En mayo de 2020 Costa Rica fue invitada a ser miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tras aprobar una robusta agenda de reformas legales y administrativas en diferentes ámbitos de política.
En ese momento, el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, y el Presidente de la República, Carlos Alvarado, suscribieron el Acuerdo de Adhesión de Costa Rica, que junto con la Convención de la OCDE, constituyen los instrumentos internacionales requeridos para formalizar el ingreso de nuestro país a la organización. Estos fueron presentados para aprobación legislativa en setiembre de 2020 y el pasado 17 de mayo, con un decidido apoyo multipartidista, se logró la aprobación de esta ley en segundo debate en la Asamblea Legislativa.
El reciente 21 de mayo el Poder Ejecutivo la firmó bajo el número 9981 y el 24 de mayo entró en vigor tras su publicación en el Diario Oficial La Gaceta. Al día siguiente, se depositó el instrumento de ratificación ante las autoridades francesas y la Delegación Permanente de Francia ante la OCDE informó a las demás delegaciones sobre este paso tan importante. Así, el 25 de mayo es la fecha histórica en la que nuestro país se convirtió en miembro con pleno derecho en la organización. ¡Qué gran logro para Costa Rica ser el cuarto latinoamericano en pertenecer a un conjunto de países comprometidos con las mejores prácticas!
Oficialmente hemos iniciado una nueva etapa en la OCDE: un camino de mejora continua en el que tendrá el reto de obtener el mayor beneficio posible de las herramientas y oportunidades que brinda la organización. El país seguirá participando activamente en sus discusiones y sacando provecho de las recomendaciones que ha brindado y seguirá ofreciendo, las cuales se plasman en valiosos informes y estudios que constituyen guías claras del camino a seguir y que además están disponibles para la ciudadanía.
La organización tiene mecanismos que contribuirán a mantener y promover esta cultura de evaluación constante. En primer lugar, el país deberá reportar formalmente a seis órganos de la OCDE (concretamente en las áreas de competencia, pesca, gobernanza pública, químicos, ambiente y gobierno corporativo de empresas del Estado) sobre el avance en la implementación de legislación, medidas administrativas o planes de trabajo adoptados durante el proceso de adhesión. Asimismo, se tendrá que informar sobre avances en las reuniones de los restantes 16 comités.
En segundo lugar, como todos los países miembros, seremos examinados cada dos años por el Comité de Análisis Económico y del Desarrollo. Costa Rica ya ha sido evaluada desde 2016 y se someterá a revisión nuevamente en 2022. Además, el Grupo de Trabajo de Cohecho nos revisará periódicamente en cuanto al cumplimiento de la Convención Anticohecho, cuyo próximo reporte de avance también será en 2022.
Costa Rica tendrá parte en los análisis comparativos y recomendaciones que la OCDE realiza periódicamente sobre las políticas e indicadores de sus miembros y otros socios estratégicos. El país gradualmente ha aportado sus datos para ser parte de estos análisis y tendremos un referente fiable de estándares que elevará la barra de comparación, teniendo como referencia países con indicadores de desarrollo y bienestar más altos.
Ya somos miembros de la OCDE y lo hemos logrado en medio de un desafiante contexto histórico. Nuestro ingreso será particularmente estratégico para la etapa de recuperación pospandemia. Costa Rica tendrá oportunidad de transformarse y abordar los desafíos estructurales que existían desde antes de la crisis, apoyándose en las mejores prácticas internacionales y en la guía de la OCDE.
En estos tiempos tan difíciles, el ingreso a la OCDE es un gran logro país que como costarricenses estamos llamados a continuar celebrando y a aprovechar.
El autor es el viceministro de Comercio Exterior.