Un presidente bajo presión de miembros de su partido pidiéndole la renuncia tras un desastre de debate. Atentado contra la vida del candidato republicano. Una convención del partido opositor marcada por la sobrevivencia de Trump y la aparición de un candidato a la vicepresidencia más radical que el mismo Trump. La renuncia tan esperada de Biden llega en domingo y el lunes surge el ascenso fulgurante de la vicepresidenta Kamala Harris.
Violencia política, consagración republicana de Trump, aparición de un joven delfín republicano, más articulado y más representativo de los hombres blancos resentidos, pero con el inconveniente de una papeleta sin mujeres y sin representación de minorías. Todo auguraba un ascenso republicano y una derrota apabullante de los demócratas. Empero, en el curso de pocas horas la señora Harris reinicia una campaña que devuelve esperanza a liberales y progresistas.
Kamala Harris en poco tiempo logra el compromiso de la mayoría de los delegados a la convención, el apoyo de los dirigentes parlamentarios y partidarios, el endoso del presidente Biden y de los Clinton. Paralelamente logra récords de recaudación de fondos para su campaña.
La aceleración de su campaña sorprende a los republicanos que dejan de estar bajo las luces de la atención mediática y enfocan sus duros disparos retóricos contra la mujer mestiza que ha devuelto la ilusión al partido.
El ascenso de la vicepresidenta se refleja ya en las encuestas (Ypsos/Reuters) que le dan una ventaja de 2% sobre el magnate. Otras encuestas señalan empate o mínimas ventajas de Trump. La carrera es pareja y lejos de la ventaja que tenía Trump sobre Biden. El promedio de encuestas de RealClearPolitics —25 de julio— tan sólo da a Donald una ventaja de 1,7%.
Harris muestra fortalezas frente a Trump con las votantes mujeres 52%-47%, los negros 76%-21% y los jóvenes 62%-37% (CBS News/You Govt).
El nombramiento a la candidatura vicepresidencial demócrata atrae la atención mediática. Hay tres candidatos fuertes; el senador Kelly (Arizona), el gobernador Shapiro (Pennsylvania) y el gobernador Cooper (North Carolina).El primero aporta una carrera en las fuerzas armadas, su pasado de astronauta y sufrimiento con la violencia política; su esposa, siendo representante popular, sufrió un atentado que ha dejado graves consecuencias para su salud. El segundo es un hombre joven que ha emprendido programas de recuperación económica en un estado bisagra, crucial por el número de electores que aporta. El tercero, viene de un estado donde la base blanca y evangélica republicana, podría sufrir erosión.
Campaña gira en torno al miedo
Los republicanos tratarán de asustar con el progresismo y centro izquierda de Kamala, así como con el fantasma de la invasión migratoria, inflación y una posible guerra mundial.
Los demócratas echaran mano al miedo que provoca en las mujeres la amenaza de prohibir la interrupción del embarazo y el autoritarismo de Trump, como se manifestó el 6 de enero del 2021 en un intento de golpe de estado.
El asalto republicano contra Kamala se expresa en ataques misóginos, racistas y la acusación de que se inclina por la diversidad, la igualdad y la inclusión. Lo ridículo de esta embestida ha llegado hasta descalificarla por no tener hijos.
La señora Harris no se ha quedado callada y la veremos en acción en los debates, donde la exfiscal general de California tendrá la oportunidad de enfrentar al candidato de la nostalgia, asistiremos al enfrentamiento entre la fiscala contra el criminal convicto, Kamala adelanta: “He visto depredadores de todo tipo. Depredadores que acosaban mujeres, defraudadores que estafaban a los consumidores ,tramposos que rompían las reglas de su propio juego. Así que escuchen cuando digo que conozco a tipos como Donald Trump. Y en esta campaña, con orgullo, lucharé contra él “.
La diferencia de edad continuará jugando, ahora en contra de Trump, quien lucirá anciano frente al vigor de una retadora que no retrocederá ante la fanfarronería, pues ha enfrentado delincuentes duros en su carrera. La gerontofobia no será el factor decisivo, sino la apuesta por el futuro y las soluciones concretas .
La discusión sobre los errores de la administración Trump y los éxitos de la administración Biden, así como sobre el proyecto republicano 2025 que plantea una agenda ultraconservadora para darle contenido a una supuesta segunda administración Trump ocuparán el espacio discursivo. Esta propuesta pretende afirmar los valores de la familia, desmantelar el estado reduciendo el tamaño del estado federal, hacer de la inmigración un tema de seguridad nacional, aumentar el gasto militar ,asumir una postura más agresiva frente a China, defender el derecho a portar armas y cuestionar la separación entre estado y religión.
La próximas semanas serán turbulentas, un combate intenso entre una visión que apuesta por el Estado de Derecho, el liberalismo y la transformación económica (control de la inflación, protección del ambiente, semiconductorres y derechos humanos); y por otro lado, una visión nacional aislacionista y nativista, apoyada en los perdedores de la globalización y los grandes ricos que buscan exenciones de impuestos.
El trumpismo ha desplazado al reaganismo, una visión centrada en el neoliberalismo económico y en el internacionalismo, sustituyéndolo por el culto al líder, las pretensiones anacrónicas de la teocracia evangélica y la supuesta existencia de un pueblo homogéneo.
Kamala tendrá una difícil tarea, pues deberá diferenciarse de la sombra de un presidente impopular, plantear sus propias propuestas sin lastimar al presidente saliente, reconociendo también los puntos positivos de la gestión de Biden en el terreno de las energías limpias, infraestructura, microchips y política exterior. El gran desafío será plantear metas de futuro frente a la mirada hacia el pasado de Trump, pero no se podrá desligar del continuismo con una administración de la que ha sido parte.
Han sido semanas caóticas y plagadas de incertidumbre para los demócratas, la aparición de Harris significa un nuevo arranque que en los próximos días se verá marcado por la designación de su candidato a vicepresidente y por el inicio de la convención demócrata que podría señalar un punto de inflexión en la campaña, en momentos en que esta se acelera, aunque de la situación internacional podrían surgir acontecimientos que afecten su curso.
LEA MÁS: Barack Obama respalda la candidatura presidencial de Kamala Harris
Las tareas por delante son monumentales para esta fiscala que interrogará a Trump en las semanas siguientes, el proceso apenas se inicia, los resultados siguen siendo inciertos.