“Podría hacer voluntariado o aprender una nueva habilidad” como física de partículas o pasar más tiempo con la familia, afirma Louis Bloomsfield, uno de los empleados británicos que en junio probarán a gran escala la semana laboral de cuatro días.
"Se pueden hacer muchas cosas con un día extra", afirma entusiasmado este cervecero de 36 años, mientras inspecciona barriles.
La cervecería del norte de Londres en la que trabaja, Pressure Drops, se integrará a partir de junio en una gigantesca prueba en la que participarán 3.000 empleados de unas 60 empresas que trabajarán cuatro días a la semana.
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El ensayo, anunciado como la mayor reducción de la semana laboral del mundo, pretende ayudar a las empresas a reducir su semana laboral sin recortar los salarios ni los ingresos.
Se han realizado ensayos similares en España, Islandia, Estados Unidos y Canadá, y está previsto que se inicien en agosto en Australia y Nueva Zelanda.
Alex Soojung-Kim Pang, director de programas de 4 Day Week Global, el grupo que apoya los ensayos, afirma que la prueba de seis meses en el Reino Unido tendrá la ventaja de dar a las empresas más tiempo para experimentar y recopilar datos.
La adaptación debería ser más fácil para las pymes, que pueden aplicar los grandes cambios con mayor rapidez, dice a la AFP.
Para Pressure Drop, el objetivo es aumentar la productividad y el bienestar de los empleados, al tiempo que se contribuye a reducir la huella de carbono de la empresa.
La Real Sociedad de Biología, que también participa en el ensayo, afirma que quiere dar a los empleados "más autonomía sobre su tiempo y sus pautas de trabajo".
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Al igual que Pressure Drops, espera que una semana laboral más corta pueda atraer a nuevos empleados y, lo que es más importante, ayudar a retener a los mejores, en un mercado laboral británico especialmente reñido, con el desempleo en su nivel más bajo en casi 50 años y un récord de vacantes de 1,3 millones, superior al número de demandantes de empleo.
No tan color de rosa
El fundador de la cervecería, Sam Smith, piensa que permanecer cerrados durante tres días por semana plantearía dificultades.
"Necesitamos estar abiertos todo el tiempo, pero eso es lo que vamos a estudiar durante la prueba", explica.
Está estudiando la posibilidad de dar a los distintos empleados diferentes días libres durante la semana y trabajar en dos turnos para que la cervecería funcione de forma continua.
Una semana laboral más corta es más fácil de implementar en el sector de los servicios, y el Reino Unido tiene una ventaja en este sentido, ya que el sector terciario representa el 80% de su PIB.
Pero para sectores como el comercio minorista, la alimentación y las bebidas, es más complicado, añade Jonathan Boys, economista del Instituto de Desarrollo Personal, asociación de profesiones de recursos humanos.
Considera que el mayor reto será medir la productividad, sobre todo en una economía de servicios en la que gran parte del trabajo es cualitativo y menos fácil de cuantificar que la producción de las fábricas.
"Si se pasa de cinco días a cuatro, se pierde un día de trabajo, y eso significa que se pierde producción. Así que la verdadera pregunta es: (...) ¿la producción va a compensar ese día que se pierde? (...) Si no lo hace, entonces vamos a tener muchas dificultades para mantener la semana de cuatro días sin sacrificar el crecimiento".
Pero para Aidan Harper, coautor de un libro que promueve la semana laboral de cuatro días ("The Case for a Four Day Week"), los países que trabajan menos tienden a tener una mayor productividad.
"Dinamarca, Suecia y Holanda trabajan menos que el Reino Unido y tienen altos niveles de productividad", subraya.
Por el contrario, añade que Grecia es uno de los países de Europa con más horas de trabajo y tiene una baja productividad.
Para Phil McParlane, fundador de la empresa de selección de personal 4dayweek.io, una semana laboral más corta es una opción en la que ganan tanto las empresas como los empleados. Incluso lo llama "superpoder de contratación".
Su empresa de selección de personal, especializada en trabajos flexibles y de cuatro días a la semana, afirma que el número de compañías que quieren contratar a través de su plataforma ha pasado de 30 a 120 en los últimos dos años, lo que refleja el aumento del trabajo flexible y la búsqueda de una mejor calidad de vida tras dos años de pandemia.
Gobierno costarricense pretende aplicar una jornada 4-3
En la Asamblea Legislativa costarricense actualmente se tramita un proyecto de ley que pretende reformar el Código de Trabajo para que se permitiría trabajar cuatro días por semana con tres de descanso, siempre que se respeten los límites semanales según el tipo de horario: 48 horas en jornada diurna, 42 en jornada mixta y 36 en la nocturna.
El proyecto se le conoce como ley de jornadas 4-3 y parece tener luz verde para su aprobación final en la Asamblea. El Gobierno y la mayoría de fracciones de oposición apoyan el expediente Para Actualizar las Jornadas de Trabajo Excepcionales y Resguardar los Derechos de las Personas Trabajadoras (21.182), convocado por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, para este periodo de sesiones extraordinarias, según reportó EF el 13 de mayo del presente 2022.
Las cámaras empresariales celebraron la convocatoria del proyecto y lo calificaron como una “dirección correcta” hacia la modernización de la legislación actual, más empleo y seguridad jurídica para los involucrados en el consenso.
A diferencia de las jornadas 4-3 que se han aplicado en otros países, la costarricense no vería una reducción de horas trabajadas, sino que se ampliarían las horas laboradas por día. Por ejemplo, con horario diurno, se podrían trabajar 12 horas diarias durante cuatro días con tres días de descanso. Si las labores son nocturnas, se trabajarían nueve horas diarias durante cuatro días.
A esta modalidad se le denomina jornada excepcional, en la cual el patrono deberá darle a los empleados 90 minutos para comidas y descanso, los cuales estarían incluidos en la misma jornada diaria.
Bajo este esquema, los trabajadores no podrán hacer horas extra durante la semana.