El inicio de un nuevo año es siempre una gran oportunidad de definir nuevas metas para nuestra vida profesional y personal. La gran pregunta es cómo asegurarnos de definir las metas correctas y más importante aún, cómo no perder de vista esos objetivos rápidamente en el tiempo.
De acuerdo con la revista Forbes, la meta de año nuevo más popular es mejorar la condición física (48%), seguida por mejorar las finanzas personales (38%), mejorar la salud mental (36%) y perder peso (34%). El problema es que en promedio la gente se mantiene comprometida con sus metas de año nuevo solamente 2 o 3 meses, es decir, para el inicio de abril, un porcentaje muy bajo de las personas continúan comprometidas con sus resoluciones de año nuevo.
Según los expertos, la clave es cumplir con 3 reglas básicas a la hora de definir sus metas de año nuevo:
a) definir un máximo de 3 metas
b) es más probable alcanzar sus metas si son definidas como acciones (“qué hacer”) que cuando se definen como “dejar de hacer” y
c) darle seguimiento al progreso al menos una vez al mes.
A mi criterio, hay un elemento más que agregar a la receta ideal y es definir no solo metas que representen “éxito” como se mide normalmente: prosperidad económica o éxito profesional. Que una de las metas de año nuevo esté relacionada con propósito de vida.
Es decir, que le ayude a conectar con el significado de su existencia: ¿Por qué estoy aquí? ¿Cómo el mundo es mejor porque yo existo? En promedio, las personas empiezan a hacerse esta pregunta de propósito cuando cumplen 60 años. Claramente es un grave error esperar hasta la plenitud de la vida para hacerse esta pregunta, ya que en la medida que descubramos nuestro propósito de vida temprano, tendremos más tiempo para hacerlo realidad y vivir plenamente y con conciencia.
Es por esto, que antes de que termine el mes de enero, tome el tiempo para escribir sus tres metas para el 2024 y por favor no pierda de vista que unas deben ser relacionadas con éxito pero más importante aún, al menos una, debe estar relacionada con su propósito de su vida.
Gisela Sánchez Maroto es presidenta del BCIE y fundadora de la empresa Nutrivida. Ingeniera industrial con un MBA de Kellogg, Northwestern. Con amplia experiencia en empresas regionales y expresidenta de Amcham. Es parte de AGLN, Premio Stephan Schmidheiny, McNulty Laureate, Unusual Pioneer, Intrapreneur of the Year (Schwab Foundation/WEF) y Milestone Maker (Nasdaq Entrepreneurial Center).