En los campos de Buenos Aires de Puntarenas, la empresa Fresh Del Monte Produce Inc. cultiva una de las frutas más exclusivas del mundo: la piña Rubyglow.
Caracterizada por su llamativa cáscara roja y una pulpa amarilla brillante de baja acidez, esta variedad es el resultado de 15 años de investigación y desarrollo mediante técnicas de cruce tradicional, según se explicó en un comunicado de prensa.
Su estatus como un producto de lujo se fundamenta en su extrema rareza. El cultivo de cada fruta requiere aproximadamente dos años de maduración natural en la planta. La producción es tan limitada que en 2024 solo se cosecharon 5.000 unidades para todo el mundo, y se proyecta que la cifra se reduzca a 3.000 unidades en 2025.
Desde su lanzamiento, la demanda global ha superado con creces la oferta, con listas de espera en los mercados de Asia y Norteamérica. Sin embargo, el éxito y la exclusividad de esta piña costarricense no han estado exentos de desafíos, y ahora se encuentra en el centro de una disputa de propiedad intelectual.

La compañía se prepara para tomar acciones legales por la presunta producción y comercialización no autorizada de la variedad en Nicaragua, iniciada, según informes de medios, por un productor costarricense radicado en ese país.
Es en medio de este complejo escenario de exclusividad y disputas por su patente que la piña Rubyglow ha recibido uno de los máximos galardones de la industria. La fruta fue reconocida como la Mejor Innovación Alimentaria en los prestigiosos World Food Innovation Awards 2025, un premio que subraya la capacidad de Costa Rica como centro de innovación agrícola.
Mohammad Abu-Ghazaleh, presidente y CEO de Fresh Del Monte, expresó su orgullo por este reconocimiento, afirmando que “La Rubyglow representa claramente nuestro liderazgo global en la categoría de piñas”.