¿Alguna vez se ha puesto a pensar de dónde vienen los ingredientes con los que se preparan los combos más icónicos de las cadenas de comida rápida en el país? Más allá del —para muchos— tentador aroma a papas fritas y la promesa de una hamburguesa jugosa, existe una amplia red de suministro que hace posible que estos productos lleguen al menú.
En medio de la premura con la que muchos clientes ordenan sus productos, ya sea en el restaurante, autoservicio o por medio de las aplicaciones de delivery, no todos se detienen a pensar en este aspecto, pero lo cierto es que los proveedores locales suelen ser parte importante del engranaje del negocio de estas marcas.
Si bien estas franquicias tienen que seguir lineamientos de sus casas matrices en el exterior, el rol de sus socios en el mercado nacional es clave. Incluso, algunas marcas han incorporado platillos típicos costarricenses, para lo cual evidentemente son necesarios productos del país.
Pero, ¿qué tanto porcentaje de los combos tradicionales de las cadenas de comida rápida son preparados con productos con sello costarricense? ‘El Financiero’ consultó a McDonald’s, KFC y Subway para conocer más sobre el tema.
En el caso de McDonald’s, el producto analizado es su clásico combo del Big Mac, que incluye la icónica hamburguesa, papas y refresco.
De acuerdo con Marianela Ureña, gerente de comunicaciones de Arcos Dorados Costa Rica, más del 50% de la inversión en compras se realiza a suplidores nacionales. En el caso del Big Mac, señaló que el pan es de Panifresh, cuya planta está en Alajuela; la carne 100% de res proviene de Montecillos, con planta también en Alajuela, la lechuga la provee Vegetales Fresquita, desde su planta en Cartago; y los empaques son elaborados por Impresora Delta, con planta también en Alajuela.
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Para otros productos del menú como salsas, helados, café, entre otros, Arcos Dorados trabaja con aliados como Dos Pinos, Coopedota, Alimentos Turrialba, Griffith Foods Costa Rica, Cargill, INOLASA, DEMASA, Empacadora Agrícola La Trinidad, entre otros.
“Trabajamos continuamente para desarrollar proveedores locales que cumplan con nuestros altos estándares de calidad, seguridad alimentaria y criterios de responsabilidad social y ambiental. Sin embargo, hay factores geográficos o tecnológicos que hacen necesario importar ciertos insumos. Por ejemplo, lograr la consistencia y tamaño de nuestras famosas papas fritas sólo es posible en regiones cercanas a los polos y allí se cultiva la variedad específica que requiere ese ingrediente de nuestro menú. Asimismo, productos como la salsa Big Mac o las fetas de queso requieren tecnologías de envasado y procesamiento altamente especializadas que, por ahora, no están disponibles en el país”, agregó Ureña.

Parte de los objetivos de trabajar mano a mano con empresas costarricenses es la búsqueda de la eficiencia operativa. La proximidad de estos socios reduce los costos de transporte y los tiempos de entrega, lo que se traduce en una cadena de suministro más ágil y menos dependiente de lo que pase en mercados internacionales.
En el caso de KFC, se consultó por uno de sus platillos más reconocidos: el combo de dos piezas de pollo. En esta cadena la tónica es similar a McDonald’s con respecto a los encadenamientos con empresas costarricenses.
“Impulsamos activamente el encadenamiento productivo local. Más del 50% de los insumos de nuestro combo de dos piezas —incluyendo el pollo, la bebida, la ensalada y los empaques— provienen de empresas costarricenses. Esto representa una apuesta clara por el fortalecimiento de la economía nacional y por generar impacto positivo desde la compra local hasta la experiencia del cliente”, explicó Catalina Chaves, gerente de Calidad e Innovación de KFC Costa Rica.
De acuerdo con Chaves, si bien la gran mayoría de los insumos provienen de proveedores costarricenses, por lineamientos corporativos globales de la marca algunos ingredientes específicos como sazonadores, papas fritas, puré y ciertos empaques especiales aún deben importarse para garantizar consistencia y calidad internacional. También indicó que trabajan continuamente con aliados locales para fortalecer la cadena de suministro y explorar opciones que permitan seguir aumentando el componente nacional.
En el caso de Subway, su gerente de mercadeo, Gia Pandolfo, indicó que las proteínas y quesos son los ingredientes más complicados de encontrar de un proveedor local. Sin embargo, recalcó que más de la mitad de los productos que utilizan vienen de empresas ticas.
“Tomando como base nuestros subs y las respectivas envolturas-empaques podemos estimar un 40% importado y 60% local, el refresco es con proveedores locales (gaseosas y bebidas tipo refresco natural), las galletas también con proveedor local y los chips: contamos con cuatro sabores locales y seis sabores importados”, indicó Pandolfo.
Esta cadena especializada en sándwiches cuenta con el Sub 506, que tiene casi su 100% de ingredientes locales: Pan, Roast Beef, frijoles molidos, aguacate, lechuga, tomate y Salsa Lizano.
Para este artículo se intentó conocer la posición de la cadena Burger King, sin embargo, al cierre de edición no respondieron las consultas enviadas por medio de su equipo de comunicación.
Importancia para las empresas
Las empresas que se adjudican los contratos con estas cadenas normalmente aseguran ventas por periodos considerables y la posibilidad de llevar sus productos fuera del país. Pero al mismo tiempo deben cubrir los pedidos de las marcas en todo el territorio nacional, es decir, tener la capacidad logísitca de abastecer las solicitudes de la cadena, conforme se van expandiendo en el territorio nacional.
Un aspecto importante es que los proveedores costarricenses deben adherirse a los rigurosos estándares de calidad establecidos por estas empresas, cada una con sus propias directrices. Regularmente, se llevan a cabo auditorías de calidad, dirigidas por expertos en la materia, quienes evalúan y supervisan de forma continua las instalaciones de producción y sus productos antes de su distribución a los restaurantes.
En pocas palabras, el principal desafío para estas empresas costarricenses es demostrar que son capaces de hacer el producto exactamente como lo desea la marca de restaurantes. Este constante desafío impulsa la industria alimentaria del país a la continua mejora, generando nuevas oportunidades y fortaleciendo la imagen de Costa Rica como un socio comercial global, confiable y competente.
Así que la próxima vez que consuma alguno de estos productos y sienta que casi todas las ganancias se van fuera de Costa Rica, recuerde que hay una amplia red de proveedores locales que se benefician del crecimiento de este sector comercial, lo cual puede generar empleo y desarrollo para el país.
