para que le trate y determine si es viable o no una incapacidad”, dijo Kendall Ruiz, abogado de la firma Aselecom.
¿Qué pueden hacer los patronos?
Algunas medidas que podrían tomar los patronos para evitar que sus trabajadores sufran burnout son:
- Analizar las jornadas y las cargas de trabajo con el fin de realizar los ajustes y redistribuciones que sean necesarias para optimizar el trabajo y el uso del tiempo.
- Establecer expectativas y responsabilidades claras, evitar plazos poco razonables y minimizar el uso de la trillada frase de “dar la milla extra”.
- Verificar si los trabajadores están abarcando más de lo que su tiempo y capacidades físicas y mentales les permite acarrear puede evitar que sufran episodios de estrés y sobrecargas emocionales.
- Garantizar que los trabajadores disfruten de sus periodos de descanso, tanto dentro de cada jornada como durante cada semana de trabajo. Asimismo, es fundamental que los trabajadores disfruten de sus periodos de vacaciones oportunamente.
- Respetar la desconexión digital del personal que ejecuta sus funciones en la modalidad de teletrabajo.
- Ofrecer, cuando sea posible, facilidades y beneficios dirigidos al esparcimiento y a la promoción de la salud mental.
“Si hay condiciones que afectan la salud de la persona trabajadora y no se toman las medidas preventivas, la persona trabajadora puede prevenir al patrono que corrija esta situación y darle tiempo para que subsane esta situación. En caso de que no se llegue a un acuerdo en un tiempo razonable puede darse una renuncia con responsabilidad patronal.”
— Kendall Ruiz, abogado de la firma Aselecom.
Se puede prevenir
Existen estrategias para poder lidiar con el síndrome del burnout y evitar que se vuelva una condición crónica.
Hablar de este tema con compañeros de trabajo, amigos o familiares ayuda a generar validación y a recibir apoyo de las demás personas. Para algunas personas el estrés descontrolado les genera sentimientos de culpa y vergüenza que se pueden atenuar al conversarlo.
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“Una herramienta importante es el aprender a decir que “no” ya que es parte del priorizar y poner límites en algunas ocasiones. Cuando decimos que sí a todo, podemos terminar con demasiadas cosas encima que se generan cargas de trabajo abrumadoras. Aquí cabe también el aprender a recibir ayuda y que no siempre tenemos que hacer todo nosotros mismos”, explicó Jiménez.
Encontrar momentos de felicidad es una tarea importante cuando se tiene un trabajo muy demandante. Hay que intencionalmente promover actividades que no tengan que ver con lo laboral como caminar, leer, ver alguna serie, meditar o practicar algún pasatiempo.
Otras recomendaciones son:
- Llevar un estilo de vida saludable: comer bien, hacer ejercicio, mantenerse hidratado y tener buenos hábitos de sueño.
- Aprender a escuchar el cuerpo.
- Agendar actividades divertidas y recreativas con frecuencia.
- Planear unas vacaciones.
- Aprender a establecer límites y priorizar responsabilidades.
- Buscar ayuda de un profesional en salud mental.