Las consolas de videojuegos no escapan de la dinámica de constantes promociones que el comercio costarricense mantiene. Así se refleja en el análisis de precios que EF hizo de PlayStation 5 y Nintendo Switch, incluidos sus distintos modelos, desde junio del presente año.
La captura de información se realizó a través del sitio web oficial de Tienda Monge, Gollo y el supermercado Walmart entre los días 15 y 20 de cada mes. Además, se revisó la oferta que ofrecían dichos comercios el viernes 24 de noviembre, el Black Friday.
En Walmart el Nintendo Switch Neón Oled se mantuvo a un precio de venta de ¢319.900 en el periodo analizado y cuando llegó el Viernes Negro tuvo una rebaja de un 28%.
En Gollo el precio del Nintendo Switch Oled fue de ¢289.900 de agosto a octubre, y las variaciones en los demás meses fueron a la baja. El día 18 de noviembre EF capturó nuevamente el precio y se reflejó un ajuste en beneficio al consumidor con un nuevo monto de ¢265.895.
No obstante, en el Black Friday, aunque hicieron una nueva rebaja para ubicarlo en ¢254.910 para la venta, Gollo indicó en su sitio web que anteriormente el costo del producto era el que utilizó la empresa entre agosto y octubre (¢289.900).
Es decir, en un lapso de seis días después de la captura del precio que EF hizo, la tienda incrementó el valor previo al que ofreció el 18 de noviembre. Ni esta última fecha, ni el 24 de noviembre se promocionó que el anterior precio con respecto al de venta era que el manifestaron inicialmente: ¢315.900 (ver tabla).
Por otra parte, aunque en Monge los modelos de las consolas analizadas no contaron con promoción de Black Friday, se mantuvieron con precios estables desde junio hasta el 24 de noviembre. Cuatro distintos modelos de Nintendo Switch y uno de Play Station 5 sostuvieron de manera consistente el monto de venta final.
En dos de esos artículos pasó lo mismo que en Gollo: en el Viernes Negro indicaron que el precio que tenía previamente el producto era superior al que EF recopiló tan solo seis días antes.
¿Qué tan estable?
Las rebajas coexistieron con la estabilidad de los precios de las consolas. Mientras de agosto a octubre el Nintendo Switch en Gollo tuvo un mismo precio, en el sitio web anunciaron en cada mes que el precio original era de ¢315.900 lo cual era un monto mayor al de la oferta.
“Yo considero que en general las promociones cuando son muy frecuentes y cíclicas empiezan a perder fuerza. Lo que se dice es que las promociones realmente no deberían de tener una periodicidad porque lo que hacen las personas es esperarlas. Si las promociones son normales para los clientes entonces lo que hacen es demorar la compra hasta la próxima promoción”, explicó Gustavo Cubillo, investigador y profesor de la Escuela de Administración del Tecnológico de Costa Rica (TEC).
En Monge el PlayStation 5, si bien no contaba con etiqueta de Black Friday, se ofreció a ¢435.000 de junio hasta el 24 de noviembre. Sin embargo, en cada una de las recopilaciones que hizo EF se evidencia que en cada uno de esos meses, incluyendo Viernes Negro, la tienda destacaba que el producto tenía un descuento de 27% ya que el precio de antes era de ¢599.900.
En esos artículos en específico los descuentos también se mantuvieron aunque el precio de venta siempre fue el mismo cuando EF recopiló los datos.
“Tanto en tiendas físicas como en la virtual hay promociones de otros artículos que corresponden a ofertas y descuentos que también se hacen en paralelo con las de esta temporada, con el fin de tener los mejores precios durante todo el año”, mencionó Carlos Fernández, gerente de marca Monge.
En el caso de Walmart en octubre bajaron el precio del Nintendo Switch Neón y en noviembre (verificado el día 18) volvieron al monto sin rebaja. En el Viernes Negro ese mismo producto tenía un descuento que no llegaba al precio de venta obtenido en octubre.
“Cada 15 días varían las propuestas comerciales y puede ser que el producto mantenga su precio o varíe”, aclaró Mariela Pacheco, subgerente de Asuntos Corporativos de Walmart Costa Rica.
EF contactó a Gollo, pero indicaron que no podrían responder a tiempo por la alta demanda de la temporada.