Dedicamos una parte significativa de nuestra vida al trabajo y por ende, todos los aprendizajes y experiencias que podamos desarrollar en dicho espacio, nos va a impactar de forma significativa.
Son muchos los elementos que se desarrollan a través del proceso de socialización en el trabajo, el fomento de los vínculos interpersonales llega a ocupar un lugar muy especial en la vida de las personas. El psicólogo y autor Albert Bandura ya mencionaba en su teoría acerca del Aprendizaje Social, que muchos de los comportamientos que el ser humano incorpora en su repertorio conductual, han sido observados en los diferentes contextos sociales en los que se desenvuelve, para luego repetirlos; esta teoría que inicialmente estuvo más dirigida a niños y estudiantes, hoy está revolucionando el mundo laboral; en donde los colaboradores obtienen aprendizajes de gran importancia, durante el proceso de socialización y vinculación interpersonal.
Estamos aprendiendo e interiorizando constantemente experiencias en el trabajo; formas de pensar, conductas, frases, palabras, gestos y muchos elementos más que se van transmitiendo de colaborador a colaborador y por su puesto, de forma significativa, entre los y las líderes y el resto del personal de la organización, culturalizándose. Por ende es tan importante preguntarnos ¿cómo nos estamos vinculando y relacionando en nuestra empresa? ¿es un proceso de vinculación sano, positivo y respetuoso? ¿cómo estamos en esta área? Porque la vinculación se dará, ya que es un proceso natural del ser humano, pero el ideal es que sea de la manera más adecuada y asertiva posible.
En el artículo de Afectividad y Amistad en el trabajo, escrito para este mismo medio (2023) menciono que “de hecho, de acuerdo con el psicólogo Abraham Maslow, existe una serie de necesidades humanas básicas que son imprescindibles para el ser humano, una de ellas la afiliación. Maslow propone en su teoría que conforme se completan las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollamos otros deseos y cubrimos necesidades más elevadas, que nos llevan a la autorrealización y a la plenitud”.
Además, de acuerdo con el Blog de Recursos Humanos y su artículo Amistades en el trabajo, cada vez más valioso para la productividad (2023), de acuerdo con Gallup, quienes tienen un mejor amigo en el trabajo son más propensos a tener una mejor relación con clientes, ser más eficientes, fomentar espacios seguros, innovar, compartir sus ideas y disfrutar sus labores.
“Nuestros últimos hallazgos muestran que desde que comenzó la pandemia ha habido una relación aún más fuerte entre tener un mejor amigo en el trabajo y resultados importantes como la probabilidad de que los empleados recomienden su lugar de trabajo”, destaca la firma.
Además, según este mismo artículo, la investigación dirigida por Alok Patel y Stephanie Plowman refiere que el 44% de las personas que tienen amigos en el trabajo recomendarían su empresa como espacio laboral. Esto contrasta con los empleados que no tienen un camarada en la compañía, pues sólo 21% de ellos recomendaría a su empleador.
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Es decir, en el trabajo el proceso de vinculación positivo es fundamental y tiene un poder significativo en el desarrollo organizacional, con beneficios específicos como los siguientes:
- Mayores niveles de satisfacción en relación al trabajo, las tareas a realizar y las relaciones interpersonales.
- Por ende, mayor fidelidad de los colaboradores con la organización, donde incluso puede primar el salario emocional sobre el salario económico, ya que las personas valoran de forma significativa el buen ambiente de trabajo y la experiencia de seguridad psicológica en su espacio laboral.
- Mayor facilidad y fluidez para el logro de metas y objetivos organizacionales. Es más posible que un equipo unido y sinergizado tenga éxito, que un equipo divido e individualizado.
- Caminar inspirados en una visión común. De manera que el esfuerzo y el trabajo de las personas colaboradoras se contempla como parte de una visión macro e interconectada con las demás; y por ende cada labor es gran importancia.
- Generar espacios de salud y bienestar, de compartir, reír, conversar y disfrutar. Todas estas acciones contribuyen a la generación de neurotrasmisores del bienestar, como la oxitocina, conocida como la hormona del amor y del afecto; la cual contribuye al buen estado anímico y fisiológico de los individuos.
- La sana vinculación interpersonal es un factor protector, psicosocialmente hablando. Es decir, aquella persona colaboradora que se sienta apoyada, respaldada y apreciada por sus compañeros de trabajo, será menos vulnerable y estará más fortalecida ante dificultades de índole emocional, así como ante los retos del trabajo y de la vida.
- Promoción de una cultura amigable y de un buen clima organizacional donde no solo el cliente interno se siente bien, sino también el cliente externo.
Por eso es fundamental promover los sanos vínculos interpersonales a través de actividades como:
- Team Building donde las personas puedan compartir, recrearse, disfrutar, interactuar, reír y conocerse.
- Reuniones mensuales con temas de desarrollo personal y que represente un espacio para interactuar de una forma más natural, espontánea y menos formal y/o ejecutiva.
- Celebración de actividades especiales, como cumpleaños, graduaciones, ascensos, logros de equipo, proyectos, entre otros.
- Reconocimiento por los objetivos alcanzados, donde se brinde un reconocimiento al equipo por el esfuerzo, entrega y compromiso.
- Sesiones de uno a uno entre los líderes y los colaboradores a cargo, con el fin de conocerse, validar el sentir de la persona colaboradora, así como brindar feedback motivacional y de desarrollo.
Este mes de febrero, es una época especial para promover los vínculos en el lugar de trabajo, ¿qué realizará para promover este factor de valor estratégico en su organización? Es una excelente oportunidad para innovar y aportar al valioso proceso de socialización y vinculación organizacional.