El presidente electo enfrenta desafíos múltiples tanto en su relación con el aparato del Estado como en sus vínculos con la sociedad civil.
La legitimidad del futuro titular del Poder Ejecutivo es clara, se siguieron todas las reglas constitucionales, sin reclamos por impureza electoral y administradas de manera excelente por un Tribunal Supremo de Elecciones imparcial.
El abstencionismo aumenta pero ello no afecta la legitimidad de don Rodrigo Chaves, por más que su caudal de votos sea 28% de los electores habilitados. Ya tendrán tiempo los científicos sociales para explicar las causas de la apatía del 43% de los votantes.
El primer reto que enfrenta el presidente electo es el conocimiento de la Administración Pública y sus reglas tanto formales como informales. El Partido Progreso Social Democrático (PPSD) se inicia sin experiencia previa en la administración del estado costarricense, sin cuadros políticos sólidos, la curva de aprendizaje será tortuosa, y el reclutamiento del personal político superior y medio será difícil por su desconocimiento del aparato estatal.
Paralelamente, el nuevo inquilino de Casa Presidencial tendrá que aprender sobre los enlaces con los ministerios, las instituciones autónomas y los gobiernos locales. Pero la gobernanza no es únicamente la relación vertical con las carteras del Ejecutivo, pasa por las conexiones horizontales con los otros poderes del Estado, marcadas por el signo de la igualdad y respeto a las respectivas órbitas de funcionamiento.
El Partido Progreso Social Democrático (PPSD) se inicia sin experiencia previa en la administración del estado costarricense, sin cuadros políticos sólidos, la curva de aprendizaje será tortuosa, y el reclutamiento del personal político superior y medio será difícil por su desconocimiento del aparato estatal
Durante la campaña electoral el señor presidente electo habló de legislar acudiendo al referendo y reveló desconocimiento sobre el camino constitucional para convocarlo y sobre las vías para la reforma de la normativa que lo regula. Acudir a la democracia directa con frecuencia conlleva peligrosos riesgos de polarización política.
No sería recomendable que empezara también su nuevo mandato con proyectos de reforma a la estructura y funcionamiento del Poder Judicial, creando enfrentamientos con este y abriendo las puertas para la injerencia partidaria en la justicia, conociendo las consecuencias autoritarias de esta intromisión en otros países de la región y del mundo.
El enlace con la Asamblea Legislativa constituye otro gran desafío, pues sin mayoría legislativa el PPSD estará obligado a un dialogo permanente sobre proyectos específicos propios y de las otras fracciones. En suma, querer no será poder, sino que la voluntad política deberá pasar por el mecanismo de los frenos y contrapesos de la democracia, así como por el respeto a la división de poderes.
Empero, la gobernanza va más allá de las relaciones con el aparato del estado y se extiende a los vínculos con la sociedad civil. Las relaciones con los sectores empresariales, laborales, religiosos académicos y culturales son cruciales para un buen gobierno. El mecanismo de mesas de dialogo sectoriales podría ser una manera adecuada para escuchar a la sociedad civil, prevenir conflictos mayores y promover iniciativas de interés general.
La dinámica de la formación de la opinión política no concluye con el proceso electoral, es un proceso continuo de juzgamiento, crítica y vigilancia ciudadana cotidiana. La campaña electoral del candidato triunfante reveló una actitud de confrontación con la prensa que el recién electo presidente debe abandonar por el bien de una buena comunicación con la ciudadanía y por el respeto a la libertad de expresión, clave para la democracia representativa.
El gran escollo que encuentra el nuevo gobernante es el gobierno del estado dividido, el desafío de los sistemas presidencialistas, la coexistencia de dos legitimidades con el mismo origen electoral.Un presidente sin mayoría legislativa, pero con 52% de los votos para el cargo. ¿Cómo conciliar ambas?. Tan legítimos son los diputados como el ocupante de Zapote. Las rutas de salida de esta encrucijada son varias.
Por una parte ,el entrabamiento, donde cada actor se atrinchera y no busca con prudencia los acuerdos sino el enfrentamiento. Por otra, la habilidad y destreza para salir del atasco conversando con serenidad y visión de largo plazo .
El papel de los partidos de oposición será clave en el nuevo contexto, deberán cumplir con su función de control político y formular proyectos de interés general, pero de manera responsable, lo que descarta la oposición por la oposición. La decisión del Partido Liberación Nacional de luchar por la presidencia del legislativo es una clara señal de que Chaves tendrá que buscar el diálogo con una oposición con un talante diferente a la Asamblea saliente.
El Ejecutivo tendrá que respetar esa realidad política y constitucional, no puede cometer el error de acudir a la democracia directa para evitar el camino de la democracia representativa y enrumbarse por los caminos del populismo alejado de la institucionalidad.