La piña rosada nació luego de 17 años de investigación (2003-2020) en los laboratorios de la empresa Fresh Del Monte.
Se trata de una variedad de piña genéticamente modificada (OGM) que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó en 2016 como segura para su consumo.
Tal es su atractivo que, a nivel internacional, influenciadores y celebridades la llaman “joya de la selva costarricense” por su exclusividad.
El precio de la unidad de piña rosada en el extranjero oscila entre los $29 y $39 (entre ¢15.747 y ¢21.177, al tipo de cambio actual), según se indica en el sitio web de la empresa. Cada piña ofrece un certificado de autenticidad.
Este gancho de la peculiar fruta también conocida como Pinkglow causó que otros fabricantes quieran imitar su producción, sin embargo, esto puede poner en riesgo la salud de consumidores y cultivos.
El 12 de junio pasado se dio a conocer que funcionarios del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), del Ministerio de Agricultura y Ganadería, realizaron un operativo en varias fincas de Pital de San Carlos, donde descubrieron la siembra ilegal de piña rosada que implica la violación a la normativa vigente para el cultivo de organismos vivos modificados.
“La variedad de piña rosé está registrada ante el Departamento de Biotecnología del SFE y cumple con los requisitos que autoriza la siembra, movilización, exportación, experimentación, multiplicación, transformación en alimentos procesados, de la semilla y fruta fresca, de manera exclusiva”, explicó la entidad mediante un comunicado de prensa.
“Fresh del Monte procura que el cultivo de la Pinkglow cumpla con una serie de medidas fitosanitarias que garantizan la inocuidad luego de un proceso de investigación de 17 años”, dijo la compañía mediante un comunicado de prensa.
Esta empresa tiene en Costa Rica 9.283 hectáreas de plantaciones de piña, pero tan solo proyecta 200 para cultivar la variedad rosa en 2023, dijo a la agencia AFP Michael Calderón, director legal regional de Fresh Del Monte.
Costa Rica “fue el país que se eligió para desarrollar este producto por sus condiciones de microclima, que lo hacen ideal para la producción de la piña rosada”, agregó.
La empresa comenzó en 2003 un proceso de investigación a través de bioingeniería para alterar la genética de la fruta de color amarillo hasta conseguir que naturalmente creciera de color rosa.
La clave para lograrlo es el licopeno, compuesto que es un pigmento natural que contienen muchas frutas y verduras de color rojizo.
Protecciones con las que goza la piña rosada
En Costa Rica, bajo el marco normativo vigente, la piña rosada se considera un organismo vivo modificado genéticamente, de conformidad con lo establecido por la Ley de Protección Fitosanitaria (N° 7664) para otorgar autorizaciones exclusivas a aquellos sujetos que quieran investigar, desarrollar y propagar variedades vegetales de esta naturaleza, explicó Monserrat Soto Roig, directora de la práctica de Propiedad Intelectual en ECIJA Legal Costa Rica.
“También en nuestro país consta que, ante el Registro de la Propiedad Intelectual, se hizo la presentación de la solicitud de patente que protegería el proceso de producción de la piña rosé en el año 2013. Sin embargo, no consta inscripción de dicha patente”, agregó.
Fresh del Monte, sí logró la protección en Estados Unidos de la variedad vegetal, bajo patente que consta inscrita ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO). La patente se titula Pineapple plant named ‘Rosé’ o planta de piña llamada Rosé. El derecho de patente, de conformidad con la legislación de tal país, llega a un plazo fatal -es decir, no renovable- de expiración en el año 2032.
Este derecho de patente, le da la facultad a Del Monte International a explotar la Pinkglow de manera exclusiva y excluyente frente a terceros.
Ademas la firma tramitó el registro en Costa Rica ante la Oficina Nacional de Semillas, que otorga una protección internacional.
“En lo que concierne a la protección de la piña, en sí como una variedad vegetal genéticamente modificada, el interés de brindar un derecho exclusivo a un titular específico obedece más a razones de bioseguridad y medioambientales que de propiedad intelectual: al tener un control cercano de quien produce variedades vegetales resultantes de la manipulación genética, las autoridades fitosanitarias procuran garantizar que el proceso de producción sea seguro, que el producto sea apto e inocuo para el consumo humano, y que la introducción de una especie nueva no vaya a alterar otros ecosistemas”, especificó Soto.
¿Tienen un límite geográfico y de tiempo estas protecciones?
Las patentes son estrictamente jurisdiccionales, es decir, el otorgamiento del derecho se reserva a la decisión de cada país. Sin embargo, es posible denunciar la explotación (uso, comercialización, implementación, explotación) de una patente en un país con un derecho otorgado en otro, añadió la especialista.
En lo que respecta al tiempo, mientras que las patentes corresponden a un derecho de propiedad intelectual, tiene una expiración fatal de 20 años, como regla general. En el tanto el producto sea seguro, se cumplan con los procedimientos administrativos de renovación y se ostente el derecho de propiedad intelectual, el derecho seguirá en manos de Del Monte.
En Costa Rica existe un tipo de algodón que también tiene permiso sobre una variedad genéticamente modificada. Se trata de una especie que es resistente a insectos y tolerante a herbicidas, para producción de semilla de exportación.
La sombrilla legal que cubre a la piña rosada hace que se puedan establecer medidas civiles y penales contra quienes lleven a cabo este mismo cultivo.
Fresh Del Monte exporta la piña rosada a mercados como Estados Unidos, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Kuwait y Hong Kong.