La flota de vehículos eléctricos en Costa Rica cada vez se hace más grande. A febrero de 2023, el país registraba un total de 7.308 unidades de movilidad eléctrica (vehículos, motos y equipo especial) inscritas en el Registro Nacional; esto implica un crecimiento de 11,74% respecto al acumulado a diciembre de 2022.
El crecimiento que ha experimentado el parque automotor eléctrico hace que en el país también surja un mercado de segunda de vehículos eléctricos, pues hay personas que están vendiendo sus carros y, además, hay cierto aporte de las importaciones de vehículos usados. El comportamiento se aprecia en los datos disponibles en el sitio web del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
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De acuerdo con la directora ejecutiva de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove), Silvia Rojas, pese a que en el país no hay datos sobre el mercado de vehículos eléctricos usados, es cierto que este mercado está aumentando en Costa Rica.
“Acá en Costa Rica en los últimos años se ha dado mucho incluso porque cada vez hay más vehículos eléctricos y algunas personas usuarias de vehículo eléctrico están vendiendo su vehículo aquí dentro del país, no es tanto que estén viniendo de afuera vehículos eléctricos usados, sino que ya aquí adentro se ha creado un mercado de segunda de vehículos eléctricos bien interesante”, detalló Rojas.
Ante los costos de los vehículos eléctricos nuevos en el mercado nacional, comprar uno usado puede ser una alternativa para quienes desean un automóvil cero emisiones a un mejor precio; siempre y cuando se tengan los cuidados necesarios antes de adquirirlo, entre ellos, tener certeza de que el estado de salud de la batería es el adecuado.
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Cuidados a considerar
Estos son los cuidados que debe tener antes de comprar un vehículo eléctrico usado, de acuerdo con Federico Rodríguez, director comercial de ECAC Instituto Técnico, un instituto educativo de carácter empresarial que impulsa programas académicos de formación y actualización profesional en el área de movilidad eléctrica:
- Conocer el estado de salud de la batería de tracción o batería de alta tensión. En agosto pasado, Rodríguez mencionó que el estado de ella debe encontrarse en un rango de entre 85% y 100%.
“Si la batería ya está muy deteriorada, lo que nos va a almacenar de energía será muy poco, vamos a tener un vehículo con poca autonomía o está muy cerca de perder sus características principales de entrega de energía y pronto vamos a tener una batería que se va a ir este degradando y perdiendo capacidad de almacenamiento muy rápido”, explicó.
- Conocer el estado de salud de la batería de 12 voltios o circuito de baja tensión. Un vehículo eléctrico necesita tener trabajando en un 100% de eficiencia esta batería, pues un carro al que le falle la batería de 12 voltios no se va a mover.
“La batería de 12 voltios tiene que estar en óptimas condiciones. Si el carro es usado deberíamos analizar cómo está esa batería. Un experto en batería nos puede decir cómo está. Recomendación, si el vehículo tiene más de cuatro años de uso ya deberíamos pensar en cambiar la batería 12 voltios, porque tiene un promedio de vida de cuatro, cinco años”, detalló el director comercial de ECAC.
La batería de alta tensión o batería de tracción es la que se usa para propulsar el vehículo y la batería de 12 voltios es la que habilita todo el “sistema nervioso” del carro para que puedan comunicarse entre sí todas las computadoras y que podamos tener luces en el panel de instrumentos, ver si se prende una luz, tener luz, radio escobillas, asientos, retrovisores, (etc.) Todo lo que hemos conocido siempre lo mueve el circuito de baja tensión de 12 voltios.
— Federico Rodríguez, director comercial de ECAC Instituto Técnico
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- Los sistemas de refrigeración del vehículo no tienen fugas ni mangueras “tostadas” o deterioradas.
“El vehículo eléctrico necesita refrigerar tanto los sistemas de potencia electrónica como el cargador de abordo, el inversor bidireccional o el conversor DC-DC. Esos dispositivos requieren de enfriamiento para que trabajen en condiciones idóneas”, explicó Rodríguez.
- Las llantas tienen que estar en buenas condiciones, debido a que el éxito del ahorro de la batería y tener una mejor autonomía está directamente relacionado con las llantas.
“Las llantas consumen, aproximadamente, el 26% de la energía acumulada en la batería. Quiere decir que llantas en mal estado, llantas mal infladas y llantas inapropiadas para el vehículo nos pueden hacer incurrir en un gasto excesivo para desplazar el vehículo”, comentó el director comercial de ECAC.
- Revisar suspensión, frenos y dirección.
Lo recomendable siempre es llevarle a un técnico, especializado en vehículos eléctricos, el vehículo usado para que nos lo revise y nos dé toda esa información.
