Erradicar el hambre y proveer artículos de primera necesidad a poblaciones vulnerables en condiciones de pobreza extrema en el país, es nuestra razón de ser. En este 2022, cumplimos una de década de proveer una mejor calidad de vida y bienestar a más de 41.000 personas a lo largo y ancho del territorio nacional, gracias al apoyo proactivo de la empresa privada, organizaciones sociales y comunitarias, así como el trabajo de miles de voluntarios.
Sin embargo, tenemos una gran tarea por delante. Los efectos de la pandemia ocasionada por la covid-19 que aún no terminan, aunado al aumento en la inflación global, el desempleo y los efectos del cambio climático, aumentan la pobreza extrema de manera directa en el país.
De acuerdo con la reciente Encuesta Nacional de Hogares que lidera el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), publicada el 20 de octubre de 2022 en nuestro país, 1.329.757 personas viven bajo la línea de pobreza. Por otro lado, reveló que 110.631 hogares lo hacen en condiciones de pobreza extrema, 6.078 más que el año pasado; estos datos nos indican que nuestra labor es prioritaria y que cada vez más personas necesitan ayuda solidaria para salir adelante.
Nadie se queda atrás
Inspirados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible que promueve la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y de acuerdo con las estrategias de responsabilidad social empresarial y sostenibilidad de las empresas miembro del Banco, brindamos no sólo alimentos a 62 cantones del país, sino también artículos de primera necesidad como pañales para bebés, papel higiénico, toallas sanitarias femeninas, entre otros.
Como parte de este trabajo conjunto y con la intención de que nadie se quede atrás, Kimberly-Clark es un aliado estratégico del Banco de Alimentos. Su propósito de promover un mejor cuidado para un mundo mejor, nos permite enrumbar y fortalecer nuestros esfuerzos, no sólo en Costa Rica, sino también en Latinoamérica.
Donaciones que brindan higiene y salud
El apoyo de Kimberly-Clark durante los últimos tres años ha sido crucial para llevar salud e higiene a comunidades en riesgo social en el país como Pavas, Cañas, Alajuelita y La Cruz. En el 2021, Kimberly-Clark donó 31.500 paquetes con 624.792 unidades de productos esenciales entre pañales para bebés y niños pequeños, ropa interior para adultos mayores, toallas sanitarias femeninas, papel higiénico y toallas de papel para mano.
A través del impacto positivo y el alcance del Banco de Alimentos en el país, Kimberly-Clark ejecuta programas sociales establecidos por la compañía como “Baños Cambian Vidas”, cuyo objetivo es mejorar las condiciones de saneamiento en Latinoamérica; también la iniciativa “Ella Puede”, que promueve el empoderamiento femenino en la población a través de educación para derribar mitos sobre la menstruación.
De esta manera, ambas organizaciones contribuyen de manera significativa a mejorar la calidad de vida y bienestar de las personas; así como desafiar los estigmas relacionados con la menstruación y garantizar el acceso a la educación; apoyar el progreso de las niñas y las mujeres, además de promover un mundo donde todos tengan acceso a mejores condiciones saneamiento.
Gracias Kimberly-Clark Costa Rica por el apoyo que nos brindan, confiar en nuestra misión y trabajar arduamente para construir una Costa Rica con mejores condiciones para las comunidades y en especial, aquellas que sufren los embates de la pobreza extrema.
La autora es directora ejecutiva del Banco de Alimentos de Costa Rica.