Los desmanes de Nayib Bukele en el Salvador hacen que nuestra conciencia democrática rechace radicalmente la presencia de este personaje en nuestro país. La prensa ha informado que este dictador ha visitado varias veces Costa Rica. Todavía no sabemos a qué viene.
Desde una perspectiva legal tiene derecho a ingresar, no hay acusaciones contra él en nuestro sistema judicial. Empero desde un enfoque político sus visitas no son deseables para los ciudadanos de un país que respeta la división de poderes, el debido proceso y los derechos humanos.
Bukele inició su primer gobierno invadiendo el parlamento con militares para amedrentar a los diputados, la fuerza bruta imponiéndose a la voluntad popular.
Setenta y cinco mil personas detenidas —con escasa o nula evidencia— en mega cárceles donde muchos mueren a causa de maltratos, torturas y mala alimentación.
Detenciones indefinidas sin acceso a la defensa, juicios colectivos donde se juzga en masa a los detenidos. Desde el punto de vista del derecho penal los salvadoreños enfrentan una aberración que decapita al estado de derecho.
El poder judicial salvadoreño sometido servilmente al poder ejecutivo sin ninguna independencia con respecto a las órdenes del dictador, quien dio un golpe de estado a la Corte Suprema de Justicia, nombró a su propio fiscal y a sus magistrados para lograr que la Asamblea y la Corte validaran una reelección inconstitucional y así maquillar sus pulsiones autoritarias.
El retraso e irregularidades en el conteo electoral reciente nos habla también de la inoperancia de un sistema electoral controlado por un tirano, con magistrados del Supremo Electoral amenazados con penas de prisión y obligados a abrir un voto en el exterior sin controles democráticos.
El partido de gobierno ha utilizado fondos estatales para hacer campaña, negado la deuda política a los partidos de oposición y amedrentado a los empresarios que financiaron a partidos de oposición. Mascarada con votaciones pero sin elecciones.
Los costarricenses demócratas rechazamos la presencia de dictadores en nuestro suelo y consideramos persona non grata a Nayib Bukele. Que no vuelvan a mancillar nuestro suelo las visitas de este dictador.
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Constantino Urcuyo Fournier es abogado y doctor en Sociología Política de la Universidad de París. Catedrático de la Universidad de Costa Rica, exdiputado y director académico del Ciapa. Profesor visitante en las universidades de Tulane y Salamanca. También es consultor internacional y nacional para diversas empresas.