Las personas, en general, le hacen un cambio de aceite a su vehículo y no se preguntan qué pasará con ese lubricante desechado. Lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones, terminará quemado como combustible para diversas industrias y así, un recurso que a la Tierra le llevó miles de años en producir, acaba su vida útil en segundos.
En un planeta con recursos finitos, seguimos aplicando un modelo de consumo lineal para los hidrocarburos: los extraemos, los utilizamos y los quemamos o descartamos. Un despropósito total.
Costa Rica se reconoce en el mundo por buscar marcar la diferencia con un enfoque de avanzada hacia la sostenibilidad, y es bajo ese norte nace Metalub, la única planta re-refinadora de lubricantes de vehículos de todo Centroamérica.
El re-refinamiento es la tecnología que hoy posibilita aplicar la economía circular a la industria de los lubricantes, un proceso que permite reutilizar el aceite infinitamente, el que hasta ayer se veía como un residuo.
Mientras la economía lineal requiere la extracción de 84 barriles de petróleo crudo para producir un barril de aceite base, que se usa una vez y se descarta, en la planta se toman 1,25 barriles de aceite usado para producir un barril de aceite base, conservando sus características iniciales de calidad.
El aceite usado puede ser refinado infinitas veces, ya que nunca se degrada, solo se ensucia. Mediante destilación, limpieza y pulido, se recuperan y purifican los aceites bases, los cuales se mezclan con aditivos, produciendo lubricantes 100% costarricenses, de la más alta calidad y avalados por el American Petroleum Institute.
Gracias a esta innovación hoy Costa Rica es el primer país del mundo que produce lubricantes para vehículos sin tener una industria de extracción de petróleo. Una muestra de cómo podemos hacer las cosas diferentes, sin necesidad de volver a discusiones del pasado sobre la explotación de hidrocarburos.
Nuestro país destina cerca de $100 millones por año a la importación de lubricantes, que se utilizan en autos de combustión, en autos eléctricos y en otras maquinarias y procesos del sector productivo. Ahora existe la capacidad para producir cualquier tipo de lubricante en territorio nacional, generando empleo local y acortando el impacto de nuestras cadenas de suministro.
El reto planetario que enfrentamos precisa justamente de eso, idear soluciones fuera de la producción convencional, disminuyendo el impacto de nuestras actividades productivas, reduciendo la demanda de los recursos naturales y mitigando nuestra huella de carbono. Es en la búsqueda de respuestas a esta necesidad mundial de soluciones con sello sostenible donde Costa Rica encuentra tierra fértil para convertirse en socio estratégico de aquellas inversiones que no persiguen el crecer a toda costa, sino que procuran crecer responsablemente y con propósito.
En Metalub vemos a nuestro país como un lugar ideal desde donde promover soluciones para la descarbonización de nuestras economías respaldados por energía limpia y capital humano capacitado. El planeta nos exige soluciones prontas y responsables y Costa Rica tiene las condiciones para promoverlas y gestarlas: la innovación es la clave.
El autor es gerente General de Metalub.