Un programa de bienestar laboral diseñado de manera integral, abarcando los aspectos como el social, emocional, físico y financiero, reduce el ausentismo, aumenta la productividad y se convierte en una estrategia clave para atraer y retener talento. Los empleados que se sienten plenamente satisfechos son más eficientes y comprometidos con su trabajo.
Sin embargo, sabemos que el principal desafío que enfrentan las organizaciones en la actualidad es precisamente la atracción y retención del talento humano, especialmente de generaciones más jóvenes que valoran el bienestar en todas sus dimensiones, incluidos factores como la flexibilidad laboral, entre otros. Si no encuentran estas condiciones en su empleo actual, es más probable que busquen nuevas oportunidades.
Las prioridades han cambiado para los empleados
Los recientes hallazgos de la Encuesta de Diagnóstico de Bienestar Laboral de WTW han puesto de manifiesto una preocupante desconexión entre las prioridades de los patronos y las necesidades de los trabajadores. Mientras el 73% de los empleadores otorgan una mayor relevancia al bienestar emocional en sus programas, solo el 48% de los empleados comparte esta visión, lo que revela una brecha del 25%. En contraste, la dimensión financiera es la principal preocupación para el 62% de los empleados encuestados y solo el 23% de los empleadores lo considera una prioridad. Esta discrepancia del 39% indica claramente que las empresas deben reajustar sus programas para alinearse mejor con las necesidades de sus trabajadores.
Estas brechas no solo exponen la falta de alineación entre ambas partes, sino que también plantea serias preguntas sobre la efectividad de las estrategias actuales.
El desafío radica en que, aunque las organizaciones están adoptando un enfoque holístico que integra las cuatro dimensiones del bienestar (emocional, físico, financiero y social), evidentemente las expectativas o prioridades de los empleados no están siendo satisfechas.
Según dicha encuesta, las empresas que logran alinear sus programas de bienestar con las necesidades de sus empleados muestran un desempeño superior en áreas clave, incluyendo un 70% de efectividad en atraer y retener talento y un 78% en la productividad de sus equipos.
Pero, ¿qué significa esto en términos de acción? Primero, los empleadores deben escuchar activamente a sus empleados y entender sus verdaderas preocupaciones. En segundo lugar, las estrategias de bienestar no deben ser estáticas; deben evolucionar y adaptarse constantemente a las cambiantes necesidades de la fuerza laboral.
Por tanto, es imperativo que las organizaciones reconozcan que su capital humano es su activo más valioso y los programas de bienestar que no reflejan las expectativas de los empleados no solo fallan en su propósito, sino que también ponen en riesgo la competitividad y sostenibilidad a largo plazo de la empresa.
En un mercado laboral donde el talento es escaso y la rotación muy costosa, alinear el programa de bienestar con las verdaderas necesidades de los empleados es una prioridad estratégica que ofrece múltiples beneficios, incluyendo una mayor satisfacción y compromiso laboral, reducción del ausentismo y de la rotación, así como un incremento en la productividad. Además, contribuye a un clima laboral positivo, mejora la reputación corporativa y facilita la atracción y retención de talento.
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El autor es gerente general de WTW Corredores de Seguros Costa Rica.