Los vehículos chinos ganan protagonismo en las carreteras costarricenses gracias a las mejoras en calidad, diseño y seguridad de las unidades, así como por el respaldo de distribuidores con amplia trayectoria en el mercado local.
A pesar de que se enfrentan a la etiqueta de ser de baja calidad si se comparan con modelos producidos en Japón, Corea del Sur u otros orígenes, la venta de estos vehículos ha aumentado tanto dentro de las fronteras costarricenses como fuera de ellas.
En el 2000 se produjeron cerca de dos millones de carros chinos, mientras que el año pasado esa cifra superó los 27 millones de unidades, según datos de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA).
Lo contrario ocurre con la producción japonesa, la cual registra una caída del 4% al pasar de 10,1 millones a 9,7 millones de vehículos fabricados en ese mismo período.
Las agencias de autos en Costa Rica perciben la creciente aceptación de los productos fabricados en China y se muestran confiadas en que las ventas mejorarán en el futuro, tal y como ocurrió cuando las marcas coreanas ingresaron al mercado. Este es abastecido, además, de carros producidos en Japón, Estados Unidos, México, Alemania y Hungría.
Según la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (Aivema), durante el 2016 se colocaron 1.198 vehículos chinos en las carreteras nacionales, mientras que el año pasado fueron 1.407 unidades.
Lilliana Aguilar, directora ejecutiva de Aivema, explicó que con el paso del tiempo se evidencia cómo los fabricantes de ese país apuestan por producir mejores vehículos que destacan por su equipamiento y acabados internos.
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“Ya han aumentado (las ventas en Costa Rica) y es esperable que en el futuro crezcan más. La producción de vehículos chinos va a aumentar sensiblemente en el mundo”, agregó Aguilar.
Que estos carros tengan mayor popularidad en el país también es resultado de que fuertes actores de la industria automotriz robustecieran sus portafolios con alternativas chinas, entre ellos Veinsa, Inchcape y Pacific Motors (una compañía de AutoStar).
Esa última empresa recientemente incorporó la marca Maxus, perteneciente a la firma asiática automotriz SAIC Motor. Su oferta inicial está compuesta por cinco modelos y espera agregar dos opciones en el 2020, entre ellas una panel eléctrica.
La expectativa de venta de Pacific Motors es colocar entre 65 o 70 unidades durante el 2019, con precios que van desde los $29.900 hasta los $35.900. Para el próximo año, esa cantidad podría superar los 100 vehículos.
Esos objetivos parecen posibles de alcanzar al observar el comportamiento de la marca en Chile (primer mercado latinoamericano en el que arribó Maxus), donde las ventas pasaron de 800 a 3.000 unidades del 2017 al 2018.
“Es un producto de muy alta calidad que se diferencia de otros productos asiáticos (…). Queremos que la gente lo pruebe y se dé cuenta de que no tiene nada que envidiarle a un vehículo japonés”, destacó Roberto Sauma, gerente de ventas de vehículos comerciales de la compañía.
En Costa Rica, AutoStar representa también a Mercedes-Benz, Jeep, Dodge, Ram y Fiat.
Marcas con más trayectoria
Ambacar y Veinsa Motors son dos agencias que intentan que más conductores abandonen las marcas tradicionales o populares para optar por modelos chinos. La primera inició operaciones en el 2002, bajo el nombre Greatwall, y posteriormente incorporó a su portafolio las marcas Haval, Soueast y DFSK.
Sus ventas en el 2018 alcanzaron las 400 unidades y estima cerrar el 2019 con 600 vehículos colocados en el mercado costarricense (la empresa también tiene presencia en Ecuador, Perú y Colombia).
Carlos Muñoz, gerente general de Ambacar en Costa Rica, explicó que la calidad del carro chino cambió considerablemente; ahora muchos de sus modelos ofrecen acabados, materiales y desempeños comparables a los de autos europeos.
“Nuestra estrategia consiste en añadir valor a cada etapa del proceso de venta y posventa. Esperamos lograr clientes de por vida. Con la gama de modelos que ofrecemos podemos suplir las necesidades de nuestros clientes según estas vayan cambiando”, resaltó Muñoz.
Adquirir un vehículo chino en Ambacar puede costar entre $15.990 y hasta más de $60.000.
Por su parte, Veinsa Motors, que vende modelos chinos desde hace 12 años, colocó 229 unidades Geely en el 2018 y pretende llegar a 200 más este año.
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La agencia de autos reporta que, en los últimos años, esta marca tuvo un importante crecimiento en todo el mundo, debido a la innovación que ofrece en tecnología y diseño, lo que la convierte en una opción competitiva.
“Parte de la evolución de la marca es que adquirió Volvo y, además, es dueña del 10% de las acciones de Daimler, reflejando la proyección que tiene a nivel mundial”, destacó Daniel Moya, gerente comercial de Veinsa Motors.
Los precios de los modelos disponibles de Geely empiezan en los $14.900.
EF contactó a los representante de Inchcape y Cori Motors para conocer su oferta actual y el comportamiento de sus ventas; sin embargo, al cierre de edición no se obtuvo respuesta.