La mayoría de las empresas se volcaron al trabajo híbrido desde la recuperación posterior a la pandemia, pero la experiencia con personal remoto no cede en algunos segmentos empresariales y, en particular, entre firmas multinacionales.
La demanda impulsa los servicios de coworking, incluso con equipos y empresas que ocupan espacios en forma permanente en estos centros de servicios. Por esa razón WeWork, que opera en Costa Rica mediante una franquicia adquirida por la firma Garnier, realiza la apertura de su tercera sede en el país en el Centro Corporativo El Cafetal, en Belén.
“La apertura de una tercera sede refleja el crecimiento sostenido de WeWork Costa Rica y confirma el alto porcentaje de ocupación que registramos en el país”, afirmó Rashid Sauma, director general de WeWork para Centroamérica y el Caribe.
La situación local es más dinámica que la que enfrenta la firma a nivel global.
WeWork, que cuenta con 450 edificios en el mundo, enfrentó dificultades (altas tasas de interés, transición del teletrabajo al trabajo presencial y alquileres excesivos, en particular en Estados Unidos) y se declaró en quiebra en noviembre de 2023, después de haber alcanzado una valoración de mercado por $47.000 millones.

Comportamiento distinto
En Costa Rica la operación tiene un crecimiento que va de la mano de las firmas internacionales instaladas en el país en los sectores de servicios y de firmas de manufactura de zona franca que requieren oficinas administrativas.
En el país, las multinacionales se enfrentan a limitaciones del mercado inmobiliario pese a la mayor disponibilidad de instalaciones.
El último reporte de la firma Newmark, confirma que el inventario de espacios creció en los últimos años en logística y manufactura, pero disminuyó la disponibilidad y aumentó la absorción, lo que causó un alza moderada del precio por metro cuadrado.
En la mitad de las 10 zonas del Área Metropolitana la disponibilidad era, a diciembre anterior, menor al 2% del inventario disponible, en particular en San José Oeste, Alajuela, Heredia y Cartago.
La opción es colocar parte de operaciones administrativas en coworking, donde las compañías encuentran espacios modernos, servicios de mantenimiento, soporte y para reuniones de equipos o con clientes.
“El grueso de nuestros clientes son empresas”, explicó Jimena Quiros, gerente de mercadeo de WeWork Costa Rica. “Nuestro foco principal es el de oficinas privadas”.
En este caso en particular se trata de firmas de las industrias de tecnología de la información, finanzas, servicios, legales e incluso de ciencias de la vida.
Otro reporte, publicado el viernes anterior por CBRE Group Inc., indica que el sector farmacéutico, perteneciente a la industria de ciencias de la vida, ocupó en Costa Rica más de 60.000 metros cuadrados durante los últimos nueve años.
Así, según este informe, el subsector farmacéutico representó más del 7% de la absorción neta total de oficinas, en particular en la zona oeste de San José. Aquí se establecen operaciones administrativas, de distribución, servicios e incluso de investigación.
No solo requieren espacios
La firma Gensler ya había advertido desde hace tres años que las compañías buscan ofrecer a sus colaboradores espacios atractivos y con servicios variados para lograr su retorno a la presencialidad y disminuir la rotación de personal.
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Precisamente Quiros dijo que, además de los espacios, la oferta de WeWork se orienta a ofrecer oficinas atractivas y con comodidades diversas para cumplir esa demanda.


Expansión local
El retorno al trabajo presencial, el crecimiento de la modalidad híbrida y el crecimiento de la demanda desde las multinacionales en Costa Rica aumentó la demanda de espacios en WeWork.
De hecho, WeWork Costa Rica cerró el año 2024 con la colocación de 1.800 nuevos espacios de trabajo, un crecimiento del 27% respecto al año anterior, y la incorporación de 93 nuevas empresas.
La sede de Plaza Real Cariari fue inaugurada en febrero de 2020 y opera bajo el régimen de zona franca, mientras que la de Escazú Village abrió en 2022 y opera parcialmente bajo ese régimen. Cada una cuenta con seis pisos y su ocupación alcanza hasta el 90%.
De ahí la necesidad de un tercer WeWork en Costa Rica. La nueva sede estará en la Torre G del Centro Corporativo El Cafetal, en Belén, implica una inversión superior a los $3 millones, generará 50 empleos directos e indirectos, tiene más de 3.000 metros cuadrados, albergará 650 estaciones de trabajo (diseñadas para recibir a unas 16 empresas) y ampliará la oferta de oficinas flexibles.

Las nuevas instalaciones cumplen también con los estándares de WeWork Global de dedicar más de un 20% del espacio a áreas colaborativas para ofrecer una dinámica laboral basada en innovación, la flexibilidad, la reducción de gastos, la adaptación constante y una experiencia integral.
WeWork El Cafetal, que operará bajo el régimen de zonas francas y estará disponible en el tercer trimestre de 2025, también es una ubicación estratégica al encontrarse en uno de los cantones más competitivos del país, según el ranking del Consejo de Promoción para la Competitividad.
El centro corporativo cuenta con varias certificaciones relevantes para las multinacionales y forma parte del Plan Empresarial de Movilidad Sostenible, que promueve el trabajo articulado con empresas de la zona y el municipio local.
La expansión no se detendrá. En los planes también se encuentra la apertura de nuevas instalaciones de coworking en La Sabana y en el este de San José. Además, se exploran oportunidades en Cartago y en el Pacífico Norte.
“Hay empresas que necesitan crecer”, dijo Quiros.