El precio de los granos básicos aumentó mayormente en el maíz y la soya, ingredientes esenciales para la alimentación avícola. El conflicto bélico en Ucrania, la variaciones en el tipo de cambio e incluso la pandemia son algunas de las causas del incremento en el costo de la producción.
“El costo de alimentación es el mayor rubro dentro de una explotación pecuaria. Por tanto, el incremento en los precios de este grano podrían representar costos en la producción de hasta el 30%. Estos costos de producción se trasladan de manera progresiva a los productores y por ende será el consumidor final quien deberá asumir el impacto”, puntualizó José Eduardo Valerín, encargado del programa de maíz y frijol del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Costa Rica no importa directamente de Ucrania el maíz y la soya; sin embargo, siente las repercusiones de la contracción de ese mercado europeo debido a que dicho país es el cuarto exportador mundial de maíz, lo cual afecta los precios mundiales y provoca un efecto dominó en todos los países que importan esa materia prima.
De acuerdo a información del MAG, la industria avícola nacional asume alrededor del 45% del maíz amarillo importado desde Estados Unidos, será este sector quien presentará los mayores efectos sobre el precio.
“El impacto que tenga el tipo de cambio, materias primas y el costo de los problemas logísticos a nivel internacional afectarán en mayor o menor medida a cada uno de los productores”, indicó Asdrúbal Vargas, vicepresidente de la Cámara de Avicultores (Canavi).
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Alza en costos de producción
El concentrado con el cual alimentan a las aves está compuesto por más de un 50% de maíz, entre un 15% a 20% de soya y lo restante con otros cereales y productos. Esto depende de la edad del animal pero, en cualquier estado, la base de la alimentación la sostiene el maíz.
“Ese costo en la alimentación incide en cerca de un 65% a 70% en los costos de producir huevos o pollo. Es un gran impacto porque, en un año y medio, el precio total de producción nos está costando cerca de un 30% más”, señaló José Luis Fernández, gerente de la empresa Huevo Criollo y miembro de la junta directiva de Canavi.
El precio final del kilo de huevos y de pollo responde a la oferta y demanda, por lo que Fernández aseguró que los productores no tienen como herramienta accesible el traslado total del costo al consumidor final.
Desde el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania el precio del maíz cotizado en la Bolsa de Chicago (precio FOB) incrementó un 10%. Pero desde el 2020 se duplicó.
“Si bien es cierto la crisis en Ucrania agravó la situación con ese incremento del 10% en el maíz, lo cierto es que el precio se ha venido duplicando desde el 2020. Situación similar pasa con la soya, que con la crisis tuvo un aumento de 5%; pero desde el 2020 ha venido con un incremento casi de 70%”, detalló Asdrúbal Vargas, de Canavi.
La afectación a las cadenas logísticas que se experimentó por la pandemia, la crisis de los contenedores, el alza en los precios de los combustibles sumado a que Costa Rica se caracteriza por ser importador de materias primas como el maíz, dan como resultado el constante aumento en la producción que registra el sector avícola.
Costo del concentrado
Un pollo vivo (de engorde), en granja, de poco más de dos kilos come cerca de ¢1.150 a ¢1.200 de alimento por un tiempo de 40 a 42 días.
“A ese precio hay que sumarle los demás costos de cuido, transporte, mantenimiento de la granja, entre otras cosas”, expresó José Luis Fernández, gerente de la empresa Huevo Criollo.
Por cada kilo de huevo producido, la gallina consume, en promedio, ¢780 de alimento. Esta ave produce alrededor de 25 kilos de huevo durante todo su ciclo de vida (cerca de 90 semanas).
“Usted compra una pollita de un día, y hasta las 18 semanas le pone huevos. Entonces hay que cuidarla e invertirle para que ponga el huevo”, explicó Fernández, quien añadió que los costos en la alimentación avícola subieron ¢200.
Una de los posibles efectos de esta inversión en la alimentación avícola es que algunos pequeños productores no soporten los costos —sumado al aumento de los combustibles y tipo de cambio— por lo que deben cerrar sus negocios.
Golpe al bolsillo
“Consideraría que hasta un 30%”, estimó el encargado del programa de maíz y frijol del MAG, José Eduardo Valerín, al ser consultado sobre cuánto aumentaría el precio del pollo y huevo al consumidor final.
Los productores avícolas nacionales concuerdan en que el consumidor podrá ver reflejado un porcentaje de incremento en el precio del pollo y huevos que compran en supermercados, ferias o directamente al productor; no obstante, manifestaron que el aumento en el valor del maíz y soya no será trasladado totalmente al comprador y prefieren no arrojar porcentajes.
“Dependerá de cada productor ver de qué manera se integran esos costos dentro de su estructura productiva y eventualmente puede afectar el precio final al consumidor”, acotó Asdrúbal Vargas, de Canavi.