— Federico Rodríguez, director comercial de ECAC Instituto Técnico
Por su parte, la directora ejecutiva de Asomove consideró que antes de comprar un vehículo usado, sin importar si es eléctrico o no, es importante preguntar cuántos dueños ha tenido y cuál ha sido el mantenimiento que le han dado.
Además, la recomendación de ambos expertos es llevar el vehículo eléctrico para que sea revisado por un experto. “Acá en Costa Rica está por ejemplo el Instituto de ECAC y el Instituto CEA que pueden revisar el estado de la batería y eso es muy recomendable, que uno igualmente a como revisa, la carrocería y otros aspectos del vehículo pueda analizar el estado de la batería”, recordó Rojas.
El parámetro principal
Lo más importante antes de adquirir un vehículo eléctrico usado es conocer el estado de salud de la batería de tracción o de alta tensión, pues si compra un carro que posee una en malas condiciones estaría “al borde de un gasto de $10.000 a $20.000″, dijo Rodríguez.
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Sin embargo, cuando se entra a una página web como crautos para conocer la información general del vehículo eléctrico usado en interés, aparecen variables como autonomía y la capacidad de la batería (medida en kilovatios hora, kWh). Quizás muchas personas ven estos datos y no saben si son los adecuados o no; de ahí la recomendación de consultar con un experto especializado en vehículos eléctricos para que lo asesore en si la autonomía o el estado de la batería están en un nivel adecuado para adquirirlo o dejar pasar la compra. También se recomienda que esa persona se encargue de una revisión general de las condiciones del vehículo, tal y como se aconseja con cualquier unidad.
Es por esto que El Financiero le planteó dos ejemplos al director comercial de ECAC para conocer la recomendación sobre ese vehículo eléctrico usado con tan solo mencionarle la marca, el modelo, la autonomía y la capacidad de la batería; tomando como referencia la página crautos.
El primer caso corresponde a un Nissan Leaf 2012, con una autonomía de 95 kilómetros y una capacidad de batería de 24 kWh. Al indicarle esta información, Rodríguez dijo que lo mejor es no comprarlo “porque ese carro cuando nació hacía 160 kilómetros de autonomía, y hoy hace 95, quiere decir que ese carro ya perdió el 40% de su capacidad”. Esto es un rendimiento de 4 kilómetros por kWh.
Por otro lado, al exponerle el ejemplo de un Kona 2020, cuya autonomía es de 380 kilómetros y la batería cuenta con una capacidad de 40 kWh, el especialista indicó que la batería está “muy” buena, por lo que sí se puede comprar. Este rendimiento es de 9,5 kilómetros por cada kWh.
Este cálculo surge al dividir la autonomía entre el consumo medido por kWh, de esa manera entre más alto sea cociente quiere decir que tendrá un mejor rendimiento y revela que la batería está en mejor estado. Esta fórmula es similar a lo que se hace con los vehículos de combustión al calcular los kilómetros que puede recorrer con un litro de combustible.
Un reportaje que publicó El Financiero en abril de 2022 menciona en aquel entonces que un vehículo eléctrico podría consumir un kilovatio hora para recorrer 6,6 kilómetros. Este es un dato de referencia, pero tenga en cuenta que los rendimientos pueden ir variando con el tiempo.
Un vistazo al mercado
El Financiero acudió a la página web crautos para dar una idea de cómo es el mercado de vehículos eléctricos usados en el país.
En crautos se encuentra una variedad de marcas de vehículos eléctricos usados, entre ellas: Nissan, Hyundai, BYD, Chevrolet, BMW, Tesla, Honda, MG, Chery, Kia, Lexus, Audi, Fiat y Ford.
En cuanto a modelos, en la página web se pueden encontrar aquellos que van desde el 2011 hasta el 2022. Aunque se filtre por autos usados, zona verde y vehículos eléctricos, aparecen carros modelo 2023, sin embargo, en la descripción individual aparecen como “nuevos”.
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Con respecto al precio, se puede observar que este varía dependiendo de variables como: la marca y el modelo del vehículo que le interesa, el estado y el kilometraje. En crautos se comparó, el pasado lunes 17 de abril, el precio de tres vehículos eléctricos modelo 2017 y con capacidad para cinco pasajeros (eso sí, con diferentes autonomías y capacidad de batería), y el resultado fue el siguiente: un Nissan Leaf cuesta ¢9,75 millones; un Fiat 500, ¢10,5 millones; y un Ford Focus, ¢12,27 millones.
Pero, ¿cuánto se alejan los precios de los vehículos eléctricos usados en comparación con los nuevos? Veamos un ejemplo ilustrativo. En crautos, un Ioniq 2019 se puede conseguir a un precio de ¢12,2 millones; mientras que comprar el vehículo de la misma marca, último modelo, en agencia cuesta desde ¢21,6 millones (según el tipo de cambio de referencia de venta del lunes 17 de abril) en adelante.