Un vuelo directo de San José a la capital de Perú del 13 al 20 de setiembre próximo cuesta $390 por persona ida y vuelta viajando con maleta de mano en la firmaLatam. Mientras tanto, otro entre Costa Rica y Panamá, con Copa en las mismas fechas y con idéntico equipaje se cotiza hasta en $383. Uno tiene una duración de 3 horas con 40 minutos, el otro, alrededor de una hora. La pregunta del millón es ¿por qué los vuelos a Centroamérica tienen esos precios?
Un estudio del Banco Mundial dio a conocer que en promedio un vuelo a Centroamérica puede ser hasta tres veces más caro que uno a Suramérica, debido a las tasas aeroportuarias del istmo, impuestos y la limitada competencia de aerolíneas. Esto provoca que el mercado de vuelos intrarregionales no sea tan apetecido por los turistas.
Precisamente para abaratar los precios de los pasajes y atraer a más aerolíneas de bajo costo, el diputado Eliécer Feinzaig presentó la iniciativa 24.207, la cual busca que los pasajes de vuelos directos entre nuestro país y Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua así como Panamá, no sobrepasen los $126 ida y vuelta. En el caso de República Dominicana, la tarifa sin impuestos no podrá ser mayor a $120 ida y vuelta, o $60 por vía.
Para que esto ocurra, el legislador plantea reducir el impuesto que pagan los turistas que ingresen al país provenientes de alguno de los países señalados y pasaría de $15 a $4. Mientras, el tributo de salida que se cancela en los tiquetes aéreos que se venden en Costa Rica, bajaría de $27 a $14.
Otro punto importante es que esta reducción se aplicaría sólo cuando los países centroamericanos son el destino final del viajero y no escalas hacia destinos extrarregionales. Además se debe contar con reciprocidad del otro país, es decir, que también aplique estas tarifas reducidas.
“Proponemos que los impuestos relacionados con la emisión de los boletos no sumen en ningún país más de $23 cuando los boletos cuesten no más de $40 por segmento”, comentó Feinzaig cuando presentó el proyecto.
No obstante, el proyecto parece tener un camino complicado en la Asamblea Legislativa, pues tanto el Ejecutivo como algunos representantes del sector turismo mostraron su disconformidad ante esta iniciativa. Incluso, el presidente Chaves la cataloga como “peligrosísima”.
La principal preocupación de quienes no avalan la iniciativa, es que consideran que ocasionará que los turistas que permanecen en el país reduzcan los días de estadía y con esto merme el flujo de divisas que ingresan provenientes de la actividad turística. Al abaratar los pasajes a Centroamérica, consideran que los extranjeros preferirán conocer la mayor cantidad de destinos posibles.
Los datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) muestran que el año pasado las llegadas de viajeros internacionales fueron de 2,75 millones, es decir, un 17% más de lo que generó por ese mismo concepto en 2022. La misma entidad reportó que el gasto promedio por visitante en 2023 fue de $1.892 con una estadía media de 12,9 noches.
Según cálculos de la entidad, si se aprueba la reducción de $11 en el impuesto de entrada al país, se erosiona el presupuesto de la entidad para seguir posicionando el país en el extranjero, entre otras funciones. Prevén una afectación de $5,1 millones, de los cuales $3,8 millones se derivan del impuesto a los tiquetes, y de $1,3 millones que corresponden al tributo que se cobra cuando llegan los pasajeros a Costa Rica.
En respuesta a este tema, el proyecto indica que esa disminución afectaría solamente a los vuelos centroamericanos y, si el proyecto ve la luz, el volumen de vuelos que llegaría va a compensar ese descuento en el impuesto. “Por otra parte, reducir el costo de los vuelos intrarregionales haciendo más accesibles los tiquetes aéreos tendría una consecuencia en materia de reactivación de la economía, apoyo a las pequeñas y medianas empresas, generación de empleo y aumento del turismo”, indica el texto.
Además, otra de las razones por las que ven este proyecto como negativo, es que afectará los ingresos de Hacienda por concepto del impuesto de salida, que caería casi a la mitad. En este caso, de nuevo la justificación es que el incremento en la cantidad de vuelos que se espera va a mitigar este impacto, e incluso aumentar la recaudación.
Mientras tanto, varias cámaras del sector privado solicitan a los diputados avanzar con esta iniciativa, pues la consideran clave para aumentar la mejorar la integración regional y aumentar la competitividad país. Representantes del sector industrial, comercial, exportador, alimenticio y hasta educativo abogan por que la iniciativa prospere.
“Abaratar los boletos entre los países centroamericanos permitirá a las empresas costarricenses acceder de manera más dinámica a este mercado, expandir sus operaciones y aumentar la frecuencia de visitas a sus clientes en la región. El aumento de turistas inevitablemente implica una expansión en las actividades de consumo y servicios, beneficiando así los encadenamientos productivos”, externaron las cámaras en un comunicado conjunto.
Conexión aérea con Centroamérica
En el primer semestre de 2024 llegaron al país 1,53 millones de turistas por la vía aérea, de los cuales el 3,13% provino de Centroamérica, la mayoría de Guatemala y El Salvador. Precisamente el proyecto busca dinamizar el movimiento de turistas en la región, con la llegada de más frecuencias y reducir la dependencia de otros mercados como Norteamérica o Europa.
En cuanto a las salidas de costarricenses, también entre enero y junio del presente año, se reportaron 380.651 hacia territorio centroamericano por todas las vías, principalmente a Nicaragua o Panamá. Ahora bien, esto no quiere decir que estos hayan sido los destinos finales de las personas, pues la región suele ser utilizada como escala para vuelos más largos.
Actualmente seis aerolíneas cubren las rutas hacia los países que se mencionan en el proyecto. Avianca y Copa son las que mayor participación tienen, con un total de tres servicios a capitales centroamericanas.
Para las compañías aéreas, la medida que plantea el diputado liberal es positiva, pues consideran que los resultados beneficiarán a los pasajeros.
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“Al reducirse el precio final de los boletos a los niveles indicados, sin duda el resultado será que se incrementará la demanda, con lo que podremos ampliar nuestra red de rutas frecuencias, y ofrecer un mejor producto a los viajeros y países de la región. Tendremos más pilotos y personal costarricense, mucha más actividad para las empresas de la cadena que nos apoyan, como las empresas de servicios en tierra y proveedores”, dijo Ronny Rodríguez, director de sostenibilidad y desarrollo corporativo de Volaris.
Por el momento, el camino del proyecto de ley parece empinado y los avances mínimos. De hecho, este expediente legislativo fue dispensado de trámites y discusión en el plenario para acelerar su aprobación, pero el oficialismo presentó más de 60 mociones y pide que el texto se devuelva a comisión para que sea estudiado a profundidad.
No se descarta que se presente algún texto sustitutivo próximamente, pero lo que sí es un hecho es que rebajar los precios de tiquetes aéreos a Centroamérica creó un nuevo pulso en el Plenario y que incluye también al Poder Ejecutivo.