En esta edición incluimos un reportaje sobre el lamentable estado de las finanzas de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal). Este monopolio estatal fue una importante fuente de recursos para el Estado costarricense, pero en este momento se ha convertido en un riesgo financiero adicional dentro del contexto de las finanzas públicas.
El ministro de Hacienda propuso en la Asamblea Legislativa la privatización o la concesión de esa fábrica para obtener recursos con el propósito de reducir la deuda del Gobierno Central. Esta propuesta nos obliga a examinar de cerca la situación de la entidad.
La conclusión de nuestro reportaje es clara: las finanzas de Fanal revelan fragilidad, iliquidez e incapacidad de pagar deudas. Las razones financieras encienden alarmas sobre la falta de recursos necesarios para cubrir obligaciones de corto plazo, gastos operativos y compromisos con acreedores.
LEA MÁS: Finanzas de Fanal revelan fragilidad, iliquidez e incapacidad para pagar deudas
A esta conclusión llegamos con los estados financieros reportados por la fábrica. Pero la situación financiera puede se peor, porque se trata de estados que no están auditados por una empresa externa. En particular, los estados financieros podrían no incluir todos los pasivos, especialmente aquellos derivados de impuestos no pagados según lo establecido por la ley. Es decir, la podría formar parte de la lista de evasores.
¿Cómo llegó la Fanal a este estado precario? ¿Cómo es que de ser la gallina de los huevos de oro, ahora no puede honrar sus deudas? Difícilmente podemos hacer un diagnóstico completo en este editorial. Pero hay ciertos elementos claves que son evidentes. La fábrica fue entregada al Consejo Nacional de la Producción y en las últimas décadas no conocemos de ninguna actividad exitosa de esta entidad. El CNP es sinónimo de fracaso.
¿Qué sabe el CNP del negocio de producir y comercializar licores y alcohol? Nada. La Nación (15/08/2018) informó: “El problema es que la estrella ha dejado de brillar ya que (Fanal) pasó de vender 1,6 millones de cajas de 12 litros, en el 2.000, a 450.000 anuales actualmente (una disminución de un 72%), situación que reseca todavía más las alicaídas finanzas del CNP“.
La reacción del Consejo ante esa situación no fue modernizar y administrar mejor el negocio de los licores y el alcohol. Simplemente, extrajo una mayor proporción de las ganancias de Fanal para cubrir su gasto administrativo. En palabras llanas, el CNP, se dedicó a desplumar a la gallina de los huevos de oro. A estas dificultades hay que agregar presuntos fraudes ocurridos en las operaciones de exportación de Guaro Cacique.
Pero la fábrica no solo es un problema de tipo financiero. El monopolio representa una ineficiencia en relación con el funcionamiento eficiente de los mercados. Por esta razón en un informe de la Comisión de Promoción de la Competencia (Coprocom) se recomienda eliminar el monopolio del alcohol en Costa Rica, porque las razones por las cuales se estableció en el siglo XIX ya no existen.
¿Cuáles deberían ser las líneas generales de la política pública en el mercado de los alcoholes y licores? En primer lugar, se debe conocer la situación financiera de la Fanal con todo grado de detalle y con la máxima transparencia. Para esto es necesario realizar una auditorÍa externa en procura de determinar la verdadera situación financiera de la empresa. La contratación de esta auditoría debería estar en manos del Ministerio de Hacienda porque si lo hace el CNP se puede perder transparencia.
LEA MÁS: Presidente del CNP: “Fanal tiene potencial, el tema son las cargas financieras que acumula“
En segundo lugar, es importante eliminar el monopolio y permitir la libre concurrencia en un mercado donde la regulación tenga como norte la salud pública. En tercer lugar, se debe evaluar la posibilidad de privatizar la fábrica en un ambiente de libre concurrencia. Estamos de acuerdo con la opción de privatizar, pero dada la mala situación financiera de Fanal, puede ser que esta opción ya no sea posible. En particular, debe evitarse la opción de privatizar en condiciones de monopolio, porque esto iría en contra del interés de la colectividad.
En cuarto lugar, se debe racionalizar el sistema tributario que pesa sobre las bebidas alcohólicas. Estamos totalmente de acuerdo con que los impuestos son deseables en este mercado para reducir el consumo de alcohol y evitar problemas de salud pública. Sin embargo, en los últimos años han sido frecuentes las muertes originadas en el consumo de bebidas alcohólicas adquiridas en el mercado negro. Estos casos revelan que el Estado costarricense no tiene capacidad para controlar el mercado negro de bebidas etílicas que surge a causa de los altos impuestos. En estas circunstancias, sería mejor tener un sistema impositivo que no incentive la aparición de los mercados negros que dañan la salud de los consumidores en forma tan severa.
En conclusión, dos ideas: por un lado, todo parece indicar que el CNP desplumó a la gallina de los huevos de oro que era la Fanal, y por otro lado, es necesario mejorar el desempeño del mercado de alcoholes y licores mediante la apertura, la privatización y la racionalización del sistema impositivo. Sin embargo, si la gallina está totalmente desplumada, no somos optimistas de la cantidad de recursos que generaría su privatización.