Comienzo por aclarar que este artículo está dirigido a startupteros, o fundadores de startups: emprendimientos altamente escalables y globalizables, que usan la tecnología para crecer. Las startups nacen con el aporte de capital (dinero) que pueden hacer sus fundadores. No obstante, en la mayoría de los casos, las startups requieren de una mayor inyección de capital para crecer y hasta para sobrevivir, por lo que los fundadores recurren a procesos de levantamiento de capital.
Estos procesos constan de una negociación entre inversionistas y los fundadores de las startups. Los inversionistas invierten capital en las startups para ayudarlas a escalar, y a cambio los fundadores de las startups firman un compromiso de otorgar a los inversionistas un porcentaje de las acciones de su empresa. Los inversionistas recuperan su inversión, ojalá con múltiplos de rendimiento, cuando estas empresas se venden o se vuelven públicas en la bolsa de valores. Claro, si las empresas donde invirtieron no logran crecer, venderse o inclusive cierran: los inversionistas pierden su dinero.
A continuación, nombro los mecanismos de levantamiento de capital más comunes entre las startups:
Premios y subsidios: en Costa Rica contamos con varios programas tanto del estado como no gubernamentales, que ofrecen subsidios a las startups. En los últimos años, Banca para el Desarrollo ha sido la principal entidad que provee capital para proyectos específicos y concursos que organizan las incubadoras. El dinero otorgado a través de un premio o subsidio es llamado capital no reembolsable, porque si bien las empresas son auditadas en el uso que le dan al capital recibido, no se espera que devuelvan el dinero. Los montos de los subsidios rondan entre los $1.000 y los $10.000.
Friends, Family and Fools (FFF)
Es la terminología en inglés que se usa para definir el financiamiento obtenido de amigos y familiares de los fundadores de una startup. Se le añade de forma humorística la tercera f de fools (tontos), porque normalmente solo gente realmente cercana a los fundadores se anima a invertir en un emprendimiento que tiene mayores posibilidades de cerrar en su primer año de existencia que de crecer y ser exitoso. Este tipo de financiamiento se negocia entre los fundadores y sus inversionistas, sin ningún tipo de norma que lo regule.
Inversionistas ángeles
Se les llama a aquellos inversionistas que aportan capital en etapas muy tempranas. Son ángeles porque el riesgo que conlleva este tipo de inversión es muy alto, pero estos inversionistas han llegado a creer tanto en la capacidad de los fundadores de la startup, que aún y cuando saben de ese riesgo, están dispuestos invertir, y como tal cual ángeles, llegan en el momento en que las startups más lo necesitan. Típicamente, los inversionistas ángeles invierten sumas de capital relativamente pequeñas (en Latinoamérica el promedio ronda los $25.000) a cambio de un porcentaje accionario de la empresa.
Programas de aceleración con inversión
Son programas a los cuales aplican muchísimos fundadores de startups y donde solo son aceptados unos pocos. Programas como Techstars, Y Combinator, 500 Startups, entre otros, invierten a cambio de una promesa de acciones de la empresa a futuro. Además, ofrecen acompañamiento a los fundadores en forma de mentorías. En Latinoamérica las aceleradoras invierten en cada startup entre $20.000 a $80.000.
Inversionistas de venture capital (capital de riesgo)
Son aquellos inversionistas que entran en la etapa en la que la startup está lista para escalar o crecer. Los inversionistas de venture capital son personas que manejan un fondo de inversión formal, el cual consta de recaudaciones y aportes de muchos otros inversionistas. Los fondos de venture capital en Latam adjudican inversiones desde $100.000 hasta los $10 millones. Para rondas de inversión mayor, los startupteros normalmente deberán buscar recursos fuera de Latinoamérica, donde los fondos de venture capital negocian inversiones con sumas mucho más altas.
¿En qué momento debe una startup solicitar capital de inversión?
Mi recomendación y la tendencia mundial es que toda startup, haga el mayor esfuerzo por aplazar el levantamiento de capital el mayor tiempo posible y que bootstrapee, o sea, que cree los medios para lograr sobrevivir e inclusive crecer sin aporte de capital externo.
Una startup que usa la creatividad para generar fondos propios, no solo tendrá mayores posibilidades de resolver sus problemas de financiamiento en un inicio sino a lo largo de su existencia. El levantamiento de capital no solo conlleva un compromiso grande con los inversionistas que aportan los recursos, sino que implica también la dilución de la tenencia de acciones de los fundadores.
Entre más tarde levanten capital los fundadores, mayores serán las probabilidades que cuando su empresa crezca o que inclusive decidan venderla, la mayoría de las ganancias sean de quienes la fundaron.
La autora es emprendedora y mentora de emprendimientos.