Uber anunció la noche de este domingo 12 de noviembre un acuerdo para vender una participación de su capital a la compañía de telecomunicaciones japonesa Softbank, una transacción que podría asegurarle su salida a bolsa de aquí a 2019 y dejar atrás los escándalos de los últimos tiempos.
“Llegamos a un acuerdo con un consorcio liderado por Softbank y Dragoneer sobre una posible inversión. Creemos que este acuerdo es un fuerte voto de confianza sobre el potencial de Uber a largo plazo”, explicó la empresa en un comunicado.
Softbank, propiedad del multimillonario nipón Masayoshi Son, ha repetido durante meses su deseo de invertir miles de millones de dólares en Uber a través de una participación de hasta 14% de su capital.
La compañía japonesa, empresa matriz del tercer operador estadounidense de telecomunicaciones Sprint, quiere recomprar acciones durante un proceso financiero llamado “oferta amistosa”, que tradicionalmente dura un mes: se establece un precio, pero los accionistas son libres de decidir si venden o no sus valores.
Según la prensa estadounidense, Softbank debería obtener dos asientos en la junta directiva si logra adquirir el 14% de Uber, lo que le daría una voz importante en la toma de decisiones estratégicas.
La inversión del grupo japonés es posible gracias a un acuerdo entre Travis Kalanick, el fundador y expresidente ejecutivo de Uber, y un influyente fondo de accionistas de la empresa, quienes pactaron dejar de lado sus diferencias.
El fondo californiano Benchmark había presentado una demanda contra Kalanick para desafiar su dominio absoluto en el consejo de administración, a través del cual validaba estrategias y transacciones, así como el nombramiento y la destitución del CEO.
LEA MÁS: Uber y su búsqueda para conquistar Brasil
El pulso llevó a la congelación de cualquier operación estratégica, como la prevista por Softbank.
El acuerdo alcanzado prevé que Benchmark suspenda su demanda, mientras que Kalanick permitirá que la junta directiva dé su opinión, a través de una votación, sobre los futuros administradores.
En caso de acuerdo definitivo entre Uber y Softbank, Benchmark retirará su denuncia.
La llegada de Softbank es una buena noticia para Uber, que busca pasar página a los repetidos escándalos que recientemente han empañado su reputación, incluidas las acusaciones de acoso sexual dentro de la compañía.
La empresa también podría aprovechar este momento para establecer nuevas normas internas.
Uber quiere igualmente ampliar su consejo de administración para volverlo más plural: Kalanick mantiene su lugar pese a su salida en junio.
“Una vez finalizada, esta inversión impulsará nuestras inversiones en tecnología y nuestra expansión en territorio estadounidense y en el extranjero mientras fortalecemos nuestra gestión”, señaló Uber el domingo.
El acuerdo también podría lanzar oficialmente su proyecto de salida a bolsa programado de aquí a 2019. En su última ronda, Uber fue valorado en más de $68.000 millones.
Dara Khosrowshahi, nuevo CEO, fijó la salida a bolsa entre 18 y 36 meses después de su llegada a Uber, según la prensa estadounidense.
Para diversificarse, Softbank ha estado invirtiendo durante años en sectores tecnológicos que van más allá de su negocio principal, la telefonía móvil. Participó en robótica con la compra de la compañía francesa Aldebaran y en el comercio en línea con la adquisición de acciones del gigante chino del sector Alibaba.