El mercado automotor francés sufrió en marzo una catastrófica caída de 72,2% y debería retroceder un 20% durante el año, víctima de la epidemia de coronavirus y las medidas de contención de la población, anunciaron este miércoles las empresas constructoras.
Desde el 17 de marzo los franceses han estado bajo confinamiento y todos los negocios no esenciales, incluidos los concesionarios de automóviles, se han cerrado, como parte de la lucha contra la epidemia de COVID-19.
"Es histórico. Nunca hemos tenido una caída como esta", dijo François Roudier, portavoz del Comité de Fabricantes Franceses de Automóviles (CCFA), contactado por AFP.
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En marzo, se registraron 62.668 automóviles nuevos en Francia, un 72,2% menos que el mismo mes del año pasado, que sin embargo tuvo un día hábil más. A raíz de estas cifras extraordinarias, el CCFA anunció que esperaba una disminución del 20% en el mercado automotriz para todo el año.
"En el primer semestre, deberíamos estar en -30%. Esto nos llevaría a cerrar 2020 en -20%", dijo Roudier, quien destacó que era un pronóstico del mercado francés establecido por fabricantes franceses y extranjeros.
"Vamos a terminar el año entre 1,7 y 1,8 millones de vehículos privados nuevos" registrados en Francia, dijo. "Este es un pronóstico que contempla el fin del confinamiento y el reinicio normal de la actividad a fines de abril, principios de mayo. Si ese fin se posterga, el pronóstico podría ser aún más bajo", advirtió.
En todos los casos, "incluso con una fuerte recuperación" después del confinamiento, "no podremos compensar por completo esta considerable caída", estimó Roudier.
En este contexto extraordinario, los grupos franceses se vieron afectados en marzo como el resto del mercado. PSA (Peugeot, Citroën, DS, Opel) vio caer sus registros de nuevos modelos en -73,4%, al igual que el grupo Renault, con -71,6%, según las cifras. del CCFA.