La ola de visitantes que buscaban espacios rodeados de naturaleza, para liberarse de las cuatro paredes a las que la pandemia obligaba, disminuyó en el primer trimestre del 2022, según dueños y administradores de emblemáticos sitios de senderismo
Cuando el Gobierno flexibilizó las restricciones en el 2020 y permitió un aforo reducido en sitios recreativos como los destinados al senderismo, estos sitios experimentaron un resurgir luego de meses de cierre.
“En los primeros meses que reabrimos, en el primer año de pandemia, tuvimos un incremento de 60% en la visitación en Senderos Colón. Actualmente volvimos a niveles prepandemia”, confirmó Roberto Castillo, representante de Senderos Colón y La Angelina.
Con el avance en el esquema de vacunación y la apertura de comercios, la dinámica social empezó a volver poco a poco a la normalidad en medio de medidas de distanciamiento e higiénicas para contrarrestar el virus.
El gran tamaño que comprenden los lugares de senderismo hizo que el aforo, aunque se mantenía reducido y sacar cita para ingresar era obligatorio para mantener el control de la cantidad permitida, siempre tuviera la capacidad para albergar la cantidad de visitantes.
EF conversó con los representantes y administradores de sitios con experiencia en este campo como La Angelina, Senderos Colón, La Arboleda y Hacienda La Chimba, aunque esta última es la más nueva y refleja resultados distintos a los veteranos en su área.
Baja en la afluencia
“En el ratito que pudimos trabajar en el 2020 tuvimos un crecimiento de un 50% en la visita. Ya en el 2021 bajó un 25% en comparación al año anterior y aún más en invierno”, expresó Pamela Roldán, administradora de La Arboleda.
Durante los primeros meses del año La Arboleda, ubicada en La Guácima, registró una afluencia de público similar al que mantenían antes de la pandemia. No obstante, Roldán prefirió no detallar en cuánto descendió la cantidad de público.
Este destino cuenta con seis kilómetros de senderos con una intensidad de leve a moderada en la que reciben desde niños hasta personas adultas mayores.
Si bien los lugares de senderismo se mantienen abiertos entre semana, el fuerte del negocio son los fines de semana.
En La Angelina (125 hectáreas) y Senderos Colón (350 hectáreas) antes de la pandemia recibían 300 personas por fin de semana. En el 2020 y 2021 el número de visitación en los mismos días fue de 500 personas.
La Angelina, en Cartago, cuenta con 25 kilómetros totales de sendero y Senderos Colón, en Ciudad Colón, 45 kilómetros.
“Éramos de los pocos lugares a los que se podía ir y, además, por poca plata. Por eso la gente empezó a recurrir con regularidad a este tipo de lugares”, comentó Roberto Castillo, representante de Senderos Colón y La Angelina.
A partir del 1° de abril anterior el aforo de los establecimientos con permiso sanitario de funcionamiento (PSF) se permitió al 100%, lo cual es uno de los motivos para que el público tenga múltiples opciones para elegir a dónde ir. Castillo cree que ese es uno de los factores que suma la baja en la visitación de los sitios de senderos.
Roldán manifestó que no hay desinterés en el senderismo o que haya sido una moda forzada por la pandemia, sino que la disminución de visitantes se debe a que actualmente existen más sitios de este estilo a los que puede acudirse.
Entre los más nuevos, y conocidos, que se suman a la competencia está Hacienda La Chimba en Santa Ana, quien inauguró el negocio tan solo 15 días antes del inicio de la pandemia.
“De nuestras cuatro actividades la de mayor movimiento es la de senderos. Como estuvimos tanto tiempo cerrados en el 2020, y estábamos empezando, el aumento en la visitación fue en el 2021″, aclaró Andrea Manrique, encargada de eventos especiales Hacienda La Chimba. Manrique sostuvo que durante este año el interés del público se mantiene similar.
La Chimba comprende 74,5 hectáreas, de las cuales 67 son de plantación de café, y cuentan con un beneficio que tiene 20 años de operar. Parte del atractivo en la zona de senderos es una estatua con forma de mano en la cual los senderistas aprovechan para tomarse fotografías.
“Una de nuestras socias mayoritarias vio una mano del mantra en Bali y quiso hacer una similar aquí en Costa Rica. Se construyó con ejes de café. Esa mano se hizo muy famosa acá en el país”, indicó Manrique.
Otras opciones, para quienes gustan de las caminatas en contacto con la naturaleza, son los parques nacionales, los cuales también presenciaron algunos flujos de afluencia de público en el 2021.
En el 2021 en el parque nacional Chirripó se contabilizó un total de 24.194 visitas, mientras que en el 2020 (tomando en cuenta los cierres) el número fue de 6.840.
La cantidad de ingresos del año pasado fue superior a la registrada antes de la pandemia, pues en el 2019 se registraron 18.901 visitantes.
“En Chirripó, donde la visita dura más de un día normalmente, se está contando la cantidad de días que duró cada visita. Esto lo llevamos así para tener un mejor conteo de la capacidad de carga y comparar más fácilmente respecto a los ingresos obtenidos”, explicó Benjamin Pavlotzky, encargado de planificación y evaluación del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC).
La visitación al volcán Poás fue de 110.021 en el 2021, más que las 85.114 registradas en el 2020. Sin embargo, el número alcanzado el año pasado no se acerca al que se registró antes de la pandemia: 147.230 en 2019.