A última hora del viernes 9 de abril, el gigante petrolero de Arabia Saudita Aramco anunció la firma de un acuerdo para crear una empresa conjunta con un consorcio liderado por el fondo estadounidense EIG Global Energy Partners, que poseerá el 49% frente al 51% para Aramco.
La empresa conjunta, Aramco Oil Pipelines Company, arrendará la red de oleoductos de Aramco durante 25 años, añadió el gigante petrolero en un comunicado, afirmando que mantendrá "la plena propiedad y el control de las operaciones" de la red.
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La compañía saudita ingresará $12.400 millones fruto del acuerdo. Arabia Saudita, el mayor exportador de crudo del mundo, se está esforzando por atraer inversiones extranjeras y diversificar su economía.
A cambio, Aramco pagará a la empresa conjunta tasas de uso sobre el volumen de crudo que transite por la red, sin restricciones de cantidad.
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Aramco se ha convertido en los últimos años en la punta de lanza de la diversificación de la economía del país, muy dependiente de los hidrocarburos y donde los ingresos del petróleo financian parte de los megaproyectos del príncipe heredero Mohamed bin Salmán.
En el contexto de la pandemia de COVID-19 que afecta a la demanda de petróleo y acentúa la caída de precios, Arabia Saudita pidió a finales de marzo un esfuerzo adicional a las grandes empresas para estimular el sector privado, dentro de un megaplan de inversiones llamado Shareek (socio en árabe).
“Nuevas oportunidades”
El acuerdo sobre el uso de su red de oleoductos “refuerza el papel catalizador de Aramco para atraer importantes inversiones extranjeras al reino”, dijo la empresa en su comunicado, sin detallar los nombres de las demás empresas que forman el consorcio.
“Estamos aprovechando nuevas oportunidades estratégicamente, en línea con el programa de inversiones Shareek”, dijo el consejero delegado de Aramco, Amin Naser, en el comunicado, saludando una “importante transacción” que “maximizará los beneficios para los accionistas”.
En marzo, la empresa anunció una caída del 44,4% en su beneficio neto en 2020, hasta $49.000 millones (41.000 millones de euros), lastrado por la caída de los precios del crudo. Estos resultados pesan sobre las finanzas sauditas.
A pesar de la situación, Aramco ha pagado $75.000 millones en dividendos a sus accionistas, como se comprometió a hacerlo en el momento de su salida a bolsa en 2019.
Los pagos de dividendos de Aramco ayudan al gobierno saudita, principal accionista de la empresa, a gestionar el enorme déficit presupuestario del país.